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¿Qué ha pasado hoy, 27 de marzo, en Extremadura?
Correas, ahora electricista, fue tabaquero hasta los 32 años. :: e.g.r.
«Ya apenas se hacen inversiones en el campo»

«Ya apenas se hacen inversiones en el campo»

Correas asegura que el descenso en la producción tabaquera afecta a toda la comarca

E. G. R.

Viernes, 1 de abril 2016, 08:05

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Primero a través de la explotación familiar y más tarde desde su empresa de electricidad, Víctor Manuel Correas ha podido constatar como los difíciles momentos que atraviesa el sector del tabaco perjudica a toda la comarca de la Vera. No en vano desde hace décadas es el motor de la economía de esta zona.

Hasta los 32 años de edad estuvo usted cultivando tabaco...

Así es, junto a mi hermano, en la finca que mis padres tenían entre os términos municipales de Talaveruela y Valverde de la Vera.

¿Cuándo el primer contacto con el tabaco?

A los nueve años, que fue cuando empezaron con la explotación agrícola. Antes mis padres eran ganaderos, tenían cabras. Y luego también hemos tenido 4 ó 5 vacas suizas, además de 4 hectáreas de tabaco. Al principio era Burley (tabaco negro) y al final pasamos al Virginia (tabaco rubio), llegando a las nueve hectáreas. De igual forma aprovechábamos los tractores que teníamos para trabajar dando servicio a otras fincas.

Eran los finales de la década de los 60. ¿Cómo lo recuerda?

Evidentemente todo era muy distinto a cómo son ahora las labores del campo. El uso del agua de riego, por ejemplo, se hacía durante las 24 horas del día y no era como ahora, que cuando te toca la almacenas en una charca y riegas cuando quieres. Antes si te tocaba por la noche, pues tenías que regar por la noche, es decir, con el azadón y el candil en mano, porque ni siquiera había linternas. Tampoco tractores, todo a base de caballerías, etcétera.

¿Por qué dejó la agricultura?

Fundamentalmente por motivos familiares. La finca era pequeña y no había ara mi hermano y para mí. Uno de los dos tenía que salir, así que nos pusimos de acuerdo. Yo me fui a trabajar con la empresa Bragado, que entonces estaba inmersa en el montaje de secaderos de aire forzado para el tabaco, y el siguió con la explotación familiar.

Entonces siguió relacionado con el sector tabaquero...

Así es. Aquel año montamos unos 40 secaderos en diferentes explotaciones, pero ya era la recta final del cambio del tabaco negro al rubio (para el que se precisan este tipo de secaderos). El año anterior habían montado alrededor de 150. Además el jefe también producía tabaco y ese año me encargué de llevar los 20 secaderos que tenía en su finca. Era el año 1992, y al año siguiente decidí, junto a un socio, montar mi propia empresa de electricidad, Don Voltio. Estuvimos 5 años y finalmente seguí yo solo con la empresa eléctrica, además de abrir la tienda de Deportes Cronos en Losar.

Son casi un cuarto de siglo como electricista. ¿Ha notado los problemas del sector del tabaco?

Sí, se nota el bajón. Yo trabajo por la comarca de la Vera, principalmente Viandar, Talaveruela, Valverde y Losar. Antes, en campaña, montábamos varios motores para riego, pero ahora no se monta nada. Primero porque los agricultores casi no hacen inversiones, y por otro lado porque la realidad es que hay menos de la mitad de personas trabajando en el campo de las que había antes. Así que ahora tengo que limitarme a mantenimiento de viviendas, etcétera.

Comentaba anteriormente que su hermano sí continuó con la explotación...

Siguió 6 ó 7 años con el cultivo del tabaco. Después montó un vivero, vio que le iba bien y como se estaba poniendo lo del tabaco, así que finalmente se centró en el vivero y la finca la alquiló. No obstante en ella han seguido cultivando tabaco.

Y sus hijos... ¿nunca se han interesado por hacerse agricultores?

Para nada, ellos han elegido otro camino. El chaval, que ya tiene 28 años, es ingeniero informático y trabaja en Madrid. Mi hija, de 23, está en Irlanda. De momento trabajando en la hostelería a la vez que da clases de español, la va bien y le gusta mucho aquello. Así que su contacto con el campo, como mucho, es una vez al año para ayudarme a coger la aceituna de unos olivos que tenemos en Losar [ríe].

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