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Los trabajos se realizan en el exterior de la prisión y consisten fundamentalmente en el desbroce de maleza. / JOSÉ VICENTE
Condenados a trabajos en beneficio de la comunidad realizan sus tareas en el recinto penitenciario
BADAJOZ

Condenados a trabajos en beneficio de la comunidad realizan sus tareas en el recinto penitenciario

El endurecimiento del Código Penal en materia de seguridad vial ha incrementado el número de personas condenadas a la realización de este tipo de trabajos

EVARISTO FERNÁNDEZ DE VEGA

Martes, 14 de abril 2009, 14:11

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El toro mecánico del Banco de Alimentos no para de mover mercancías. Desde primera hora de la mañana varios voluntarios trabajan en el reparto de comida y la lista de beneficiarios parece no tener fin. El trabajo es mucho y cualquier ayuda es poca, por eso en el Banco de Alimentos de Badajoz se cuenta desde hace tiempo con personas condenadas a realizar trabajos en beneficio de la comunidad. Como ellos, casi 300 personas castigadas la mayoría de las veces por delitos relacionados con el tráfico, hacen tareas de apoyo en ayuntamientos y asociaciones de la provincia, una red de centros de cumplimiento de condena al que se sumó en noviembre pasado el centro penitenciario de Badajoz. Hasta entonces, las personas que eran condenadas a realizar trabajos en beneficio de la comunidad tenían dos opciones: elegir uno de los puestos ofertados por el ayuntamiento más cercano a su lugar de residencia o escoger alguna de las plazas existentes en Cruz Roja Española, el Banco de Alimentos o alguna de las asociaciones que participan en el programa de cumplimiento de este tipo de penas. En principio, había plazas suficientes. Pero el endurecimiento del Código Penal en materia de tráfico incrementó notablemente el número de personas condenadas a la realización de este tipo de trabajos. Casi al mismo tiempo, el Ayuntamiento de Badajoz decidió romper el convenio de colaboración y sus plazas dejaron de estar disponibles Esas dos circunstancias podrían haber dificultado el cumplimiento de las penas, especialmente a los condenados que residen en la capital de provincia, pero el centro penitenciario de Badajoz decidió tomar cartas en el asunto y el pasado mes de noviembre ofertó plazas de forma directa. La noticia ha sido confirmada por el director de la cárcel de Badajoz, Carmelo Charfolé, quien ha explicado que la medida adoptada por el centro que coordina permite que en estos momentos cumplan con los trabajos comunitarios más de 40 personas. «Fundamentalmente se dedican a la limpieza de los aledaños de la prisión, en unos casos eliminando la maleza que hay en una zona próxima y en otros trabajando en el acceso que comunica la carretera de Olivenza con la barrera de control». Todos cumplen La oferta de plazas hecha por el centro penitenciario permite, al menos de momento, que ninguno de los condenados en la provincia se quede sin realizar los trabajos en beneficio de la comunidad. Charfolé ha señalado que las 41 personas que trabajan actualmente en el entorno de la prisión no son más que un pequeño porcentaje del total de condenados a la realización de estos trabajos, puesto que hay otros 209 que ocupan plazas en los ayuntamientos de la provincia y en asociaciones de distinto tipo. El listado de condenados se completa con otros 27 condenados que aprovechan su reclusión en el centro penitenciario de Badajoz para realizar de forma simultánea trabajos en beneficio de la comunidad. En esos casos se trata de presos que, una vez condenados a penas de cárcel por algún delito grave, son castigados en un juicio distinto a realizar trabajos en beneficio de la comunidad. «El cumplimiento es simultáneo y se encargan de la limpieza de las zonas comunes, pero en lugar de trabajar fuera de la cárcel lo hacen dentro». Las dos alternativas ofrecidas por el centro penitenciario intentan responder a la realidad surgida tras la entrada en vigor de los artículos del Código Penal que consideran delito lo que hasta hace no demasiado tiempo era una simple infracción de tráfico. El responsable de los Servicios Sociales Penitenciarios en Badajoz, Jesús Poblador, ya indicó a mediados del pasado año que las condenas a la realización de trabajos en beneficio de la comunidad habían crecido de forma exponencial desde que comenzaron a castigarse con dureza las alcoholemias positivas, el exceso de velocidad y circular sin carné de conducir. Cárcel o trabajos El Código Penal considera la posibilidad de imponer cárcel a quienes infrinjan estas normas de circulación, pero lo habitual es que los jueces se inclinen por la multa económica y el trabajo comunitario siempre que el penado no tenga antecedentes y el delito cometido no resulte demasiado grave. Cuando ésa es la pena, la oficina de Servicios Sociales de Instituciones Penitenciarias oferta las plazas disponibles en ese momento. Para ello tiene en cuenta el lugar de residencia del penado y su situación familiar y laboral, pues se intenta que el cumplimiento del trabajo no le obligue a desatender sus obligaciones. El deseo de facilitar las cosas ha hecho que la mayor parte de los ayuntamientos de la provincia firmaran el convenio con Instituciones Penitenciarias. Tan sólo el Ayuntamiento de Badajoz y algún otro municipio han renunciado al acuerdo por considerar que la incorporación de esas personas a sus cuadrillas de operarios creaban un problema. «Los ayuntamientos suelen encomendarles tareas de limpieza o jardinería, aunque podrían desempeñar cualquier función que beneficie a la comunidad», aclaró Charfolé.

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