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Nogales. Lorenzo Suárez de Figueroa comenzó la construcción de la fortaleza en 1458. /HOY
Ruta por los castillos de Tierra de Barros
historia de las fortelezas

Ruta por los castillos de Tierra de Barros

Los de Feria, Nogales, Villalba y Zafra tienen el denominador común de haber sido mandados edificar o remodelar por la familia de los Suárez de Figueroa

J. JULIO LÓPEZ RODRÍGUEZ |

Lunes, 21 de septiembre 2009, 13:22

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Todos los castillos en Tierra de Barros tienen como denominador común el haber sido mandados edificar, remodelar o mejorar por la familia de los Suárez de Figueroa a lo largo de generaciones de señores, condes y duques. Hábiles en el manejo de la espada y de las letras, los castillos de Feria, Nogales, Villalba y Zafra, y más, formaron parte de sus amplios dominios.

Los orígenes de esta familia, una de las importantes en la Historia de Extremadura desde el siglo XIV, hay que buscarlos en Galicia. Allí nace Lorenzo Suárez de Figueroa que ingresó en la Orden de Santiago llegando a ser maestre. Es a partir de entonces cuando este apellido empezará a crecer y a ligarse a las tierras extremeñas.

Sus excelentes campañas en las guerras que enfrentaban a Castilla con Portugal hizo que Enrique III El Doliente le donase las villas de Feria, Zafra y La Parra creando así un mayorazgo que luego incrementó con donaciones y compras como fueron el caso de Villalba y Nogales.

A su muerte pasa el Mayorazgo a su hijo Gómez Suárez de Figueroa, primer señor de Feria y de Zafra (1389), que se casa con Elvira Lasso de Mendoza. De este enlace nacerá Lorenzo Suárez de Figueroa yMendoza, primer conde de Feria, que fue el constructor de los castillos de Zafra, Feria, parte del de Nogales y la barbacana o parte exterior del de Villalba.

Fue Gómez Suárez de Figueroa y Manuel, segundo conde de Feria, el que concluye el castillo de Nogales y la torre del homenaje de Feria.

Feria

Enrique III donó el 28 de febrero de 1394 esta villa, junto con Zafra y La Parra, a Gómez Suárez de Figueroa, surgiendo así el Señorío de Feria. Pero fue Lorenzo Suárez de Figueroa, segundo señor de Feria y primer conde, el que comenzó las obras de reparación del castillo en 1440, levantando el actual recinto amurallado. La torre del homenaje pudo ser proyectada e iniciada en este periodo, pero el que la terminó fue su hijo Gómez Suárez de Figueroa yManuel, segundo señor de Feria. Para esta afirmación me baso en los símbolos heráldicos que se pueden ver en el exterior de la cara este de dicha torre, donde a modo de cenefa se representan sus símbolos, hoja de higuera y mano alada y armada, y los de su primera mujer Constanza Osorio y Rojas, estrella de ocho puntas y can pasante.

De este castillo destaca sobre todo la torre del homenaje, de estilo gótico-militar, de un tamaño desproporcionado (40 metros de altura) donde además llaman la atención los ángulos redondeados de sus esquinas. Está rematada por unos elegantes canecillos. Su puerta de acceso, gótica, está guarnecida por un airosomatacán que mira al este.

Su interior lo componen cuatro amplias plantas, bien iluminadas por ventanas góticas. Su acceso se hacía a cierta altura del suelo, desde el adarve de la muralla de diafragma.

Se entra en el interior de la torre por una escalera en codo, no original, que nos lleva a la segunda planta. La citada estancia, esta dividida en dos mitades bien diferenciadas: la de la derecha, con una gran chimenea, una letrina y una escalera, que empotrada en el muro nos lleva a la tercera planta, y la de la izquierda dividida en dos camaretas y una escalera que nos baja hasta el sótano, donde se encuentra un aljibe. La distribución de la tercera planta es parecida a la anterior, salvo que su zona izquierda tiene tres camaretas en lugar de dos. La cuarta planta está dividida en dos mitades, sin chimenea, con dos camaretas en su lado izquierdo y desde ella se accede al terrado por una escalera empotrada en el muro como las anteriores.

Nogales

Corría el año 1395 cuando Gómez Suárez de Figueroa, primer señor de Feria, compra por 80.000 maravedíes la villa de Nogales, junto con otras posesiones en Zafra y La Parra, que pertenecían al señorío de los Enrique. Estaba por entonces Nogales asentada junto a la ribera del mismo nombre y cerca de la iglesia de San Juan. Las malas condiciones higiénicas de esta villa provocaron que en 1448 sus habitantes quedaran reducidos a dos. Estos hechos motivaron que Lorenzo Suárez de Figueroa refundase la villa el 30 de mayo de 1448, situándola en el emplazamiento actual, sobre un cabezo de 451 metros.

Transcurridos diez años (1458) se comenzó la construcción de la fortaleza por orden de Lorenzo Suárez de Figueroa según reza una lápida situada encima de la puerta de la torre del homenaje donde además se dice el motivo de la construcción: ... «en defensa de su tierra e de los moradores della».

Gracias a un segundo testimonio escrito, éste en la puerta de entrada a la fortaleza, sabemos que el castillo fue concluido por su hijo Gómez Suárez de Figueroa yManuel, segundo Conde de Feria, en 1464.

El castillo-torreón se encuentra en el punto más alto de la atalaya a 451 metros. Delante del cuerpo de la fortaleza había un foso de unos cuatro metros de ancho.

Presenta como defensa una barrera baja, rematada en sus ángulos por cuatro torres cilíndricas algo más altas a las que se accede por los adarves. Todo el recinto está coronado por almenas. Alrededor de esta muralla defensiva podemos observar diez cañoneras y quince saeteras. Ya en el interior del castillo, al que se accede por una puerta de ojival, destaca la torre del homenaje, de 25 metros de altura, rematada por altas almenas y restos de un matacán que protegía la puerta de acceso.

