«Me gustaría crear un centro de intervención con nuevas tecnologías»

Con 15 años empezó a colaborar en Cruz Roja y en Ágora Club de Ocio, una asociación de Mérida que apoya a personas con discapacidad. Desde ese momento, supo que se quería dedicar a ayudar aquellos que tienen necesidades educativas específicas. Por ahora, lo está consiguiendo. El próximo curso académico Fátima Mulero Álvarez se licenciará en el doble grado de Educación Primaria y en Educación Especial por la Universidad Pontificia de Salamanca.

Dentro de ese ámbito, se ha formado, por vocación, en autismo. En el último año ha realizado más de diez cursos sobre este asunto en lugares como Madrid, Salamanca, Granada y Burgos. El de mayor prestigio lo ha llevado a cabo en Valencia, ciudad que acogió el 5, 6 y 7 de julio de 2012 el congreso mundial de tecnologías para el autismo.

También ha impartido conferencias en Extremadura. Un ejemplo de ello es la que ofreció en Aprosuba 13, en Villafranca de los Barros, a padres y trabajadores. En ella informó sobre el empleo de las nuevas tecnologías en el ámbito de las necesidades educativas específicas.

Su siguiente paso será estudiar Psicología y cursar a la vez un máster en rehabilitación neurológica, y es que Fátima considera que se debe formar más para cumplir en un futuro uno de sus sueños: poner en funcionamiento un centro de intervención en necesidades educativas específicas con nuevas tecnologías.

Esta joven de 20 años asegura que en España hay pocos centros que se basen en esa idea y, en Extremadura, actualmente no hay ninguno. Ella quiere hacerlo realidad dentro de cuatro o cinco años.

Para ello no sólo utilizará la aplicación que ha creado, sino que se servirá de sistemas de proyección, sensores de mirada y de movimiento, entre otras técnicas, según apunta Mulero, quien añade que «las nuevas tecnologías son indispensables y éstas se deben utilizar como un complemento».