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EFE | HOY.ES
Domingo, 5 de julio 2009, 20:30
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Las cenizas de los represaliados en la Guerra Civil cuyos cuerpos fueron arrojados a la fosa común de Valdihuelo, en Alburquerque, descansan desde hoy en el cementerio municipal de esta localidad después de la celebración de un acto de homenaje.
El primer campo de trabajo llevado a cabo por la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica en Extremadura permitió recuperar esos restos.
Las exhumaciones en la mina de Valdihuelo comenzaron a finales de 2004 y, posteriormente, un equipo de expertos realizó trabajos de identificación e investigación en la Facultad de Medicina de Badajoz que no pudieron concluir con la identificación individualizada de los restos debido a su mal estado.
Por ello, el año pasado fueron incinerados juntos en el crematorio del Cementerio de la Soledad de Badajoz.
Los restos corresponderían a vecinos de Alburquerque y de las localidades cercanas de Villar del Rey y San Vicente de Alcántara, unos 16 en total.
Un centenar de familiares de los 142 desaparecidos en la zona durante la Guerra Civil, acompañados por miembros de la Corporación municipal, del PSOE local y vecinos, han asistido hoy al acto en el que se han depositado las cenizas.
Durante su intervención, el alcalde de Alburquerque, Ángel Vadillo, ha hablado de "deuda histórica" de todos los vecinos de Alburquerque con los que sacrificaron su vida para que hoy se viva en un estado democrático y la calidad de vida sea muy superior a la que ellos tuvieron.
"A ellos debemos todo esto que hoy disfrutamos, por lo que es de justicia rendirles un homenaje", ha resaltado.
El alcalde ha recordado que ha llegado el momento de hacer justicia, a pesar de las dificultades encontradas durante años.En su intervención, ha leído los nombres de las 142 personas y ha recordado el mensaje del político republicano Manuel Azaña "paz, piedad y perdón".
Vadillo se ha comprometido "de corazón y sin complejo alguno" a recordar cada año a estas personas.
"Descansen en paz", ha dicho para cerrar su discurso, y a continuación ha depositado las cenizas que portaba en una urna y ha descubierto un monumento en pizarra con los nombres de los 142 homenajeados.
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