Dentro de la torre del homenaje, en su ángulo derecho, hay una trampilla que da acceso a dos cámaras superpuestas que debieron ser aljibes. La cámara principal del castillo se encuentra en el segundo piso, en ella hay una chimenea. Esta planta y la tercera están iluminadas por saeteras.

Villalba

Gracias a documentos que aún se conservan sabemos que perteneció a Leonor Enríquez hasta que le fue incautado y después vendido en 1370 a los Piñel. El litigio entre estas dos familias por la villa y el castillo terminó con una doble venta a favor de Gómez Suárez de Figueroa, señor de Feria, en 1395. En las dos escrituras de venta se hace ya referencia al castillo. Si la venta se llevó a cabo en 1395, la lápida que estaba en la fachada de la puerta principal del castillo carece de rigor histórico al afirmar que se comenzó la construcción de la fortaleza en 1397, cuando ya existía.

La última etapa de construcción del castillo se debe al segundo señor de Feria, Lorenzo Suárez de Figueroa, conde desde 1460, que mandó hacer las murallas exteriores o barbacanas en 1449, hoy en día muy deterioradas.

Es un castillo de los denominados de vaguada, que se levanta a escasa altura sobre un pequeño cerro cerca del río Guadajira aprovechando una antigua mezquita fortificada. Se trata de una construcción de mampostería rodeada de una segunda muralla exterior o barbacana de la que aún quedan algunos restos en sus lados este y oeste, y a su vez protegida por un foso, hoy tapado, al menos en tres de sus cuatro lados. El núcleo principal del castillo es de forma rectangular, constituido por altas murallas acabadas en sus esquinas por cuatro torres en forma cilíndrica. Tres de sus lienzos se encuentran reforzados en su mitad por torreones sólidos semicilíndricos.

En la cara norte se encuentra, en medio del lienzo, un torreón cuadrado que sobresale del resto, la llamada torre del homenaje. Ésta se encuentra reforzada en su exterior por una torre semicircular y maciza que se encuentra adosada a ella.

Pasando una puerta dintelada, en la muralla exterior, nos encontramos de frente con el acceso al castillo. Desembocamos en un reducido patio donde podemos observar como en tres de sus cuatro muros sobresalen arranques de bóvedas.

Estos lienzos, al igual que el interior de los torreones, están decorados con pinturas de tipo mudéjar sobre yeso.

Frente al pozo, en dirección norte, nos encontramos con la torre del homenaje. Podemos acceder a ella por dos puertas, una que desde el patio nos lleva a la parte baja, donde se encuentra un gran aljibe y una habitación decorada. Para entrar a la parte habitable, hoy desaparecida, había que subir por una escalera que hay en el torreón noreste, por encima de la puerta de acceso al castillo.

Lo reducido del interior de la torre del homenaje, la decoración del interior de los torreones y partes altas de los muros así como la disposición de las ventanas a dos niveles, hacen pensar que la zona abovedada debió tener dos plantas, utilizándose la zona superior como vivienda, teniendo la misma altura que la primera planta de la torre del homenaje y comunicada con ésta desde el interior. Esta disposición claustral en torno a un patio central nos recordaría mucho a la distribución utilizada posteriormente por los mismos dueños en el castillo de Zafra.

Zafra

El castillo palaciego que nos ocupa fue mandado levantar por el segundo señor de Feria, Lorenzo Suárez de Figueroa. De la fecha de su inicio, 1437, nos informa una inscripción que se encuentra sobre la puerta de acceso. La obra quedó concluida en 1443 como puede leerse en una inscripción situada encima de la puerta de la torre del homenaje junto a los escudos heráldicos de sus promotores y el de Zafra, jarrón con azucenas. En tiempos de Felipe II, siglo XVI, se concede el Ducado de Feria a los hasta entonces condes, hecho que motivó una serie de reformas en el castillo encaminadas a cambiar su aspecto castrense en una residencia más palaciega. De este periodo data el patio de estilo renacentista proyectado por Juan de Herrera, según consta en los archivos deMedinaceli.

Este alcázar se encuentra dentro del casco urbano. Se utilizó la mampostería para su construcción, dejando el uso de la sillería para los vanos, la puerta principal y elmatacán. Podemos observar como todo su perímetro está coronado por almenas en forma de pirámide. Es de planta casi cuadrada rematando cada uno de sus cuatro vértices por torreones. En dos de sus altos lienzos, los orientados al norte y al sur, sobresalen dos cubos en cantonera muy parecidos a los de Villalba. En medio de la fachada oeste se encuentra la puerta de medio punto que da acceso al recinto, flanqueada por dos torres cilíndricas. Encima hay una ventana geminada con arcos apuntados y coronando la fachada principal un matacán.

De las nueve torres que rodean el recinto destaca la del homenaje, situada en medio del muro orientado al este, un tercio por encima de las demás. Su traza es cilíndrica y de gran volumen, levantándose a una altura de veintinueve metros y un diámetro cercano a los nueve.

Encima del dintel de su puerta se encuentra la fecha de la terminación del castillo (1443). Sobre su base maciza se superponen tres niveles o pisos. En el interior de la torre del homenaje se conservan restos de pinturas murales al fresco con motivos figurativos y heráldicos.

La parte central del castillo esta ocupada por un maravilloso patio renacentista, a dos niveles, realizado en piedra blanca procedente de las canteras de Burguillos del Cerro y la Alconera. Sus galerías bajas las sostienen columnas dóricas siendo de estilo jónico en la zona alta. En medio del patio se conserva un pilón poligonal también de mármol blanco.

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