Borrar
¿Qué ha pasado hoy, 28 de marzo, en Extremadura?
TOROS

Curro Díaz dio la vuelta al ruedo en el festejo de Las Ventas y Eduardo Gallo tuvo una entonada actuación

JAVIER LÓPEZ

Lunes, 22 de junio 2009, 02:42

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Una vuelta al ruedo dio el diestro Curro Díaz en el festejo celebrado ayer en Las Ventas, una función en la que también destacó el buen hacer de Eduardo Gallo en sus dos toros, premiado con sendas ovaciones.Tarde de detalles fue la de Las Ventas. Los toros, sin fuerzas, colaboraron más bien poco, pero los hubo también que aunque se acabaron pronto, «se dejaron» lo suyo, y aquí merecen destacarse dos nombres: Curro Díaz, que si no llega ser por la espada le corta una oreja al cuarto, y el de Eduardo Gallo, que mostró buena actitud y capacidad con sus dos toros.Curro se enfrentó en primer lugar a un toro al que le faltaron fuerzas y codicia para tomar los engaños, motivo por el que después se defendió con un molesto calamocheo, lo que deslució la labor del torero

No obstante, se gustó Curro en el comienzo de faena con pases desmayados de mucha estética, y también al natural por donde dibujó muletazos de uno en uno despaciosos y por abajo. Pero a la faena le faltó continuidad y limpieza.

El cuarto fue otra cosa, toro justo también de fuerzas, sin embargo, con muy buen fondo. Curro supo aprovecharlo para realizar una faena de mucha pinturería, con una primera parte por el pitón derecho, en el que hubo sobre todo una serie de mucho sabor, con relajo y bajando mucho la mano. Cierto es que sometió mucho Curro a este toro, que cada dos por tres acababa claudicando. La pena fue el pinchazo previo a la estocada final, lo que le privó del trofeo.

Gallo valiente

Gallo recibió a su primero con verónicas a pies juntos, jugando bien los brazos, y abrochadas con una elegante media y posterior larga.

El toro tuvo clase pero ninguna fuerza y sin «transmisión» y aún así Gallo apostó él, toreándolo con mimo y suavidad a media altura, en un trasteo que, aunque le faltó emoción, tuvo mérito, pues del salmantino hay que anotar que puso voluntad y que estuvo por encima de su antagonista, sacándole muletazos sueltos de buen aire, para terminar la labor en las cercanías.

El quinto tuvo nobleza y un buen pitón izquierdo. Finalizó con un «arrimón» muy a modo y posteriores manoletinas, Pero se alargó mucho el torero en su labor, tanto que le tocaron un aviso antes de montar la espada, que sumado a lo que tardó el toro en doblar, acabó enfriando el ambiente. Palacios toreó con gusto de capote al tercero, tanto en el saludo a la verónica como en un posterior «galleo» para llevarlo al caballo. El toro peleó sobradamente en varas con fijeza y prontitud, y tuvo movilidad y buen fondo en los primeros compases de muleta por el lado derecho, aunque acabaría recortando. Con el sexto, el más deslucido de la tarde por lo reservón y parado que fue, nada pudo hacer Palacios.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios