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La plantilla de vigilantes del centro de menores está formada por 30 vigilantes de seguridad. / HOY
El Marcelo Nessi aún no ha enviado a la Fiscalía el vídeo de la agresión al interno
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El Marcelo Nessi aún no ha enviado a la Fiscalía el vídeo de la agresión al interno

La fiscal de Menores afirma tras ver la grabación que es una agresión que merece ser castigada «Esos vigilantes no pueden ni deben seguir trabajando en el centro», advierte Gandolfo

EVARISTO FERNÁNDEZ DE VEGA

Jueves, 29 de octubre 2009, 20:55

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«Si a mí me remiten estas imágenes el 28 de julio y veo este comportamiento de los vigilantes de seguridad del centro habría sido la primera en denunciar». Así de claro lo tiene Sonia Gandolfo, la fiscal delegada de Menores en Badajoz. Su departamento fue informado el 3 de agosto del malestar expresado por el interno que fue golpeado por los vigilantes de seguridad del centro de reforma Marcelo Nessi de Badajoz, pero el comunicado que le remitió ese día el director del centro no incluía dos pruebas fundamentales: el vídeo de los hechos y el reconocimiento médico del agredido.

La fiscal no supo de la existencia de ese vídeo hasta ayer por la mañana, cuando lo publicó HOY.es. «La primera noticia que he tenido de esa grabación ha sido a través de un programa de radio. He venido aterrorizada al trabajo, y después de verlo sólo puedo decir una cosa: lamento que personas que deben de tener un trato especializado con los menores hayan actuado de esta forma. En ese centro se intenta trabajar con menores que tienen carencias para que se reeduquen y se resocialicen. Lo que he visto no es ni reeducador ni resocializador». Tras estas afirmaciones, Gandolfo pide a la Junta que adopte medidas disciplinarias y profesionales «de una forma inmediata si es que no se han tomado hasta el momento». La fiscal considera insuficiente que el vigilante que propina los golpes sólo haya sido apartado del módulo en el que ocurrieron los hechos. «Una persona que actúa así en ese módulo, quién nos dice que no actúe de esa forma y con esa contundencia en otro y con otro menor. Esa persona no puede ni debe de trabajar en ese centro». Gandolfo reconoce que la Fiscalía no es competente para apartar a alguien de su empleo. «Las personas que contrata la Consejería no dependen de la Fiscalía», aclara.

Esa petición de que se les retire del trabajo la hace extensiva a los otros tres vigilantes que participan de los hechos. «De la agresión son responsables los vigilantes que actúan. En cuanto a que no se hayan adoptado medidas con los vigilantes o la empresa, es cuestión de la dirección y de la Consejería, que es de quien depende el centro», añade la fiscal.

El joven de 19 años que recibe los golpes ingresó en el centro el 7 de mayo del año 2008. Había cometido multitud de delitos y su castigo derivó en un internamiento de dos años.

Gandolfo ha explicado que ese interno es responsable de amenazas y agresiones al personal. Se resistió activamente a las indicaciones de trabajadores que actuaban en el legítimo ejercicio de sus funciones. Por este motivo se le abrió un expediente. La Junta le comunicó a la Fiscalía en el escrito del 3 de agosto que el menor se resistió cuando le iban a comunicar la medida, por lo que actuaron. «Lo cogieron entre los tres vigilantes y lo engrilletaron», es lo que le dijo el centro a la Fiscalía. También le comunicó que «el interno se puso un poco nervioso, insultó a los vigilantes y arrojó una chancla que impactó en la puerta». Desde entonces, ni la Fiscalía de Menores ni el Juzgado de Menores ha vuelto a tener información del centro sobre lo acontecido. El informe médico no fue realizado hasta el 11 de agosto, dos semanas después de los hechos.

Donde sí se recibieron novedades fue en el juzgado de instrucción que estaba de guardia el 13 de agosto. Ese día fue presentada la denuncia del menor, pero ese juzgado no era competente y hasta el 15 de octubre no ha llegado el caso al juzgado de instrucción que llevará el caso. «De forma inmediata, se solicita al centro que remita informe sobre lo que ha acontecido y también informe de las lesiones que ha tenido este menor, que es remitido a este juzgado de instrucción, y en la actualidad está realizando las pesquisas y la instrucción oportuna».

El juzgado trabaja en la identificación de los vigilantes y se tomará declaración a la víctima. Sonia Gandolfo no se atreve a calificar los hechos, pero entiende que podría tratarse de un delito o de una falta de lesiones. La fiscal reconoce que no es la primera vez que ocurre algo así en el Marcelo Nessi. «Con esa contundencia no, pero denuncias de otros menores en épocas pasadas sí han existido. Ha habido juicios de faltas. La diferencia aquí es que hay algo objetivo, hay un parte de lesiones», concluye la fiscal.

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