Borrar
¿Qué ha pasado hoy, 18 de abril, en Extremadura?
María José Cabalgante se fuma un cigarro en el bar La Roca de San Roque. Al lado, su hermana Celia. :: C.M.
Veladores en invierno contra la Ley Antitabaco
BADAJOZ

Veladores en invierno contra la Ley Antitabaco

A lo largo de 2010 no se podrá fumar en ningún bar; los hosteleros buscan fórmulas para satisfacer a todos los clientes

ROCÍO SÁNCHEZ RODRÍGUEZ

Sábado, 26 de diciembre 2009, 10:59

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

«Si no se puede fumar en ningún sitio, no creo que perdamos clientes», dice el camarero. «¡Cómo que no! Si no me dejan encenderme el cigarro, me tomo la caña en mi casa», contesta la clienta. «Al final nos acostumbraremos porque aquí nos gusta mucho la barra y que nos pongan la cerveza por delante», replica él. «Además, también te puedo poner una mesa fuera con una estufa», añade. «Eso ya es otra cosa», apunta ella.

La conversación transcurre en el bar La Roca de San Roque. El encargado del mismo, Andrés Torres Sierra, teme la llegada de la segunda parte de la Ley Antitabaco -que conlleva la prohibición de fumar en todos los locales y se aplicará, en principio, a lo largo del primer trimestre de 2010-, pero intenta ser optimista: «Nos tendremos que habituar, en el resto de Europa es así. Los primeros días van a ser fastidiados, sobre todo porque a lo mejor algún cliente no quiere entenderlo y te tienes que enfrentar a él para que no encienda el cigarro. Principalmente porque si lo hace, la multa me la ponen a mí. Pero bueno, como la ley es para todos los establecimientos, no sufro por las pérdidas económicas».

La clienta, Celia Cabalgante, tiene clara su postura ante la nueva medida de gobierno: «Habrá que ir a los bares porque allí quedas con los amigos, pero por supuesto que si no me dejan fumar, en lugar de dos cañas me bebo sólo una y me voy a mi casa. Parece que hay una persecución contra los fumadores», manifiesta esta vecina de San Roque. «Ahora la gente sólo va a los sitios donde está permitido el tabaco, después no sé qué pasará», agrega María José Cabalgante, hermana y compañera de barra y humos de Celia.

El gerente de La Roca, que lleva 13 años al frente del negocio, piensa en fórmulas para poder satisfacer a todos los clientes. «Una opción sería sacar las mesas a la calle para los que quieran fumar, es decir, que los veladores existieran en verano y en invierno. El problema es el frío, pero se pueden poner estufas especiales, como las que existen en muchas ciudades de Europa», explica.

Desde la entrada en vigor de la primera fase de la Ley Antitabaco (el uno de enero de 2006), sólo un local de la ciudad, El Venero de Santa Marina, aplicó la restricción de fumar en el interior. El bar Flash, en el Paseo de San Francisco, intentó también eliminar los 'malos humos', pero al comprobar que la clientela se redujo considerablemente en pocos días, volvió a permitir el cigarro.

Los que hicieron obras

«Los que tienen que reclamar al Gobierno son aquellos establecimientos que han hecho obras para habilitar una zona de fumadores y ahora no les va a servir de nada», subraya el matrimonio formado por Andrés Venero y Loli Cordero, encargados de El Venero de San Roque, donde ahora sí se puede fumar. «Que se unan todos y se busquen un abogado», apunta.

Otra propuesta que lanzan desde el sector de la hostería pacense es que el Gobierno conceda ayudas para construir bares con dos zonas perfectamente divididas, para que no se discrimine a ningún cliente: «Yo entiendo que a la gente le molesta el humo, pero es que también hay personas a las que les gusta fumarse un cigarro mientras se toman una copa. Y ambos casos son igual de respetables. Cada uno puede hacer lo que quiera», destaca Eduardo Gómez, que está el frente de 'Money-Money La Esquina', el antiguo bar 'La Esquina' de San Roque, que en breve tendrá una sala de juegos.

La puesta en marcha de la segunda parte de la Ley Antitabaco crea polémica, sobre todo en la barra de un bar. Hosteleros y clientes se muestran a favor o en contra según sean fumadores o no. Pero todos son conscientes de que los hábitos van a tener que cambiar. Los que apoyan la eliminación de humos argumentan que van a dejar de oler a tabaco cuando salgan de un local, pero los contrarios a la ley aseguran que el tabaco encubre 'aromas peores'.

Sea como sea, la actual Navidad pasará a la historia como la última en la que se podía fumar en el bar.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios