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ZONA DE PASO | FEDERICO VÁZQUEZ, PRESIDENTE DE LA PEÑA EXTREMEÑA 'AMIGOS DEL FLAMENCO'

«En las épocas más duras es cuando salen los mejores cantaores y creaciones»

Considerado uno de los mayores expertos musicales, desde hace ocho años preside también la Agrupación Flamenca regional, que integra a peñas de las provincias de Cáceres y de Badajoz

JUAN DOMINGO FERNÁNDEZ

Domingo, 21 de junio 2009, 13:01

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-¿El frío de Zamora concilia bien con el calor del flamenco?

-A veces sí y a veces, no. Depende de las circunstancias, sobre todo en un cante por siguiriyas.

-¿A quién oyó cantar en vivo por primera vez Federico Vázquez?

-Pues ese momento no lo recuerdo, pero es posible que fuera alguno de los viejos cantaores, y quizás, en un momento determinado, con la guitarra de Ramón Montoya (porque yo tenía un amigo de mi abuelo que le gustaba la guitarra) y es posible que le escuchara algún cante de don Antonio Chacón.

-¿Tiene malos recuerdos de la España de la posguerra?

-Como todo el mundo. Algunos lo hemos pasado fatal y no hemos podido conseguir ciertas cosas, precisamente por esa posguerra.

-Si le ponen en la disyuntiva de caza o fútbol, ¿por qué se inclina?

-(Sin dudar). La caza.

-¿Cómo le defino? ¿Como un investigador, como un aficionado o como un intelectual del flamenco?

-Un simple y pequeño aficionado.

-¿No es quizás falsa modestia?

-No, no. Creo que cada vez se sabe menos en la vida.

-¿El flamenco consuela mejor en la tristeza o acompaña mejor en la alegría?

-Para mí en la tristeza.

-¿Cuántos discos de flamenco tiene en su colección privada?

-Unos mil.

-¿Vinilos?

-Sí, generalmente, LPs.

-¿Cuál es el más antiguo?

-Uno de principios del siglo pasado, de los primeros que se hicieron. No recuerdo con exactitud, pero creo que de Núñez de las Cabezas o algo así.

-¿Alguno de sus hijos han seguido su afición al flamenco?

-No. Han seguido la afición al folklore; su madre [María Fernanda Sánchez Franco, cofundadora y actual presidenta de la Asociación Cacereña de Folklore 'El Redoble'] ha influido en eso.

-¿O sea, que el flamenco nada?

-Les gusta, pero su fuerte es el folklore.

-A la política, qué palo flamenco le va bien?

-Es tan complicado... Quizás a veces, por lo que tiene de inconstante y de superflua, la bulería.

-¿Alguna vez se ha arrancado por peteneras?

-Alguna vez. Pero generalmente me ha gustado más la soleá y la siguiriya.

-¿Eso de que el flamenco es un patrimonio andaluz es una patraña?

-En eso hay muchas cosas que decir ¿no? Por ejemplo, Manuel García Matos sostenía la teoría de que las primeras manifestaciones de lo que pudieron ser las tonadas flamencas tal vez se dieron en la confluencia de las provincias de Cáceres y Salamanca y después, siendo la Ruta de la Plata un lugar de ida y vuelta por la trashumancia, hayan podido llegar y tener posos en diferentes lugares. De todas maneras, este es un país de aluvión, muy de sube y baja, por las circunstancias históricas, y es de suponer que cada uno haya dejado su granito de arena, aunque después hay un foco donde quizás se ha desarrollado más, pero, evidentemente, grandes figuras flamencas han existido fuera de Andalucía y han marcado una época bastante más que los que consideramos que se han desarrollado en la zona andaluza.

-Grandes figuras ¿como quién?

-Por ejemplo, Sabicas, que era de Pamplona. Vicente Escudero, de Valladolid. Y después la zona de Madrid ha sido clave y fundamental porque es donde confluían la mayoría de los cantaores que tenían cierta importancia y donde se buscaban su pecunio. Madrid ha sido importantísimo para la historia flamenca.

