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Javi Bolaños, muy activo durante el partido, intenta el remate ante el marcaje del portero Manu Polo y el central Manu. / ALFONSO
El colista saca lo peor del Badajoz
TERCERA

El colista saca lo peor del Badajoz

El equipo de Job se muestra impotente ante un rival que jugó 81 minutos con un futbolista menos El Plasencia de Rus araña un trabajado punto de oro en su intento desesperado por la salvación

JAVI PÉREZ

Lunes, 2 de febrero 2009, 10:45

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Patinazo del Badajoz. El resbalón de Job a pie de banquillo justo antes del pitido inicial y que arrancó un chisposo aplauso de la grada no sería más que un preludio del desenlace del partido. El técnico pacense después perdería una zapatilla en su intento por devolver un balón al campo. Que no iba a tener su día quedó demostrado con la incapacidad de su equipo para hacer un gol al colista de Tercera. Que ya es noticia. Porque resulta que es la primera vez que el Plasencia deja su portería a cero en toda la temporada. Y eso que los jerteños jugaron con un jugador menos durante 81 minutos por expulsión de Roberto. Job lo intentó todo, pero el Badajoz pagó cara su impotencia. Con Álex Herrera de lateral izquierdo buscaba provocar que su defensa, muy retrasada para la evidente poca vocación ofensiva del rival, adelantara las líneas y también al cargar más munición con la entrada de José Vega. Pero nada. Sólo se sostenía por el buen criterio de Braconi en la conducción. El Badajoz se mostró inoperante en ataque, sin tener las ideas claras y quizás se confió demasiado en esperar una nueva genialidad a última hora de Sota, Jorge Ortiz o Juan Germán, sus artistas salvavidas. Sólo en los quince minutos finales se acordó de que para ganar al menos hay que tirar a puerta. Los otros 75 los tiró a la basura. O mejor dicho se los regaló a un Plasencia encantado y que además pudo darle algún que otro susto a la contra. Lo intentó Juan Germán, primero con un centro chut que cogió a Manu Polo con el pie cambiado, pero con tiempo para rectificar y despejar a córner bajo palos y un minuto más tarde con un lanzamiento lejano que el portero placentino sacó de puños. En el descuento, Soares recibió libre de marca en el área chica, pero su disparo a bocajarro lo sacó Bravo en la misma línea de gol. Después le tocó a Braconi, quien solo en el segundo palo la mandó alta. Pero el Nuevo Vivero no está para sufrir estas angustias. Javi Bolaños tuvo la oportunidad de cambiar el guión del encuentro en el primer minuto, pero incomprensiblemente envió el balón a las nubes cuando una dejada de Juan Germán de cabeza, tras una excelente jugada de Sota, le dejó sólo ante un inspirado Manu Polo. El portero placentino no tuvo excesivo trabajo, pero en las escasas acometidas pacenses salvó a su equipo con intervenciones de mérito. Parecía que sería coser y cantar para el Badajoz. Sobre todo cuando el colegiado Castillo Peláez envió a la caseta a Roberto por agarrar a Juan Germán cuando se disponía a encarar a Manu Polo. Sucedió todo lo contrario. Incluso, el colista pudo enmudecer el Nuevo Vivero con un potente obús de Mora que despejó como pudo Kouba y cuyo rechace propició la caída dentro del área de David Alejo entre Sandro y Soares. El árbitro no vio nada y Rus se ganó su primera expulsión. La mano del técnico cacereño se nota en el Plasencia. Un viejo zorro de los banquillos, abierto al combate cuerpo a cuerpo, valiente en su esquema y gran estudioso del fútbol, aunque ayer su pizarra se hiciera añicos a los nueve minutos. Un mazazo que una semana antes habría desencadenado en la enésima catástrofe placentina. Pero con Rus es distinto. Con un jugador menos retocó sus líneas, dejó a Sergio solo en punta y supo sujetar bien las embestidas blanquinegras. La actitud de su equipo fue encomiable para trabajarse un punto de esos que levantan el ánimo para el largo peregrinaje que le queda. El técnico del Plasencia ha desenterrado el hacha y está dispuesto a dar guerra en el grupo extremeño. El Badajoz más espeso de toda la temporada se atascó con el colista. Ni entró por bandas ni desbordó. Tampoco le funcionó la estrategia. Se quedó con la pólvora mojada. No ofreció más que algunos destellos de Juan Germán, y alguna sacudida de Javi Bolaños, incansable sobre el barro. La única noticia positiva fue la carta de presentación que dejó Braconi.

Job: «No nos ha beneficiado la expulsión»

Job reconocía que no había realizado un buen partido. «Estábamos obligados a presionar más, pero el equipo no lo ha interpretado bien. La línea de cuatro ha estado demasiado atrás para mi gusto». Sobre la ineficacia ofensiva de los suyos precisó que «es verdad que no hemos tenido tantas ocasiones, pero sí muy claras». En cuanto a la jugada clave del encuentro. «No nos ha beneficiado la expulsión. El Plasencia es un equipo que le gusta jugar y a partir de quedarse con uno menos ha juntado sus líneas y nos ha costado hacer nuestro juego». Rus comentó que «creo que ha sido un penalti claro y lo ha justificado con mi expulsión». Apuntó que es víctima de una fama que le persigue. «Me expulsan por ser Rus».

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