«El uso de nuestros datos se autoriza en la letra pequeña que nadie lee»

La situación se repite casi a diario. Un ciudadano recibe una llamada de cualquier compañía que dispone no sólo de su número de móvil sino de otros datos personales que ponen en su conocimiento. Al colgar, la primera pregunta que se le viene a la mente es ¿quién les habrá dado mi teléfono a esta gente?

La Ley Orgánica 15/1999 de Protección de Datos de Carácter Personal nació hace una década para impedir que se den estas situaciones y así salvaguardar la intimidad de los ciudadanos. Para celebrar su aniversario, la Asociación de Empresarios de la Seguridad de la Información y de la Protección de Datos de Extremadura (Adatex) ha organizado unas jornadas que se celebrarán mañana en Badajoz. Su presidente, José María Palacino, explica a HOY la importancia de que los ciudadanos conozcan sus derechos y los ejerzan.

-¿Cómo consiguen algunas compañías, las telefónicas por ejemplo, los datos de los ciudadanos?

-Hay empresas que se dedican a vender listas de clientes. Pero en muchas ocasiones, nosotros mismos autorizamos a muchas compañías a utilizar nuestra información en la letra pequeña que nadie lee.

-¿Tenemos herramientas para evitar que lo continúen haciendo?

-Los ciudadanos tienen cuatro derechos conocidos como 'arco' (acceso, rectificación, cancelación y oposición) que les garantizan el control sobre sus datos personales y que están recogidos en la ley. Si una persona no está de acuerdo con que una determinada empresa tenga y use sus datos, puede dirigirse a ellos y solicitarles que los eliminen de sus ficheros. Y le tienen que hacer caso; de no hacerlo, estarían cometiendo una infracción contra la ley orgánica, que se creó para ampararlos.

-¿Por qué es necesaria una ley de protección de datos?

-Porque vivimos en un estado de derecho y tenemos que tener la certeza de que nuestra privacidad está a salvo. Eso tiene que estar regulado porque, aún estándolo, hay quien no respeta esas reglas e incurre en la ilegalidad. La gente no sabe en qué consiste la protección de datos y no tiene muy claro cuáles son sus datos públicos y cuáles los privados. Mi DNI es público, mi dirección y mi número de móvil, no, por ejemplo.

-¿Cuáles son las infracciones más habituales?

-Las de videovigilancia. Lo primero que habría de hacer una empresa que las realiza es advertir a los clientes de que existe una cámara que está grabando y éstos podrían pedirle explicaciones sobre el uso que va a hacer de esas imágenes. Hoy en día, en las redes sociales, alguien puede lanzarlas a la Red, o sacarlas en un medio de comunicación y eso no es legal. Hay un gran desconocimiento sobre este tema entre la mayoría de los usuarios. Hay que tener muy claro que el uso que se va a hacer de esas grabaciones es para una finalidad muy concreta. También son corrientes las infracciones de uso fraudulento de los datos. En este momento hay muchas empresas extremeñas con alguna sanción.

-¿Son cuantiosas las 'multas'?

-Mucho. Pueden ir desde los 600 euros a los 600.0000. Somos conocedores de que en Extremadura se han aplicado algunas sanciones bastante cuantiosas.

-¿Considera necesario que hubiera un organismo que, de oficio, se ocupara de vigilar esas transgresiones?

-Absolutamente. Estoy convencido que tendría que existir y en ese sentido tendríamos que trabajar. Comprendo que es difícil que se llegue a los 'ciberpolicías' pero alguien tiene que velar por los ciudadanos.

-¿Por qué tratándose de un derecho recogido en la Constitución, son las empresas privadas las que se ocupan de la vigilancia?

-Existe la Agencia Estatal de Protección de datos, que es nacional y tres autonómicas en Madrid, Cataluña y el País Vasco, pero en Extremadura no tenemos y esa es una reivindicación que hacemos desde hace años. La nacional tiene tal saturación que no puede atender a todo el mundo. La empresa privada se dedica a esto para que las compañías cumplan con la ley, porque de lo contrario incurrirían en una infracción y tendrían una sanción.

-¿Tienen los extremeños salvaguardada su intimidad?

-En parte, sí. No todo lo que sería deseable, pero poco a poco se va consiguiendo. La sociedad extremeña está a la vanguardia en estos temas y estamos cada vez más involucrados.

-En la sociedad actual conviven las generaciones que se mueven entre el 'exhibicionismo' de las redes sociales y los que se niegan a que sus datos figuren en ninguna base de datos. ¿Cuál de las dos posturas es más aconsejable?

-Lo aconsejable es que todo el mundo conozca sus derechos y en función de eso, actúe como le parezca bien. Tenemos que valorar y administrar hasta dónde llega nuestra privacidad. Lo único que tiene que estar muy controlado y muy bien regulado es todo lo concerniente a los menores de edad, sobre todo en el ámbito de Internet. Lo que ahora pueden parecer chiquilladas o bromas entre niños en un futuro pueden dañar seriamente la imagen de una persona.

-¿'Facebook' o 'Tuenti' son un motivo de preocupación?

-Evidentemente estamos muy pendientes. Constantemente salen noticias que dan a conocer casos preocupantes. Los adultos tenemos la responsabilidad de trasladarle a los menores la importancia de la intimidad y la privacidad. Hacerles saber que una foto que se cuelga en una red social no se sabe hasta dónde va a llegar y su alcance es difícil de determinar y de parar. Habría que poner algún tipo de barrera para los menores. El problema es que la tecnología siempre avanza más rápido que la ley.