-Sin embargo, para usted, el número uno indiscutible es Mairena, y Mairena es andaluz...

-Sí, indudablemente. Pero tenía un concepto universalista del flamenco. Y prueba evidente son las grandes relaciones que tenía fuera del ambiente andaluz. Yo creo que ha sido el cantaor que en un momento determinado ha marcado un antes y un después tanto en su forma de hacer, de decir y de comportarse.

-¿Cáceres y Badajoz son iguales de flamencas?

-No. Hay dos conceptos diferentes. Yo creo que el concepto de Cáceres es más de estudio, de vivencia, de conocimiento, y Badajoz, sin embargo, es más que de vivencia, de la fiesta; quizás también por las circunstancias históricas y la situación geográfica de Badajoz, la Plaza Alta, y la zona de Mérida, que no podemos olvidar porque es clave sobre todo para los jaleos extremeños.

-Precisamente, hay dos palos muy extremeños, los tangos y los jaleos. ¿Dónde se cree que nacen?

-Bueno, eso es como tantas cosas en la vida. El flamenco (igual que ocurre en general con la música) hasta que no existe el primer documento sonoro no podemos atestiguar ni cómo era ni dónde se desarrolla. Con lo cual, son solo hipótesis. Podemos admitir que, en función de la Plaza Alta de Badajoz (lo que se llamaba antes el barrio chino) allí confluía muchísima gente de toda clase y condición y siempre se acababa de fiesta. Generalmente, la fiesta que se hacía en la Plaza Alta eran a través de tangos, con el deje ese especial que tiene la gente de Badajoz, con las vocales caídas y el arrastre que también se nota perfectamente en la musicalidad de los tangos. Y en cuanto a los jaleos también hay dudas, pero yo creo que vista su situación y su desarrollo musical, están más ligados a la zona de Mérida y ligados más a las ferias, porque no hay que olvidar que Granada tiene un parecido muy similar a los de Mérida. Y en Mérida hay una familia, los Verdinos, que son los que le dan la impronta. Los que plasman definitivamente una forma de interpretar.

-¿Los Verdinos de Mérida?

-Sí, era una familia que se dedicaba a hacer cestos.

-¿Miguel de Tena es ahora mismo nuestro cantaor más universal?

-Sí, sin lugar a dudas. El caso de Miguel de Tena es muy curioso. Por muchas razones. La primera, porque viene de un entorno que no tiene, por así decirlo, un peso específico en el flamenco, ni el entorno en el que él se desarrolla le permitía estar desde pequeñito imbuido de la música flamenca. Se ha ido formando poco a poco, aunque bien es verdad que algunos le han ayudado bastante, los que hemos podido le hemos arropado y le hemos estimulado, pero hay que reconocer que el mérito es totalmente suyo. Y luego tiene una voz privilegiada. Con la circunstancia de que se puede permitir el lujo de dormir con el aire acondicionado a tope (cosa que es rarísima) lo cual le permite estar muy descansado siempre y tener la voz fresca. Sin lugar a dudas es el cantaor más importante de proyección extremeña y desde luego uno de los más importantes hoy del ambiente flamenco.

-Dígame una película que le guste donde no salga nada flamenco.

-Hay una película que me gustó mucho. (Porque no vamos a hablar de 'Casablanca'...). Y son ciertos retazos, ciertos momentos de 'Lo que el viento se llevó', que me agradan quizás por su ambiente campesino, que tanto me ha gustado siempre.

-¿Qué deporte practica?

-La bicicleta. Ha sido mi pasión. Y mi frustración: no ser un buen ciclista.

-¿De manera regular?

-Sí, sí, me defiendo. En mis años jóvenes me defendía. Era difícil dejarme en las cuestas. Ahora también hago mis pinitos, pero ya... En fin, no me asusta coger la bicicleta.

