«Contrario a la Constitución»

La ex dirigente socialista Rosa Díez, ahora líder de UPyD, se desmarcó de la línea mayoritaria del Congreso y acusó con rotundidad que esta reforma es, como todas las anteriores tras la estela de Cataluña, una reforma paladina (clara, manifiesta y pública) de la Constitución «por la puerta de atrás».

El turno de los grupos parlamentarios, y son seis, lo había iniciado el alcalde de Don Benito y diputado del PP, Mariano Gallego. En su opinión la identidad política extremeña no viene de muy lejos, de la Constitución de 1978, pero hoy la realidad como comunidad es «indiscutible», dentro de la plena integración en España. El ex diputado de la Asamblea felicitó a la Cámara extremeña por que el texto guarda un respeto «exquisito» a la Constitución, y por mencionar el monasterio de Guadalupe por lo que representa sentimental y espiritualmente para la región.

Los dos grupos nacionalistas, Convergencia y Unió, y PNV, que votaron a favor del texto de reforma, afirmaron que el mismo les da la razón en sus tesis como la de exigir competencias exclusivas, o un trato financiero que se negociará bilateralmente, cosas que a vascos y catalanes se les ha negado o recurrido al Constitucional.

Gaspar Llamazares, de IU, que también votó en contra, se queja de que su coalición no ha sido tenida en cuenta para pactar la reforma, y que no se prevé una reforma de la Ley Electoral que para ellos es perjudicial. Aún así estará en la ponencia constitucional que tramita ahora el texto y espera.

Para la portavoz del Grupo Socialista, la extremeña María Antonia Trujillo, la «normalidad» del proceso de reforma de los estatutos «desmiente lo que se decía que eran innecesarias y acabarían rompiendo España, nada de lo dicho ha sucedido, lejos de romperla la estamos haciendo más fuerte».