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Cerdos en la finca La Cocosa, de Diputación de Badajoz. :: HOY

La Diputación pacense compra ibéricos en Salamanca para renovar su cabaña

Se trata de tres machos de la variedad lampiño, en peligro de extinción, con los que refrescará la sangre de la explotación de La Cocosa

Viernes, 17 de noviembre 2017, 23:05

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La Diputación de Badajoz, una de las grandes mantenedoras en España de las razas autóctonas, mira a Salamanca para desarrollar mejor su programa de mejora genética del ibérico y renovar su selecto censo de cerdos ibéricos. En concreto, los de la variedad lampiño, en peligro de extinción. La institución provincial ha comprado a un ganadero charro tres ejemplares lampiños, inscritos en el árbol genealógico, para garantizar la continuidad de esa rama del ibérico, «quizás la más amenazada de todas», destaca la institución provincial. Son tres animales de entre ocho y trece meses de edad y cada uno cuesta 1.500 euros.

Debido a la necesidad de combatir la alta consanguinidad en sus animales, la Diputación pacense buscaba desde hace meses renovar sangre en su explotación situada en la finca La Cocosa. Por eso ha acudido a uno de los ganaderos tradicionalmente más premiados en la Feria de Zafra. Se trata del salmantino Tomás García González, de la localidad de La Fuente de San Esteban. Hace poco más de un mes, en la edición de la feria internacional ganadera, se llevó el premio especial de mejor ganadería junto a la del extremeño Francisco Hernández Benegas.

«Los cruces entre lampiños de la Diputación han ido propiciando que los animales resultantes de esos emparejamientos hayan perdido propiedades. La Diputación ha querido renovar su censo y nos pidió consejo. En Extremadura hay escasas explotaciones que se ajusten al lampiño que tradicionalmente ha criado la Diputación y, por cuestión de morfología, hablamos de un ganadero salmantino», dice Elena Diéguez, secretaria técnica de Aeceriber (Asociación Española de Criadores de Ganado Porcino Selecto Ibérico Puro).

«La oferta de este tipo de ibérico lampiño es muy reducida dentro de la cabaña nacional. Además se requiere que las explotaciones cumplieran con todos los requisitos sanitarios establecidos para la adquisición de reproductores selectos. La cabaña de Salamanca es la más idónea», indican desde el área de Agricultura de la Diputación pacense.

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La adquisición de machos lampiños «requiere una certeza contrastada del origen genético de los mismos ya que no solamente debían cumplir el prototipo racial de esta variedad sino que su historia juega un papel decisivo a la hora de escoger los animales», añade.

599 lampiños extremeños de un censo nacional de 3.461

En España, según la estadística del Ministerio de Agricultura, estaban censados 3.461 cerdos ibérico lampiños al acabar el año 2016. Casi la mitad se encontraban en Castilla y León, con 1.695 ejemplares repartidos entre 66 ganaderías. Andalucía ocupaba el segundo puesto con 1.057 ibéricos lampiños en poder de 157 ganaderos. En tercer lugar aparecía Extremadura._El año pasado se contabilizaban 599 guarros lampiños, repartidos entre 21 ganaderías de nuestra región. Todos exclusivamente en la provincia de Badajoz.

En Extremadura hay dos núcleos de lampiño que reúnen estas condiciones. Pertenecen al denominado Guadyerbas o del Guadiana. Tienen su origen en la piara del Dehesón del Encinar (Oropesa, Toledo), pero que se descartaron porque sus características morfológicas distan mucho de las presentadas en el lampiño de La Cocosa.

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Existen en esa explotación 40 hembras reproductoras y 15 verracos, aunque se va a trabajar dentro del programa de mejora con unas 20 hembras y los tres sementales adquiridos. El objetivo de la Diputación es el mantenimiento y la preservación de una raza en peligro de extinción, sin que se plantee de momento la venta de animales.

Los animales que no se dejan de reposición se ceden a ayuntamientos menores de 20.000 habitantes para que organicen matanzas didácticas, «contribuyendo de esta forma al mantenimiento de nuestras tradiciones ganaderas y promocionando el consumo de carnes ibéricas».

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La raza porcina ibérica está catalogada por el Ministerio de Agricultura como raza autóctona de fomento. Dentro de ella se distinguen cinco variedades o estirpes: retinto, entrepelado, lampiño, torbiscal y manchado de Jabugo. El lampiño se caracteriza por apenas tener pelo.

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