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«Al volver no nos entraban los zapatos»
EL VERANEO DE... CARMEN CAFFAREL | DTRA. DEL INSTITUTO CERVANTES

«Al volver no nos entraban los zapatos»

POR TATIANA G. RIVAS

Miércoles, 26 de agosto 2009, 12:11

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«Esta foto en blanco y negro me trae muchos recuerdos; representa esa etapa de mi vida, de los cuatro a los nueve años, en la que seguíamos el mismo ritual todos los veranos, sin excepción. Terminaba el colegio y mis padres cargaban un coche pequeñísimo con sombrillas, maletas y equipaje para, durante casi tres meses, estar en contacto directo con el campo y la playa. Significaba el corte absoluto entre la vida disciplinada del colegio y el paso a una especie de anarquía o libertad». Qué lejos quedan ahora aquellos tiempos, cuando los padres de Carmen Caffarel, alternaban los días de vacaciones entre Sant Antoni de Calonge (Gerona) y Valldoreix (Barcelona). Tranquilidad y diversión eran todo lo que buscaban. Caffarel dice que aquello era el paraíso.

Además de una cicatriz en la rodilla por un golpe al caerse de la bicicleta, atesora un sinfín de anécdotas. «Somos muy madrugadores todos; mi hermano el que más. Me acuerdo cómo se iba a las seis de la mañana a la panadería, lo único que estaba abierto a esa hora, y le daban masa. Él preparaba entonces cruasanes pequeños, ensaimadas... y, a las ocho de la mañana, aparecía con ellos por casa. Estaban totalmente deformados, pero los traía para que desayunáramos». Y se ponían las botas, como debe ser.

La familia Caffarel siempre alquilaba la misma casa en los dos municipios catalanes. «No eran nada ostentosas. En Valldoreix nos bañábamos en la piscina de la vecina de al lado. En Sant Antoni íbamos a una casita de pescadores». No hacía falta más. Después de aquellos veranos acompañados siempre del sonido de las chicharras y la recogida de moras, «de donde salíamos llenos de arañazos», tocaba la vuelta al colegio. Carmen confiesa que no les cabían los zapatos porque «estábamos con alpargatas todo el verano». La directora del Cervantes lamenta no poder disfrutar de los suyos como hacía antes, pero no cambiaría su actual trabajo. «Estoy haciendo lo que me gusta».

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