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¿Qué ha pasado hoy, 18 de abril, en Extremadura?
Los voluntarios han celebrado estos días un encuentro festivo para valorar la evolución del proyecto. / JOSÉ VICENTE ARNELAS
Dar color a la enfermedad
BADAJOZ

Dar color a la enfermedad

Nace un grupo de voluntarios dedicado a dar apoyo a los niños con cáncer Organizan juegos, ayuda escolar y salidas para mejorar su estado anímico

EVARISTO FERNÁNDEZ DE VEGA

Lunes, 29 de diciembre 2008, 02:21

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Marcos tiene 5 años y desde hace seis meses es tratado de una leucemia en la Unidad de Oncología Pediátrica del Hospital Materno Infantil de Badajoz. En ocasiones, puede marcharse a casa, pero otras veces el ingreso se prolonga durante días e incluso semanas, por eso disfruta a rabiar las visitas que realizan cada día los voluntarios de la Asociación Oncológica Extremeña. Para su madre, Eduarda Sánchez Martínez, esos chicos jóvenes «dispuestos a echar una mano» aportan la frescura y el descanso que necesitan los padres de los niños que están en tratamiento. «Cuando uno ve que su hijo tiene una enfermedad así casi no tiene ganas de jugar, por eso estos voluntarios son tan importantes para nosotros». Uno de los principales impulsores de la iniciativa es José Antonio Rosa Lemus, que trabaja como psicólogo para la Asociación Oncológica Extremeña y coordina el proyecto de voluntariado. Hace tiempo anunció que un grupo de jóvenes ligados a la plataforma cristiana 'Dando Color a la Vida' se estaba preparando para iniciar un proyecto de voluntariado en la Unidad de Oncología Pediátrica del Materno Infantil. Unos pocos meses después, los primeros resultados están a la vista. «De momento hay 23 voluntarios que se turnan todas las tardes para desarrollar actividades lúdicas, ofrecer apoyo escolar, organizar fiestas, hacer salidas y multitud de actividades más». Para Eduarda Sánchez, la madre de Marcos, la presencia de ese grupo de jóvenes es fundamental. «Muchos padres aprovechan para salir un rato de la habitación y descansar, porque en ocasiones están varios días en el hospital sin poder turnarse con nadie». Dos horas a la semana Entre las chicas que hacen posible este apoyo figura Belén Cacereño Jiménez. Tiene 20 años, estudia 3º de Medicina y una vez a la semana se desplaza a la Unidad de Oncología Pediátrica para echar una mano. «Lo que yo veo en el hospital son niños, simplemente niños, y a mí me encanta trabajar con chavales de esas edades». En su caso, dedica una o dos horas al voluntariado, una exigencia que asume con ilusión. «Hay compañeros que incluso vienen de Mérida, pero es algo que se hace con mucha alegría y no cuesta ningún trabajo». De momento, el 85% de los voluntarios pertenecen a la plataforma cristiana Dando Color a la Vida, una circunstancia que ha sido destacada por José Antonio Rosa. «Esta actividad les ayuda a crecer como personas y como cristianos». Igualmente colabora la fundación oncológica infantil Ícaro, nacida para ayudar a los niños afectados por el cáncer y a sus familiares. «El momento más duro de este voluntariado coincidió con el fallecimiento de un niño que estaba siendo atendido desde el año pasado, pero lejos de suponer un problema, nos hizo ver que el voluntariado es aún más necesario y todo el mundo se echó para adelante con el convencimiento de que merecía la pena», concluye José Antonio Rosa.

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