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Un guión maya para Hollywood
SOCIEDAD

Un guión maya para Hollywood

El dios de la muerte lleva siglos esperando el año 2012, el supuesto fin del mundo de los mayas. Una fantasía para los expertos y una oportunidad para que el cine de catástrofes narre otro apocalipsis

FRANCISCO GRIÑÁN

Domingo, 1 de noviembre 2009, 14:03

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La fecha se esconde en plena selva de la península del Yucatán. En la asilvestrada ciudad de Cobá, una población del sureste de México que recupera el esplendor perdido después de siglos de abandono y de ser engullida por la vegetación. Entre ruinas y cerca de la representación del principal dios del inframundo, la muerte, se alza una piedra tallada, la estela número 1, que señala -en escritura jeroglífica- el supuesto fin de los días, el solsticio de invierno de 2012. La cercanía de la fecha ha disparado el interés por el imperio maya y por esta ciudad arqueológica que no sólo es un centro turístico del estado mexicano de Quintana Roo, sino también lugar de peregrinación de los amantes del misterio. Entre ellos, el cineasta Roland Emmerich, devoto de grandes aparatajes en pantalla ('Independence Day' y 'Godzilla'), que ha convertido estas inscripciones mayas en la piedra de toque de su nuevo proyecto catastrófico: '2012'.

Aunque el calendario maya señala la apocalíptica fecha para dentro de tres años, el cineasta alemán adoptado por Hollywood ha adelantado el diluvio en la gran pantalla. El cielo caerá sobre las butacas el próximo 13 de noviembre, fecha del estreno de esta superproducción de efectos especiales que no va a dejar piedra sin remover.

La película arranca con algunas escenas rodadas a pie de pirámide maya y con un suicidio colectivo para evitar el castigo del cataclismo. Prólogo de un espectáculo destructivo con el que Emmerich da rienda suelta a su gusto por los efectos especiales, su debilidad por las catástrofes y su particular sentido del humor (la Casa Blanca es 'atropellada' por un portaaviones cuando una gran ola inunda Washington. La guasa es que el barco que se lleva por delante el despacho oval es el JFK).

Una profecía

Las interpretaciones de las predicciones dantescas de la civilización maya dan argumentos para un guión destructivo, pero ¿qué hay de cierto en la profecía que predice el final del mundo para el 21 de diciembre de 2012? Ante la estela número 1, el indígena maya y guía de la ciudad arqueológica de Cobá Abelardo Chimal May matiza que el fin del mundo es sólo una de las interpretaciones que se hacen del oráculo. «Tradicionalmente se ha creído que en esa fecha se acaba el mundo, el fin del universo, pero otra vertiente afirma que lo que se avecina serán desastres naturales, como puede ser la venida de algún cuerpo celeste», explica Chimal May, que añade que este pueblo prehispánico que habitó lo que hoy es México, Belice, Honduras y Guatemala contó con excelentes astrónomos.

«Personalmente pienso que la estela número 1 nos advierte de desastres naturales», apostilla Abelardo Chimal May, que refuerza su tesis con otro vaticinio maya que, según él, después se cumpliría: «Otra profecía hablaba de la llegada de un hombre barbudo de pelo blanco. Se refería a Hernán Cortés», relata con voz grave al referirse al hombre que batalló contra los mayas y su politeísmo.

Ninguna de estas versiones la comparte la especialista Rocío García Valgañón, del Departamento de Historia de América II de la Universidad Complutense de Madrid y una de las autoras del blog 'Mayistas', que niega la mayor. «El calendario maya no acaba en 2012, sino que según ellos estamos en la cuarta era y cada una de estas épocas se corresponde con una nueva humanidad», afirma García Valgañón, que ve toda la literatura sobre 2012 como un «bulo» e insiste en que «no se puede interpretar como el fin del mundo ya que el calendario maya era cíclico y por tanto sólo se trata de un cambio de ciclo».

A pie de selva yucateca, las creencias y la fe se imponen a la ciencia. Así, el chamán de la comunidad maya de Tres Reyes, Crisanto Cahun Uc, no esconde cierto acento melodramático en sus predicciones. «En el 2012, va a haber una crisis en todas las naciones que estará precedida de dos o tres días de oscuridad», augura el dirigente espiritual. «Don Crisanto», como lo llaman en el pueblo, evita, no obstante, hablar del fin del mundo en los términos de Hollywood. «En el 2012 se producirá un cambio de energía, aunque el sol va a seguir brillando», adelanta el chamán, que transmite sus conocimientos a su hijo Eloy, como hizo a su vez su padre.

Fechas posteriores

Ante la pirámide más popular del mundo maya, Chichén Itzá, el indígena y guía de esta ciudad arqueológica David Eduardo Come May explica que todas las ciudades de Mesoamérica «contaban con un observatorio que no sólo permitía predecir las lluvias y la hora del amanecer del día siguiente, sino que se seguía el movimiento del Sol, la Luna y Venus para conocer los equinoccios y solsticios y aplicar esos conocimientos a la agricultura. Esto permitió a los mayas concebir su propio calendario. Así, concebían ciclos de 52 años, en los que todo volvía a empezar, por lo que, el 21 de diciembre de 2012 es la fecha de un ciclo terminal de los mayas», señala Come May, que interpreta que la nueva etapa «puede coincidir con el cambio climático». «Pero no va a ser el fin del mundo», apostilla, a la vez que reconoce que cada vez más turistas preguntan por el supuesto apocalipsis maya.

Por el contrario, la 'mayista' Rocío García Valgañón considera que la equiparación de 2012 con el calentamiento global y el deshielo «carece de base, ya que los mayas creían que la Tierra era como un caparazón de tortuga y ni siquiera conocían la existencia de los polos», sentencia.

En la misma línea se sitúa el epigrafista y profesor de la Universidad Complutense Alfonso Lacadena, que explica que este pueblo prehispánico contempló fechas «mucho más allá de 2012», por lo que «los primeros que no creyeron que el mundo se fuera a terminar dentro de tres años fueron los propios mayas».

Misterio y fe son los principales ingredientes de las interpretaciones fatalistas que surgen de la controvertida fecha, a la que unas gotas de (ciencia) ficción ha convertido en guión propicio del próximo estreno de '2012', que, por el momento, sólo pretende convertir las salas en un terremoto de público. Lo positivo del estreno del filme y de la cada vez más cercana fecha 'fatídica' es el incremento de visitantes a las antiguas ciudades mayas, cuyos indígenas están cada vez más implicados en la conservación y explotación sostenible de su legado. Es el caso de Alberto Cen Caamal, miembro de la empresa Turismo Comunitario Sian Ka'an, que muestra la ciudad selvática de Muyil y recorre en barca la reserva de la biosfera de Sian Ka'an con el «compromiso de no alterar la herencia de nuestros antepasados».

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