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Los vecinos de Barbaño afrontan la segunda noche fuera de casa
DESBORDAMIENTOS EN EXTREMADURA

Los vecinos de Barbaño afrontan la segunda noche fuera de casa

La crecida del Guadiana sigue amenazando a la población de 659 habitantes. Algunos de ellos pasarán la noche en el polideportivo de Montijo y otros con familiares y amigos

EFE

Viernes, 5 de abril 2013, 21:12

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El Centro de Cooperación Operativo Integrado (CECOPI) del Plan de Inundaciones de Extremadura ha decidido, a la vista de las previsiones meteorológicas, mantener el nivel dos de emergencia y que los vecinos de Barbaño pasen una segunda noche fuera de sus casas por seguridad.

Aunque la situación y el caudal de los ríos se va normalizando muy lentamente, se mantienen los operativos de prevención y control establecidos en Balboa y en Badajoz, cuyo azud sobre el río Guadiana ha registrado esta tarde un caudal de más de 4.000 metros cúbicos por segundo.

El sistema Guadiana (presas de Cíjara, García Sola y Orellana) ha desembalsado hoy un caudal aproximado de 1.000 m3/segundo; mientras que el del Zújar (presas de La Serena y Zújar) ha aliviado unos 450 m3/segundo, "un volumen algo inferior al de días pasados", según ha dicho a Efe el director técnico de la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG), José Martínez Jiménez.

Esta situación ha hecho que "el río esté ya más bajo" en la zona de las Vegas Altas y que sea la ciudad de Badajoz la que soporte ahora "el mayor caudal circulante".

Además, por el punto de control de la presa de Montijo han pasado 2.500 m3/segundo.

Martínez ha asegurado que no existen riesgos de inundación en Badajoz y ha apuntado que los niveles del río son inferiores a los del año 1997, cuando se produjo la trágica avenida de los arroyos Rivillas y Calamón.

En las últimas 24 horas se han producido 16 rescates, dos de ellos en Hernán Cortés con lanchas zodiac, mientras que, finalmente, la familia aislada por el agua en Rincón del Caya, en las cercanías de Badajoz, no ha sido evacuada.

Un puñado de carreteras secundarias se encuentran cortadas, una situación que ha obligado a reforzar el plan de Emergencias de Carreteras en la red regional con más de 200 efectivos.

En la nacional, desde las 22:00 horas de ayer se ha visto afectada la Autovía de Extremadura (A-5) a la altura de Montijo, que continuada cortada parcialmente.

Por otro lado, el Gobierno de Extremadura ha liberado tres millones de euros del Fondo de Contingencia para paliar los daños, según ha informado la vicepresidente regional, Cristina Teniente.

El Ejecutivo central está estudiando también la posibilidad de habilitar ayudas, según el delegado del Gobierno, Germán López Iglesias.

Las organizaciones agrarias hablan de daños importantes y de habilitar ayudas urgentes, como ha hecho la Asociación de Fruticultores de Extremadura (Afruex).

El secretario general del PSOE de Extremadura , Guillermo Fernández Vara, ha afirmado que "alguien tiene que salir" a dar explicaciones por los daños ocasionados.

El alcalde de Villanueva de la Serena, Miguel Ángel Gallardo, ha reclamado la dimisión del presidente de la CHG, José Díaz Mora, porque ha existido una "grave negligencia".

Teniente ha asegurado que el Ejecutivo regional ha actuado "desde el minuto uno" con "celeridad" y la CHG ha precisado que las operaciones de aliviar agua en las distintas presas del Guadiana son "exactamente las mismas" que en 2010.

El presidente extremeño, José Antonio Monago, varios miembros del Gobierno regional, el delegado del Gobierno y el presidente de la CHG han visitado hoy Barbaño, donde los vecinos han podido entrar un momento a coger algunas cosas de sus viviendas.

También han acudido Fernández Vara y el coordinador regional de IU, Pedro Escobar.

Vecinos de Balboa: "Hemos vivido situaciones parecidas, pero no como esta"

El martes, la iglesia de Barbaño repicó su campana anunciando a los vecinos que se iba a producir el desalojo, y el 'cierre' efectivo del pueblo. Hasta las once y media, la Guardia Civil daba permiso a los poco más de 600 habitantes de esta entidad local menor a entrar en sus domicilios, recoger sus enseres básicos, poner trapos por si finalmente entra el agua y dejar todo bien cerrado, no vaya a ser que, como pasó anoche, se produzcan algunos robos en domicilios. Es la miseria humana, que no entiende de escrúpulos en situaciones tan complicadas como las que ahora vive Barbaño, con el agua del Guadiana sobrepasando la carretera de entrada desde la autovía, anegando chalés y saliendo por debajo de las alcantarillas en la calle Ronda Norte. Pero en estas situaciones también se observa la otra cara del ser humano, la de la ayuda al vecino, la de la solidaridad.

El matrimonio Melchor Quijada, Francisco y Dori, tenían donde pasar la noche en Montijo pero han decidido estar con otros 81 vecinos que han pernoctado en el principal polideportivo montijano. "No se nos ocurría otra mejor manera para darles ánimos a gente que está muy mal. ¿Nosotros cómo estamos?. Bueno, la profesión va por dentro. Me voy de mi casa porque me obligan, sino no salgo de ahí. Además, estoy convencido de que el agua acabará entrando en todo el pueblo y más en la zona baja, que es donde vivimos nosotros", señala Francisco. Su hijo mayor está fuera de Extremadura (en Huelva, donde es estudiante de Psicología) y su hija se ha ido con un amigo a pasar estas horas en Montijo.

Junto a su esposa, ayer por la noche empezaron a subir colchones, almohadas, ropas y algunos electrodomésticos pequeños encima de muebles, por si el agua entra en su casa. Por recoger han recogido hasta los apuntes de su hijo universitario, momento en el que Dori ha empezado a llorar. "Hemos vivido situaciones parecidas pero no como esta", indica la mujer. Hace un rato llegaron de nuevo a su domicilio para llevarse alguna ropa porque Francisco, por ejemplo, está vestido con un chándal desde la noche. La estampa de decenas de vecinos saliendo de sus casas con maletas y bolsas es reveladora. Tanto como el desierto que ofrecen las calles de Barbaños, solo salpicadas por la presencia de guardias civiles y miembros de Protección Civil.

En el pueblo solo permanecen dos vecinos, María, que supera los 80 años, y su hijo. Se han negado a abandonar su casa. Se negaron ayer noche y lo han vuelto a repetir esta mañana. De momento, fuentes policiales, aseguran que dejarán que sigan allí, aunque esa medida está muy condicionada a la posible crecida en las próximas horas. En el entorno de la casa de María y su hijo, en el centro de la localidad, hay permanente presencia policial.

Sergio Tena, teniente de alcalde de Barbaño, confía en que el caudal y el nivel del Guadiana vaya bajando paulatinamente, aunque da por sentado que los vecinos que lo deseen (la mayoría se han ido a casas de familiares de pueblos cercanos) irán a dormir, o a intentar dormir al menos, al polideportivo de Montijo, donde hay montado un dispositivo de asistencia de Cruz Roja, Protección Civil y el Ayuntamiento montijano. "Se están portando muy bien, muy bien pero esto no tenía que haber llegado a pasar. Los políticos tienen unas responsabilidades que cumplir", reseña Francisco. Y explica: "Primero, no tenían que haber desembalsado tan tarde y todos los grandes pantanos a la vez. Y, segundo, Confederación hizo mal un muro de encauzamiento del Guadiana a su paso por el pueblo y ese muro se ha derrumbado porque el río lo ha roto".

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