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La refinería de Gallardo espera tener luz verde de Medio Ambiente en verano

El Ministerio le ha solicitado documentación adicional y sigue esperando la opinión de Portugal

LUIS EXPÓSITO

Domingo, 29 de marzo 2009, 19:33

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Pendientes de los papeles. El retraso que se está produciendo para que la refinería consiga todos los permisos necesarios ha destapado la polémica en las últimas semanas. Hay quien ve retrasos injustificados en la tramitación y también quien opina que este tiempo garantiza que el trabajo está siendo eficiente. El promotor, por su parte, afirma que se trata de una «práctica habitual» y confía que este proceso esté superado para el verano. Según el Ministerio de Medio Ambiente y el promotor, la tramitación de la declaración de impacto ambiental (DIA), imprescindible para funcionar, acumula retrasos porque faltan dos expedientes. Uno tiene que llegar de Portugal, mientras que el otro debe ser remitido por el propio Grupo Gallardo. Desde la Plataforma Ciudadana 'Refinería No' se asegura que es Bruselas quien bloquea todo debido a las «irregularidades del proyecto». El presidente de la Junta abrió la espita la semana pasada. Denunció los impedimentos que, a su juicio, se está produciendo en la aprobación de la industria. Explicó que se debía «sencillamente porque hay quienes piensan que nosotros no nos podemos permitir determinadas cuestiones y nos someten a un proceso al que no se ha sometido en este país nunca a nadie». Aseguraba no entender cómo es posible que se tarden siete años en poner en marcha una industria, cuatro desde que se iniciara los trámites y los tres que previsiblemente restan hasta que sea una realidad. Ayer mismo, detallaba que no se refería al Gobierno central, sino a otros estamentos y a algún medio de comunicación de fuera de la región. Así, defendió la tramitación «absolutamente rigurosa» que se está llevando, lo que hará más difícil que nadie «pueda presentar un recurso, bien sea judicial o ante la Unión Europea». En esa idea también se mueve la delegada del Gobierno, Carmen Pereira, quien la semana pasada vino a decir que los retrasos se debían al rigor con el que se está evaluando el proyecto. Hace un lustro La primera vez que se oyó la idea de poner en marcha una refinería fue en el ya lejano 2003. Lo adelantó Juan Carlos Rodríguez Ibarra en su sexto discurso de investidura consecutivo. Poco a poco se fueron conociendo los detalles. Detrás estaba el Grupo Gallardo, estaría en el término de Los Santos de Maimona y tendría socios de peso, como la multinacional Shell o Caja Madrid. También, la empresa pública regional Sofiex. De forma paralela, también comenzó a madurar un movimiento de protesta, fundamentalmente en Tierra de Barros. Arrancó como movimiento vecinal, pero rápidamente contó con el apoyo de movimientos ecologistas, agricultores y oposición política. Al final, los primeros trámites se iniciaron en 2005, cuando el promotor entregó el documento inicial en la la Junta de Extremadura. Sin embargo, y dadas las características del proyecto, la DIA debía ser aprobada por el Ministerio de Medio Ambiente. En realidad, las quejas de Vara se referían a que el proceso se ha quedado paralizado casi al final del camino. Según la información pública que ofrece Medio Ambiente, ahora integrado en Agricultura, el desarrollo se encuentra en el último escalón de la escalera. Es decir, solo queda que la Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental formule la DIA una vez que tenga toda la documentación. Sobre el papel, debía haberlo hecho antes del 30 de enero pasado, que es cuando acababa el plazo de tres meses. Sin embargo, el pasado 23 de febrero requería nueva documentación complementaria, con lo que daba por interrumpido el proceso. En concreto, se solicitaba al promotor más información sobre las partículas contaminantes que el proyecto podía emitir a la atmósfera, ya que se consideraba insuficientes los datos que tenía. Esperando a Portugal De forma paralela, también se está a la espera de que Portugal dé su visto bueno. Como se acordó en la Cumbre de Braga, España ha informado a su vecino del proyecto por si tuviera efectos transfronterizos. En teoría, el país vecino recibió la documentación el 30 de octubre, pero fuentes del ministerio español señalan que no contó con toda la información hasta mediados de diciembre, hace poco más de tres meses. Oficialmente, el Ejecutivo dirigido por José Sócrates aún no ha contestado, aunque no faltan los rumores que dicen que oficiosamente lo podría haber hecho. Por ejemplo, así lo aseguraba hace un par de meses Radio Renascença, una conocida emisora de ese país. Así, una portavoz del Ministerio español de Medio Ambiente aseguró a HOY que el proceso queda interrumpido hasta que cuente con toda la documentación necesaria, y que el retraso no es achacable a este departamento. 'Refinería no', en cambio, asegura que el proceso está totalmente bloqueado y que no es posible que salga delante. Para ellos, los trámites no están llegando ni mucho menos a su final. Mientras se dilucida todo el proceso, el promotor ha optado por seguir un perfil bajo en este asunto, sin querer entrar en polémicas. El consejero delegado de Gallardo, Juan Sillero, aseguró a este diario que el proceso no está «paralizado», sino que el «contador» de los plazos se interrumpe hasta que se recibe la documentación necesaria. Afirmó que estos retrasos son habituales en estas situaciones. Además, no descarta que el Ministerio pueda pedir nuevos datos próximamente. Sillero recordó que, sobre el papel, Medio Ambiente debería haber dado una respuesta a finales de enero, por lo que piensa que este proceso «no debería» llevar más allá de este verano. En todo caso, y para quien tenga dudas, recalcó que el proyecto sigue adelante, y que sus socios siguen embarcados. En este sentido, afirmó que la crisis financiera «no supondrá un impedimento». Mientras tanto, desde el Ministerio se incide en que todo el proceso se está moviendo por vericuetos estrictamente técnicos, pero resulta innegable que la política se está colando por todas las rendijas. El propio Rodríguez Zapatero, mostró un inequívoco apoyo al proyecto en el mitin que celebró en Badajoz el 5 de marzo de 2008. «Guillermo, sabes que cuentas con mi apoyo para poner en marcha la refinería», dijo literalmente. Ayer mismo, la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega declaraba en Mérida que el Ministerio de Medio Ambiente está trabajando en «acelerar» los trámites medioambientales, algunos de los cuales «ya están adelantados». También se refirió a la complicación añadida de estar pendiente «de algunos informes que tienen que venir de Portugal», aclaró.

