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Miguel Alfonso López revisa la plantación de arándanos de la que es titular su hermano Jesús. :: david palma
El arándano azul germina en la Sierra de Gata

El arándano azul germina en la Sierra de Gata

Dos hermanos de Valverde del Fresno producen y comercializan esta fruta del bosque

Ángela Murillo

Lunes, 18 de julio 2016, 08:04

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El cultivo de arándano arraiga en Extremadura. Hace cuatro años Jesús Alfonso López y su hermano Miguel, de 35 y 38 años, comenzaron a buscar una plantación que fuera rentable en pequeñas superficies. Así dieron con este fruto del bosque propio de otras latitudes. Se lanzaron a plantar arándanos en la Sierra de Gata y pronto recogerán su primera cosecha.

A estos dos diplomados en Magisterio nacidos en Valverde del Fresno siempre les gustó el campo, de ahí que intentaran buscar un cultivo compatible con las particularidades del territorio que habitan. Apostaron por este cultivo pionero en la región después de estudiarlo y visitar varias fincas de Portugal. La mayor zona productora de arándano en Europa es Huelva. En Asturias también existen plantaciones significativas, mientras que en Extremadura solo había pequeños cultivos en el Valle del Jerte y La Vera. Ellos detectaron que algunas zonas de su comarca «ofrecen un microclima óptimo: suelos ácidos, abundancia de agua, muchas horas de sol y noches frescas en verano».

Las variedades de arándano azul o Blueberry utilizadas en la explotación de la Sierra de Gata han sido seleccionadas a partir de plantas silvestres originarias del norte de los Estados Unidos. Por ahora cuentan con una plantación de poco más de una hectárea, que, si todo va bien, irán ampliando. Al ser un cultivo «relativamente joven, con tres años de siembra y cuatro de planta, la producción no ha sido significativa hasta ahora», puntualiza Jesús, el titular de la finca.

Los agricultores cacereños han apostado por cuatro variedades que maduran de forma escalonada, desde junio hasta agosto, para mejorar así los tiempos de producción. Aún no pueden prever el número de kilos que recolectarán, ya que el cultivo alcanza su pleno rendimiento en siete años, no obstante, estiman que podrían recoger en torno al 20 por ciento de la producción.

Para lanzarse a la nueva empresa, Jesús Alfonso solicitó ayuda como joven agricultor. El papeleo de poner al día la plantación fue «bastante tedioso, al no estar modulado en su día este cultivo», lamenta.

El fruto que sale de la explotación de la Sierra de Gata está destinado al consumo en fresco, pero destacan la flexibilidad del arándano como prueba de su potencial comercial, ya que también se consume deshidratado. Los principales mercados son Centro Europa y Reino Unido, no obstante está ganando terreno en España. «Se están plantando muchísimas hectáreas de arándano en Portugal y en este sentido, no sabemos si en un futuro el fruto tendrá la misma salida, ya que el mercado puede llegar a saturarse».

Para poner en marcha el cultivo tuvieron que adquirir maquinaria específica para la fase de plantación. «El arándano va plantado sobre caballones, que a su vez van cubiertos de malla anti hierba, con líneas de riego por goteo, con lo cual, se necesita disponer de herramientas que faciliten» estas tareas.

La recolección es un proceso totalmente manual, laborioso y delicado. «La calidad final del fruto depende de ello. Por eso se requiere bastante mano de obra». Calculan que cuando el cultivo esté en plena producción necesitarán ayuda de unas siete personas.

En cuanto a la maquinaria, aunque existen vibradores que acortan el tiempo de recolección, tienen el inconveniente de que «no discriminan fruta madura de la que aún no lo está, tirando mucho arándano que no está en su punto óptimo de maduración». De ahí que hayan optado por la recolección manual, creando así más puestos de trabajo. Al tener «ya una producción un tanto significativa, nuestra idea es contratar este año a dos o tres trabajadores en campaña y posiblemente a otra persona más que ayude en faenas propias del mantenimiento durante el periodo de invierno». En lo referente a los cuidados, la planta es bastante resistente, pero evidentemente requiere una serie de atenciones específicas, de riego en verano y sobre todo de poda en invierno, para adaptarlos a las características de cada variedad.

Aunque influyen muchas variables, el punto de equilibrio de una plantación de arándano «se alcanza al cuarto o quinto año, a partir de ahí, se considera que es rentable». Hasta la fecha no les da para vivir, pero creen que «puede ser un cultivo perfectamente válido para vivir una familia siendo una superficie razonable». En su caso sería un complemento a varias hectáreas de higuera.

Jesús y Miguel aseguran que por ahora «los beneficios de consumir arándanos no son muy conocidos debido a su poca difusión, pero cada vez está más de moda precisamente por sus fantásticas propiedades».

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