-¿Le gustan las plantas?

-Mucho.

-¿Y cuida algunas?

-Sí, tengo mi propio jardín. Y me entusiasma. Tanto es así que no le tengo puesto riego automático porque me gusta ir echándole con la regadera la cantidad de agua que yo considero que necesitan.

-¿Cuáles son sus plantas preferidas?

-El geranio.

-¿El geranio? Per esa planta no necesita mucha agua ¿no?

-Sin embargo, es bastante más complicada de lo que parece. Y hay otra que me ha gustado muchísimo, quizás por mi influencia del norte, que es la cala.

-¿Hace mucho que no llora?

-Yo creo que desde que se murió mi padre. Hace 14 años.

-¿La crisis es un caldo de cultivo para que salgan buenos cantaores?

-Ese es un dilema complicado. Pero si analizamos el desarrollo del flamenco, observamos que en las épocas más duras han salido los mejores cantaores y se han hecho las mejores creaciones. Ahora hay como una dejación del sentimiento en función de la banalidad y es verdad que, en general, a los cantaores les falta el sentimiento, la expresión, la copla. Y el flamenco, sin la expresión del sentimiento en la copla, tiene poco que decir.

-¿La historia del flamenco se entiende sin los toros y sin el ambiente tabernario y de la noche?

-Esa es la España famosa de la pandereta, la españa negra. Ya sabes que los de la Generación del 98 e incluso alguna parte de la Generación del 27 eran enemigos acérrimos del flamenco, consideraban que una de las desgracias de España precisamente era todo el 'majismo' famoso que giraba en torno a eso: a los toros, el flamenco... Pero ya Falla, que viene imbuido de París fundamentalmente por los músicos rusos, a través del nacionalismo romántico, y se junta con Manuel Ángeles Ortiz, García Lorca, Rusiñol y compañía y crean el famoso concurso de Granada, ahí empieza el flamenco a tener otro concepto y a ser más valorado por la sociedad. Y después, yo creo que la figuras clave que le dan el empaque definitivo son dos: Francisco Moreno Galván, a través de su nueva plástica y la temática flamenca, y Antonio Mairena a través del cante y su puesta en escena. Son las dos figuras clave para poner el flamenco a la altura de las músicas más importantes del mundo.

-¿Desde qué año está abierto el Centro de Documentación Flamenco en Cáceres?

-Desde hace ocho años.

-¿Tiene el sentimiento de que el 'tesoro' de este centro no es tan conocido como se merecería?

-Sí es conocido. Lo que pasa es que es conocido en ciertos niveles. Ahí encima de esa mesa, por ejemplo, hay una carta del Centro Andaluz del Flamenco solicitándonos oficialmente intercambio de información. Nosotros tenemos algunos documentos que no tienen ellos y, evidentemente, ellos tienen cosas que no tenemos nosotros. Ellos, además, llevan más años y aquello ha tenido más posibilidades económicas porque está subvencionado por la Junta de Andalucía. Lo que pasa es que nuestra peña tiene sus limitaciones y el centro no puede estar abierto a cualquiera. Aunque es verdad que cuando alguien quiere, sobre todo algún cantaor o guitarrista que quiere escuchar algún cante o acompañamiento antiguo lo escuchan y les facilitamos una copia. Tenemos 45.000 registros sonoros.

-¿Y libros?

-Tenemos 1.555 clasificados, desde 1792, que es el más antiguo. Y también una colección de instrumentos que van de la cítara a la vihuela de tiempo de los Reyes Católicos, laúdes, guitarras de cien o ciento y pico años de diferentes escuelas constructoras...

-¿De los premios que le han dado cuál considera el más importante?

-Para mí el de la Cátedra de Flamencología. Sobre todo en los años en que se nos dio. Entonces era muy importante, la cátedra estornudaba y se constipaba todo el mundo. Fue muy importante.

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