La polémica llega hasta Bruselas

La llegada de Guillermo Fernández Vara a la Presidencia de la Junta no ha supuesto una mejora significativa en las relaciones, difíciles normalmente, de la Administración regional con la Plataforma Ciudadana 'Refinería no', contraria a la construcción de la petroquímica cerca de Tierra de Barros. El pasado día 10, Fernández Vara suspendía una reunión con la plataforma por considerar que «no hay un clima de mínimo respeto». Ésta contestaba que el presidente de la Junta lo hacía «porque no sabe qué decirnos». Desencuentros aparte, 'Refinería no' ha llevado hasta Bruselas su particular campo de batalla. En mayo de 2007 registró ante la Unión Europea las dos primeras denuncias sobre el proyecto, y parece que esta vía tiene todavía mucho recorrido. «Vamos a ir bastante a Bruselas», asegura Leonardo Clemente, miembro de la plataforma, que recuerda que ya han realizado hasta cinco viajes para defender su postura. Quizás el momento más sonado fuera el debate público que tuvieron con el consejero de Industria extremeño, José Luis Navarro, el pasado 11 de febrero. La última visita tuvo lugar la semana pasada, cuando fueron recibidos con el secretario de la Comisión de Peticiones de la UE, David Lowe, a quien entregaron documentación complementaria a las quejas presentadas anteriormente, además de otras nuevas. Según Clemente, esperan tener la oportunidad de estar presentes en la Eurocámara para defender su postura. Señala que esta Comisión no tiene poder decisorio, pero sí «mucho que decir». Además, siguen con sus actuaciones habituales. Expondrán su punto de vista en la Universidad de Sevilla, después de haber estado en la de Madrid, La Coruña, Barcelona o Salamanca. También están sopesando organizar otra manifestación, esta vez en Madrid.

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