Borrar
Directo Directo | Con la Crucifixión termina el Vía Crucis en el Cerro de Reyes de Badajoz
La Asociación de Celíacos de Extremadura suministra de forma gratuita las obleas de maíz a los niños que hacen la comunión. / HOY
Las obleas de la polémica
CÁCERES

Las obleas de la polémica

Al menos 15 niños celíacos hacen la comunión este año en la provincia pero la Iglesia impide comulgar con formas de maíz, las únicas que toleran los que no pueden ingerir gluten

M. J. T.

Lunes, 18 de mayo 2009, 11:25

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

ANTONIO Núñez tardará en olvidar lo que ocurrió el 9 de mayo. Ese día su sobrina María iba a tomar la primera comunión en la iglesia nueva de Talayuela. Todo iba bien hasta que llegó la hora de comulgar. La niña es celíaca y, por lo tanto, no tolera el gluten que contienen las obleas de trigo. Por eso, los padres de María entregaron al sacerdote antes de que comenzara la ceremonia una oblea de maíz, exenta de la proteína que no puede ingerir su hija. Pero al llegar la hora de comulgar, la niña se quedó sin la hostia consagrada. El gesto indignó a su tío y aguó la fiesta a la familia. «Lo que nos ha dolido es que mi sobrina ha sido marginada», se lamenta Antonio Núñez.

El capítulo vivido en Talayuela no es un hecho aislado. El debate se abre cada año cuando llega mayo, el mes de las comuniones. Los niños celíacos, una enfermedad crónica intestinal, no pueden ingerir las obleas que reparten los sacerdotes. Son de trigo y ellos no lo toleran. Por eso, desde hace unos años se han lanzado al mercado las obleas de maíz, con un aspecto idéntico a las de trigo. Pero la Iglesia no las reconoce. El Vaticano sólo admite las de siempre, las de trigo. ¿Y los celíacos? La Santa Sede es clara en sus recomendaciones. La alternativa para los intolerantes al gluten es que comulguen sólo y exclusivamente con vino.

El actual Papa prohibió en el año 1995 la consagración de las obleas de maíz. Por entonces, Benedicto XVI era el Cardenal Ratzinger y recomendó a estos enfermos comulgar únicamente con vino. Pero los celíacos no se resignan. Asociaciones de todo el país han tachado de discriminatoria la postura de la Iglesia.

«Lo importante es que el niño no se sienta diferente ese día», subraya Angélica Trejo, la presidenta de la Asociación de Celíacos de Extremadura. Por eso, desde la asociación se facilitan de forma gratuita las obleas de maíz a todos los niños que vayan a hacer la primera comunión. Al menos, según los datos de este colectivo, 15 celíacos tomarán durante este mes la comunión en la provincia de Cáceres. Cuenta Angélica Trejo que en la práctica muchos sacerdotes suministran las hostias de maíz, pero empapada en vino. «La comunión es tan válida si se toma el vino solo como si se toma la forma de maíz mojada en vino. Al fin y al cabo, es vino», reflexiona la presidenta de la Asociación de Celíacos de Extremadura. Es una fórmula, apunta, bastante extendida en las iglesias de toda Extremadura.

Miguel Ángel González aborda el asunto desde otro punto de vista. Es el párroco de Aldea Moret y tiene un sobrino celíaco. «La Iglesia no autoriza consagrar otro pan distinto al de trigo», recuerda el sacerdote. «La solución es comulgar sólo con vino», recalca. Cuando él tiene que dar la comunión a un niño celíaco, aconseja a la familia llevar de casa un cáliz -copa- pequeño para que el menor beba el vino sin que el líquido entre en contacto alguno con el gluten de las obleas de trigo. «El sacramento es el mismo si se toma un oblea o si se toma vino», subraya el párroco. «No me parece que la postura de la Iglesia suponga hacerle ningún feo a nadie. Las diferencias nos enriquecen», agrega.

Alba tiene 23 años y trabaja en la sede de la Asociación de Celíacos, en Badajoz. Ella padece la enfermedad. Cuando hizo la comunión todavía no existían las obleas de maíz. Su madre le preguntó al médico si podía tomar la forma de trigo y el especialista le dijo que sí. Todo fue bien hasta que a última hora de la tarde comenzó a sentirse mal. Permaneció, recuerda, dos semanas hospitalizada. El doctor se equivocó.

Jesús Moreno, párroco en Sierra de Fuentes, vicario de Pastoral Social y sociólogo, aconseja a los padres de niños celíacos hablar siempre con el sacerdote antes del día de la primera comunión para evitar escenas como la que presenció Antonio Núñez el 9 de mayo. Lo habitual en la Diócesis de Coria-Cáceres, recalca Moreno, es administrar solamente el vino. Pero a la pequeña María ni siquiera se lo ofrecieron, denuncia su tío. «Mi sobrina se sintió marginada y eso es lo que me duele», concluye.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios