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COSAS QUE PASAN

LA PAUSA DEL PITILLITO

J. R. ALONSO DE LA TORRE

Viernes, 29 de enero 2010, 01:10

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Los bares españoles perderán el 45% de su clientela, 70.000 cerrarán y se irán al paro 200.000 camareros. Ese es el panorama apocalíptico que dibuja José María Rubio, presidente de la Federación Española de Hostelería. La causa de esa debacle nacional no será otra que la nueva ley del tabaco que prepara el gobierno. Estos datos parten de la creencia de que los españoles no van al bar a tomar una copa, relacionarse con sus amistades, picar algo, salir o incluso escapar de casa y ver partidos de fútbol, sino que van al bar a fumar y si no se lo permiten, se quedarán encerraditos en el hogar y la honrada hostelería española, tan enraizada en nuestra historia y nuestras costumbres, desaparecerá en cuestión de meses. ¿De dónde saca estos pronósticos el señor Rubio? Pues muy sencillo: comparando, que es gerundio. Se ha ido a la letra I y ha escogido un país, Irlanda, para extrapolar datos. Allí se aplica esta ley desde 2004 y entre 2003 y 2007 ha cerrado el 8,6% de los restaurantes y el 24% de los bares. Podría haber seguido en la letra I y fijarse en el caso de Italia, más semejante a nosotros por lo latino. Allí no ha habido cierres ni pérdida de clientela. Los locales están llenos, los parroquianos hacen la 'pausa sigaretta', salen a fumar y todos contentos. Nadie se va a quedar en casa porque no se pueda fumar. Al bar se va a hacer mil cosas más que ahumarse. Tampoco se puede fumar en El Corte Inglés de Badajoz, en el Centro Comercial Ruta de la Plata de Cáceres o en los centros comerciales de Carrefour de Mérida y Plasencia y están llenos, no cierran, no despiden a nadie y se puede respirar.

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