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Trabajadores de Carcesa Don Benito en la planta el año pasado. :: hoy
Carcesa Don Benito trasladará en marzo  su producción a Montijo

Carcesa Don Benito trasladará en marzo su producción a Montijo

La dirección mantiene reuniones con al menos una multinacional que se ha interesado por la planta dombenitense

ALEJANDRO CALERO

Miércoles, 11 de febrero 2015, 00:27

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La industria agroalimentaria Carcesa en Don Benito -centrada en el tomate con las marcas Apis y Fruco y con más de 50 años de antigüedad- tiene las horas contadas. Desde hace diez días, los trabajadores están desmontado la maquinaria para el traslado definitivo de la producción a la fábrica de Montijo, tal y como anunciaron hace un año argumentando «grandes limitaciones en infraestructuras que requerirían de inversiones inabordables para poder adecuar la producción a las exigencias de mercado». Según representantes sindicales, a finales de marzo está previsto que cierre sus puertas.

Mientras, la dirección de la factoría dombenitense -que desde 2012 está gestionada por Acopaex, Tomates del Guadiana y la empresa pública Avante tras el fiasco de gestión de los Ruiz Mateos- se encuentra en negociaciones para dar salida a la planta. Como confirma su presidente, Domingo Fernández, este viernes celebrarán una reunión con representantes de una multinacional y el lunes vendrá el máximo mandatario de la compañía interesada, que cambiaría la reciente actividad de la planta aunque los dirigentes de Carcesa mantienen el anonimato de la otra parte por prudencia.

«No puedo dar más detalles porque es pronto y no se puede especular con cosas que están en el aire. La negociación va avanzando, todavía está en primera fase. Siguen estudiando qué necesitan de la industria. Hay buena predisposición pero hay que cerrar acuerdos», comenta Domingo Fernández.

Por otra parte, un amplio grupo de trabajadores ya está cubriendo turnos en Montijo (la mayoría de mañana excepto el personal de mantenimiento, que va de noche). La empresa prometió no realizar despidos y reubicar al personal -formado por 32 empleados- en las empresas del grupo, que incluye también la fábrica de Mérida. De momento, la compañía se ha comprometido a pagar la mudanza y les han facilitado un furgón de nueve plazas para desplazarse, aunque tienen que conducir ellos.

Entre la plantilla, aseguran sentir cierto malestar, ya que este cambio no va unido a un incentivo salarial. «Aquí hay mucha gente joven pagando su hipoteca en Don Benito y con sueldos bastante bajos. No pueden mantener dos viviendas abiertas. Los ánimos están bajos. Te levantas a las tres y media de la mañana y al acabar, tienes que echar otra hora de camino», manifiesta uno de los implicados.

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