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ALFONSO MARZAL ECÓLOGO DE LA UNIVERSIDAD DE EXTREMADURA

«La disponibilidad de alimentos es lo que fuerza a las aves a emigrar»

«No creo que las cigüeñas puedan llegar a suponer un peligro para el equilibrio ecológico»

J. L.

Domingo, 15 de febrero 2009, 12:30

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El ecólogo e investigador de la Universidad de Extremadura, Alfonso Marzal, ofrece algunas claves sobre el comportamiento de las cigüeñas y el cambio que se observan en algunas de sus pautas tradicionales. -A la cigüeña se la ha tenido como una ave migratoria y sin embargo parece haberse hecho sedentaria. ¿A qué puede obedecer? -Efectivamente, se pensaba que era una especie migratoria y así lo ha venido haciendo hasta hace relativamente poco tiempo. El hecho de encontrar ahora comida con facilidad en los vertederos de residuos seguramente ha influido en ese cambio de pautas. -¿No era entonces el clima el factor que la forzaba a emigrar? -Más que las condiciones climatológicas es la disponibilidad de alimentos los que fuerza a los animales a los animales en general y las aves en particular a trasladarse de un lugar a otro. En invierno muchas especies, como las golondrinas o el avión común, que se alimentan de insectos en vuelo, no encuentran posibilidades y se ven forzadas a emigrar. Las cigüeñas, sin embargo, encuentran suficiente comida en los vertederos y no ven necesidad de emigrar. -¿No cree que la proliferación de cigüeñas puede entrañar riesgos para el equilibrio ecológico? -Pienso que no, al menos por ahora. Durante algunos años la población de esta zancuda descendió de forma dramática y fue a partir de los años 80 y 90 cuando empieza a recuperarse. Yo creo que las algo más de 11.000 parejas que anidan en Extremadura no alteran el equilibrio. -¿Se podría llegar, no obstante, a autorizar la caza de esta especie para evitar la superpoblación? -Lo dudo y además, hoy por hoy, no veo la necesidad. Hay mucho territorio, mucho margen para la coexistencia y además la cigüeña no es una especie dañina. Además, desde 2006 en que se ha comenzado a desarrollar el reciclaje, algunos basureros podían dejar de ser una fuente de alimentos para las cigüeñas. Considero por ello que sería un error permitir la caza. Desde el punto de vista cinegético tampoco ofrece mucho interés para los cazadores. -¿No es comestible o apetecible la carne de la cigüeña? -No se trata de si puede servir de alimentación o gustar más o menos. Creo que es algo que tiene que ver con la tradición, con lo cultural. A la cigüeña se la ha tenido siempre mucho respeto en ese sentido, ha sido considerada casi como un ave sagrada. No creo que mucha gente estuviese dispuesta a comer carne de cigüeña, como ocurre con la de caballo. Es una cuestión de mentalidad. -Se cree que las cigoñinos cuando se independizan buscan directamente los postes eléctricos, copiando así lo de los padres. -Es posible que eso ocurra, sobre todo en los casos de anidamientos colectivos. Las cigüeñas pueden anidar de forma solitaria o en colonias y tal vez aquí las cigüeñas jóvenes reproduzcan las pautas de los mayores. -¿Las cigüeñas suelen ser muy reproductoras? -No, en comparación con otras. Pueden sacar una o dos crías por año. En otro tiempo la mortalidad era muy alta, pero ahora pueden salir adelante sin demasiadas dificultades al disponer de una buena alimentación. Tal vez este hecho haya influido en la proliferación de estas zancudas.

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