La música se apaga este verano en Cáceres

No es ningún secreto que la tijera presupuestaria ha entrado a saco sobre todo lo que huela cultura, arte y espectáculos. Recortes por aquí, recortes por allá, de la escasez económica parece no librarse nadie. Los últimos conciertos grandes celebrados en la ciudad no han tenido el respaldo incondicional y masivo del público. Las instituciones están pobres, pero los aficionados a la música también. En marzo David Bisbal reclutó 6.500 personas, pocas teniendo en cuenta que era un concierto fuera de gira, excepcional, y que las entradas costaban sobre 18 euros. A finales del mes pasado 'El Barrio' metió a 5.500 personas en el recinto hípico, la mitad de los que acudieron a su concierto del año 2008. Entradas a 30 euros en pleno azote de la crisis. ¿Se desinfla el poder del directo?

Algunos artistas que actuaron durante las pasadas ferias de Cáceres a la caseta municipal del recinto ferial reflexionaban sobre cómo ha cambiado la situación de un tiempo a esta parte. «Todos los músicos nos estamos rebajando cachés, pero no el 15% como algunos altos cargos o el 5% como los funcionarios, sino del 30% al 40%», explicaba Juan Luis Giménez, miembro de Presuntos Implicados. El vocalista de Seguridad Social o los miembros de Pignoise también subrayaban las dificultades con las que se están encontrando. «Tenemos conciertos, pero la crisis se está notando. Como hay menos dinero los Ayuntamientos están tardando más en cerrar los programas», aseguraba el batería del grupo, Héctor Polo.

Paco Martín es promotor musical, aseguró. No hay mucho misterio, la situación es negativa desde hace unos años. «Hay grupos que hace dos años estaban ofreciendo 40 actuaciones y este año no tienen más que 20». La situación económica general de los Ayuntamientos afecta directamente a los artistas.

La cantante de copla Pilar Boyero también percibe esta bajada. «El verano pasado tuve unas 30 actuaciones, y este año voy a tener la mitad, se nota, sí que se nota». Lo que también se nota es como los Ayuntamientos intentan recortar al máximo los gastos y ajustar el precio de los cachés. Toca apretarse el cinturón y lo hacen todos. Las apreturas económicas también son las causantes de que se cierren más tarde los carteles.

El prodigioso 2008

Desde 2008 no ha habido un verano con una agenda pródiga en conciertos. El Ayuntamiento de Cáceres ya ha anunciado que no habrá ninguna actuación en los meses de verano en la ciudad. María José Casado, concejala de Festejos, asegura que, de momento, no hay nada en previsión, y que el Ayuntamiento tampoco va a apoyar económicamente ninguna cita, más allá de lo que suele ser habitual, prestar el recinto hípico. La situación económica recomienda contención, y más teniendo en cuenta que ha habido resbalones considerables como el Festival del Oeste, que todavía trae cola.

El próximo concierto grande será en octubre, cuando Fiti & Fitipaldis pasen por Cáceres para presentar su gira 'Antes de que cuente diez'. Y poco más. No es que se hayan caído grandes citas, es que el verano no parece ser la fecha agenda pródiga en conciertos. La provincia ofrece más oportunidades para escuchar música en directo que la propia capital. Parecen ser que durante estas fechas el formato de los festivales en lugares más pequeños es más atractivo que el de las grandes citas musicales. El Festival de Música Negra que se puso en marcha de forma experimental el año 2008 tampoco continuó con más ediciones. Era una propuesta ambiciosa que arrancó con 150.000 euros de presupuesto y que contó, como cabeza de cartel, con la gran diva Donna Hightower, pero la falta de respaldo del público acompañada de una escisión del grupo de organizadores hizo que no volviera a celebrarse. El Grande Rock Festival es una cita con el rock underground que se había venido celebrando desde 2006 en Jaraíz de la Vera y que se trasladó a la ciudad en 2008. Funcionó ese año, pero no continuó.

La semana pasada se presentó 'Madroño Rock', que se celebra el próximo 30 de julio. Es una cita que perdura durante 25 años y que consigue poner en el mapa una localidad como Madroñera, en la que durante este año la sala Karibia ha logrado una programación constante de rock durante todo el año. El cartel lo encabezan Koma, Def con Dos y Albertucho, y además hay otro puñado de bandas de la región que completan el cartel. El éxito tal vez está en consolidar estos acontecimientos y en ligarlos a determinadas localidades. Que se conviertan en costumbre y no estén sometidas al albur de las condiciones económicas, que merman, como en este caso, las programaciones culturales.