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REGIONAL

El precedente de Doñana

PPLL

Domingo, 1 de noviembre 2009, 11:13

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El hecho de que Felipe González veraneara en Doñana y se viera con su amigo Juan Carlos Rodríguez Ibarra en Monfragüe no es el único nexo entre el Parque Nacional extremeño y el andaluz. Hay otros vínculos. Por ejemplo: en Huelva están criando linces en cautividad mientras que el cacereño tendrá el año que viene una instalación similar a unos pocos kilómetros, en Zarza de Granadilla. Otro más: lo que ahora denuncia un grupo de ganaderos de Monfragüe ya lo sacaron a la luz pública hace tiempo en el entorno de Doñana.

En junio del año pasado, expertos del CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas), la Universidad de Castilla La Mancha, la de Sevilla, científicos del Instituto de Recursos Cinegéticos de Ciudad Real y del Hospital Virgen del Rocío de la capital autonómica andaluza hicieron un estudio epidemiológico en el Parque Nacional onubense. Hacía tiempo que varios propietarios de explotaciones ganaderas de la zona venían quejándose de la multiplicación de casos de tuberculosis entre sus animales. Según ellos, esa nueva realidad tenía un culpable principal: la superpoblación de ciervos y jabalíes. Es exactamente la misma teoría que ahora mantiene un grupo de ganaderos del área de Monfragüe.

Datos concluyentes

Y en aquella ocasión, el informe del CSIC les dio la razón. El estudio fue presentado en España en septiembre del año 2007 durante el XXI Congreso Nacional de Microbiología que se celebró en Sevilla. Y sus conclusiones eran cristalinas. Según su definición, la prevalencia de la tuberculosis bovina en varios vertebrados de Doñana era «alarmante». Hasta el punto de que los especialistas aconsejaban «reducir drásticamente» la población de jabalíes, ciervos y gamos.

Los expertos aislaron los microorganismos de los animales enfermos que habían sido cazados, e hicieron lo mismo con los ejemplares de fauna doméstica. Y así cerraron el círculo, certificaron que el uno había contagiado al otro. Además, esa investigación aportaba un dato fundamental: la presencia de la enfermedad traducida a porcentaje. La tuberculosis bovina afectaba al 69 por ciento de los jabalíes, a 28 de cada cien ciervos y al 26 por ciento de los gamos, unos índices extraordinariamente altos. En vacas, la prevalencia era igualmente «muy elevada».

El responsable de aquel estudio fue Juan José Negro, investigador de la Estación Biológica de Doñana, que durante la presentación del trabajo explicó que una prevalencia de tuberculosis en vacas superior al uno por ciento obligaba a sanear la cabaña ganadera. Ante la evidencia de que los índices obtenidos durante la investigación multiplicaban ese rango límite del uno por ciento, Negro no dudaba de la necesidad de una actuación «contundente» en Doñana. Aquel trabajo que él dirigió fue el primero en España en analizar de forma detallada el nexo entre la superpoblación de jabalíes, ciervos y gamos y la tuberculosis bovina. Ahora, en Extremadura, ya se han levantado algunas voces pidiendo que se haga el segundo.

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