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Michael Schumacher y su 'flecha plateada'. :: AFP
Schumacher sueña con el octavo título
FÓRMULA 1

Schumacher sueña con el octavo título

Mercedes se presenta como la selección germana, con Rosberg, Heidfeld de reserva y los coches decorados como 'flechas de plata'

JOSÉ CARLOS J. CARABIAS

Martes, 26 de enero 2010, 01:09

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El ciclo de presentaciones de la Fórmula 1 arrancó con el desfile por la tremenda del campeón de 2009, los herederos de Brawn. Mercedes enseñó su coche y su apuesta a lo grande. «Tenemos todos los ingredientes para ganar el título», sentenció Michael Schumacher como si fuera la llamada del muecín. En el museo Mercedes-Benz de Stuttgart se descubrió la manta para mostrar el MGP W01, el enrevesado nombre con el que 'Schumi' tratará de volver a mandar en la F 1 y capturar su octavo título.

«Hoy es el capítulo más importante en la historia de Mercedes», apuntó desde el mismo ámbito grandilocuente Norbert Haug, el jefe de la tribu alemana. Rosberg es el segundo piloto y Heidfeld ha fichado como piloto reserva. La selección germana de Fórmula 1.

El coche rememora en su estética a las 'flechas de plata' que vieron la luz por primera vez en 1934. Tonos platino con difuminados en negro y un guiño cómplice en verde al patrocinador, la multinacional malaya Petronas. No debutará en pista hasta el próximo lunes, en Valencia, cuando se cite en Cheste una amplia representación de la parrilla 2010.

«Somos un equipo nuevo. Dadnos tiempo», pidió Schumacher a los 200 periodistas acreditados y a los 400 invitados. El campeón reclamó árnica con una mentira piadosa. De nuevo no tiene nada el equipo. Es la escudería del doble difusor que arrasó al inicio de 2009.

Ross Brawn, el gurú que logró cinco títulos con Schumacher en Ferrari, sigue al frente del grupo. Él fue quien mejor interpretó el cambio de reglamentación y condujo a Button al título y a Brawn a la corona de constructores. Él compró todas las acciones de Honda por la cifra simbólica de un euro cuando el fabricante japonés decidió abandonar la F 1 porque no obtenía resultados. Y sólo él y unos cuantos fieles sabían que el coche que venían construyendo desde un año atrás tenía la aureola de ganador. Brawn se quedó con el equipo y Mercedes le pagó este invierno 123 millones por el 50 por ciento de la estructura. Y continúa como máximo responsable. Es el único condimento no germano de la selección.

Con estos mimbres, Schumacher sueña en alemán. «Estoy seguro», respondió lacónico cuando le preguntaron por su regreso. «Y estoy caliente», abundó. «No tengo molestias en el cuello. Y los tests que he realizado en GP2 y mi preparación me hacen ser optimista para ganar el título».

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