La tradición de los huevos de pascua llega a Badajoz

Esta Semana Santa en Badajoz los vecinos del edificio Puente de Palmas, en la avenida Adolfo Díaz Ambrona, rescatan una tradición celta de la mano de una de sus vecinas, Soraya Furtado Leite.

Se reunieron en el jardín de la comunidad para dar la bienvenida a la primavera, y escondieron huevos de chocolate para que los niños los encontrasen. La tradición también cuenta que los que encuentran los huevos verán cumplirse sus deseos.

La importadora de la tradición y vecina de la comunidad nació en Brasil y lleva diez años viviendo en la capital pacense. Quiere traer las tradiciones de su tierra para compartirlas con nosotros. Allí ¡celebran estas fechas con chocolate! pero el origen se remonta de los celtas, aunque para explicar ésta tradición no se puede generalizar, dado que se realiza en muchos países tanto de América, como de nuestro continente.

En la Pascua, en Brasil, a los niños (y no tan niños) se le regalan ¡huevos de chocolate! Empezó con huevos adornados y se le ocurrió a alguien rellenarlo con chocolate, convirtiéndose en una perversión deliciosa del mito del huevo de la creación.

En esta semana, los supermercados tienen pasillos enteros dedicados por completo a los huevos de chocolate, son más bien túneles de huevos de chocolate. Para todos los gustos, y bolsillos. Los niños en el colegio, dibujan y pintan huevos de pascua, aprenden cancioncillas sobre el conejo de la Pascua, allí además de Santa Claus, existe un conejo mágico que lleva huevos de chocolate a todos los niños.

El domingo toca a los padres esconder los huevos, y marcar la casa con patitas falsas de conejo, se hace ensuciando tres dedos con harina, se juntan y ¡a marcar toda la casa!

La pregunta que se hace ahora es: ¿Por qué un conejo que lleva huevos, si los conejos no ponen huevos?

La explicación está en la mitología, muchos pueblos antiguos celebraban el equinoccio de primavera, cuando la noche y el día tienen la misma duración, es un día que consideraban de equilibrio. Hay muchas mitologías diferentes para cada pueblo, pero la que explica el nombre en inglés Easter para primavera, es la celta y escandinava sobre la diosa Eostre.

Cuenta el mito que en la tierra hacía mucho mucho frío y los animales decidieron que tenían que elegir a uno para llamar a la diosa de la primavera a la tierra otra vez. Eligen al conejo que era su animal favorito y el que más estaba sufriendo con su ausencia. El conejo pintó varios huevos y se los regaló a la diosa, pidiendo que volviera a la Tierra. La diosa se encantó con la belleza de los huevos y deseó que toda la humanidad pudiera disfrutar de la alegría de los huevos decorados, y así el conejo se comprometió a regalar los huevos cada año para celebrar el retorno de Eostre (la primavera).

La mitología siempre tiene sus simbolismos aplicados a la naturaleza, de modo que la razón de que el conejo fuera elegido está en una cultura en que la luna era la diosa y el conejo era el animal que mejor la representa, por su fertilidad, la primavera es cuando los animales se aparean, además su gestación es de 28 días, exactamente como el ciclo lunar.