Comienza la vendimia en la región con una disminución en la cosecha de cerca del 30%

Aunque las altas temperaturas de los meses de junio y julio hicieron presagiar un adelanto de la vendimia, finalmente no ha sido así, si acaso, una semana. Precisamente ese calor ha hecho que la uva no madure como debe hacerlo y en algunos lugares aún no se ha logrado la graduación requerida.

Ahora se está a la espera de ver cómo han podido afectar las bajas temperaturas de los últimos diez días a la uva y el «preocupante» cambio de temperatura entre el día y la noche.

Aunque aún es pronto para saberlo, porque los agricultores están haciendo ahora analíticas, ese cambio podría haber provocado estrés en la planta, porque la diferencia de grados ha sido grande.

Sobre la cosecha, García señaló a Efe que la disminución será de entre un 25 y un 30 por ciento con respecto a la del año pasado.

El motivo es el tiempo que lleva sin llover en Extremadura, ya casi tres meses, que ha provocado que la uva no pueda coger peso.

En cuanto al precio, UPA-UCE cree que aún es pronto porque el sector fija como base el de Castilla La Mancha, principal región productora española en la que aún no se ha iniciado la campaña.

La principal novedad en esta vendimia será la obligación de firmar contratos entre agricultores y bodegueros para transacciones comerciales de más de 2.500 euros, de la que están exentas las cooperativas y sus socios.

Se trata de un 'contrato tipo' que marca el precio mínimo de la uva y que ha sido consensuado en la Interprofesional del vino entre bodegas, organizaciones agrarias y cooperativas.

Catalina García indicó que el lunes pasado se celebró una reunión entre las partes en la Consejería del Medio Rural con el objetivo de simplificar el contrato, como habían solicitado los bodegueros.

Pero, «hay que tener un contrato firmado porque las sanciones son para el agricultor y para la bodega», advierten desde esta organización agraria.