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MIGUEL ÁNGEL MARCOS
Lunes, 11 de noviembre 2013, 19:23
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Ni en Navalmoral ni en ningún sitio civilizado está justificado tomarse la justicia por su mano en pleno siglo XXI. Así lo ha dicho esta mañana el concejal de Tráfico y Seguridad Ciudadana, Pepe Pascual, en relación con la actuación de un grupo de vecinos de etnia gitana que sacaron por la ventanilla al conductor de un vehículo que instantes antes había rozado a un niño de esa etnia que se abalanzó sobre el turismo cuando cruzaba corriendo la calle Genaro Cajal.
Al menos esa es la conclusión que se saca de los datos de los que se dispone, a la espera de confrontar las denuncias que se pongan, los partes de lesiones y otros elementos de seguridad. Según esos datos, el chaval en cuestión cruzó la calle a la altura del parque de los Colorines corriendo y sin mirar, propio de una travesura infantil. El propio conductor explicó después que miró al oir un golpe pero que no vio nada, pensando que se había golpeado contra un bordillo.
Lo siguiente que vio fue a un grupo de personas que corrían tras su coche, por lo que paró cerca del restaurante La Taberna del Loco por si hubiera golpeado a una furgoneta. Fue entonces cuando se echaron sobre el turismo y le sacaron por la ventanilla, causándole una lesión en un brazo y propinándole un puñetazo en la cara. Y no fue a más gracias a la intervención de una persona mayor, también de etnia gitana, que puso "cordura y serenidad", según Pepe Pascual, y al que quiere agradecer ese comportamiento.
El propio padre lo recrimina
Por el contrario insistió en recriminar la actitud del resto y sobre todo de la persona que pegó el puñetazo al conductor, que después fue a que le hicieran un parte de lesiones y a poner la correspondiente denuncia. También se conoce el parte del niño, que sufre un esguince de tobillo. Incluso su propio padre, según el concejal, recriminó la actitud de los agresores.
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