El Consistorio recortará en personal y otros gastos para pagar 11,5 millones a empresas

Son los hermanos pobres y casi olvidados de la Administración del Estado. El Gobierno central dispone de generosos fondos; las autonomías, también; pero los ayuntamientos viven permanentemente en el filo del abismo económico. Sin Ley de financiación local, sin el cobro del Impuesto de Actividades Económicas, sin los ingresos generosos que otros años venían del ladrillo, están cada vez más estrangulados y los autónomos y las pequeñas y medianas empresas (pymes) que trabajan para ellos sufren directamente sus consecuencias, Los empresarios cobran mal y tarde sus facturas, pero ahora la situación debe revertir.

El Ayuntamiento emeritense aprobará mañana, en Pleno extraordinario, un Plan de Saneamiento Financiero gracias al cual tendrá, con el visto bueno del Ministerio de Economía, un préstamo de 11,5 millones de euros para pagar a sus proveedores.

Hace menos de un mes, el alcalde, Ángel Calle, anunció que el Ayuntamiento se acogería voluntariamente a ese plan. Será el segundo que su Gobierno aprueba en esta legislatura, aunque el primero tiene una visión más genérica y habla de recorte de gastos y sin la necesidad de acudir a la ventanilla bancaria para endeudarse.

Expectativas

«Los municipios encargan obras, se hacen y, después, en demasiadas ocasiones, las pymes y los autónomos esperan más de lo razonable para hacer efectivas sus facturas. Y es que los municipios, todos en general, no estamos muy sobrados de dinero», vino a decir el alcalde emeritense.

«Ese Plan es extraordinariamente bueno siempre que se lleve a cabo, es decir, siempre que sirva para pagar realmente a las empresas, que estamos pasando un momento muy delicado y tenemos serias dificultades de cobro», avanza Manuel Balastegui, presidente de Apyme. Jorge Gruart, de Aeme, coincide en que «sería lo ideal que se abonen todas las facturas pendientes, y nos parece una buena idea que el Ayuntamiento se acoja a ese plan», aunque, como su colega empresarial, mantiene cierto tono de escepticismo.

El Plan de Saneamiento tiene dos caras. De un lado, el Gobierno central permite al Consistorio acudir a los bancos para endeudarse con el objetivo de liquidar las facturas impagadas. El municipio, con dos años de carencia y cuatro de amortización, suscribirá un préstamo de 2,5 millones con el Banco Santander (a un tipo de euribor 12 meses + 1,50); uno de 3 millones con Caja Badajoz (4,30% de tipo); otro de 3 millones con el BBVA/BCL (4,99%) y un último de 3.088.554,33 euros con Caja Rural de Almendralejo (5,50% de interés). En total, un crédito de 11.588,554,33 millones.

Esta operación es «para facilitar a las entidades locales el saneamiento de deudas pendientes de pago con empresas y autónomos y para resolver las dificultades de liquidez de pymes y autónomos», se justifica en el Real Decreto Ley 5/2009 de 24 de abril. Pero, de otra parte, el Gobierno Zapatero pone sus condiciones: hay que apretarse más el cinturón y seguir un plan de saneamiento de varios años. En el caso de Mérida, será desde ahora, 2009, hasta 2015.

La operación de endeudamiento requiere la aprobación de ese plan y «los compromisos anuales de ingresos y gastos corrientes». Esto es, hay que ir igualando las balanzas municipales con el objetivo de lograr «la estabilidad presupuestaria en el año 2015», se indica en el Plan de Saneamiento.

Recorte

El Gobierno Calle se obliga al recorte del gasto corriente del Ayuntamiento, un gasto que incluye un apartado concreto, el de personal. Con este Plan, el Ayuntamiento emeritense se exige una reducción de 425.401.08 euros, ahorro que llega de las plazas vacantes que no se cubrirán.

Lo más significativo, no obstante, llega para el próximo año, cuando se propone un recorte de algo más de un millón de euros (1.074.598,92 euros) que saldrá de la «minoración en la dotación destinada a créditos del personal eventual». O dicho de otra manera: la convocatoria de puestos de trabajo temporal que saque a concurso el Ayuntamiento el próximo año será sustancialmente menor que, por ejemplo, la de este año (unos 400).

La tijera presupuestaria también se aplicará a las subvenciones que el Ayuntamiento concede a asociaciones, entidades sin ánimo de lucro, clubes deportivos y culturales. Para este año, habrá una reducción de la partida de 186.700 euros sobre subvenciones no comprometidas ya, pero para 2010 la cifra sube a 240.200 euros.

Del mismo modo, el Consistorio se obliga a reducir, dentro del capítulo de gastos en bienes corrientes y de servicios, 90.600 euros «en aquellos gastos que se ocasionan por el desarrollo de actividades que no se van a llevar a cabo».