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ANTONIO J. ARMERO
Jueves, 21 de mayo 2009, 11:59
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JORGITO' ya no está solo. El primer cacereño de la Historia ya tiene compañera. Se llama 'Montaña', y al igual que él, la conocemos gracias a los arqueólogos del Equipo Primeros Pobladores de Extremadura.
Tanto uno como otro fueron encontrados en la cueva de Maltravieso, en la Sala de los Descubrimientos, en la campaña de excavaciones del año 2002. Aquella Semana Santa, la primera en la que el grupo entró en la cavidad, hallaron huesos de 'Homo Sapiens' pertenecientes a varios individuos.
El antropólogo y morfólogo de la Universidad de Extremadura Javier Barca estudió los materiales y presentó algunas conclusiones en el simposio internacional 'Los orígenes de la enfermedad', celebrado en el Complejo Cultural San Francisco en junio de 2003.
Han pasado casi seis años, y en este tiempo, los especialistas han profundizado en la investigación. Mañana presentarán algunos de esos avances, aunque Antoni Canals, codirector de las excavaciones, anticipa que se trata de «una visión más completa, de conjunto, de la riqueza de la cueva».
El legado de Callejo
Desde el primer momento, los responsables de Primeros Pobladores explicaron que muy probablemente, los restos formaran parte del material arqueológico descubierto por Carlos Callejo en el año 1951, y que ellos volvieron a sacar a la luz tras hacer unas prospecciones a la entrada de la cueva. Aunque su valor desde el punto de vista arqueológico no es elevado, 'Jorgito' y 'Montaña' sí tienen más interés como base para el estudio de las enfermedades que pudieron padecer quienes habitaban en El Calerizo hace en torno a 3.500 años (o sea, sobre el año 1.500 antes de Cristo). No obstante, sigue pendiente la prueba del Carbono 14 (a partir de una pieza dental), que permitirá una datación más exacta.
En la necrópolis de Maltravieso apareció material perteneciente a doce individuos (seis adultos y seis inmaduros). Y de entre ellos, destacan dos, los números 1 y 7, bautizados con los nombres más cacereños, los que recuerdan a la patrona y el patrón de la capital.
El niño que no crecía
La mayoría de los restos óseos inmaduros pertenecían a un mismo cuerpo, el de 'Jorgito', que en el momento de fallecer tenía entre siete y ocho años, y que según los estudio que en su día hizo Barca y después han ampliado en el Equipo de Primeros Pobladores, sufrió varios problemas de salud.
«Han sido identificadas -explica un resumen del informe- una serie de lesiones que afectan a ambas tibias y fíbulas. Destacamos la periotitis, una reacción del hueso a cambios patológicos que lo afectan».
Los huesos del primer cacereño datado evidencian que en su corta vida tuvo problemas de crecimiento, y se apuntan algunas posibles causas: deficiencias alimenticias, enfermedades infecciosas o desórdenes metabólicos, entre otros.
En cuanto a 'Montaña', su cráneo estaba trepanado (horadado). «La lesión -asegura el estudio- presenta signos de remodelación ósea, lo que implica que el individuo sobrevivió a la intervención quirúrgica». Según las investigaciones sobre las que mañana se conocerán más datos, «el diagnóstico más probable debido a las lesiones identificadas en el cráneo es una posible tortícolis congénita».
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