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EL BATISCAFO

Fin de la humanidad

ALFONSO CALLEJO

Martes, 23 de septiembre 2008, 02:53

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ESTA posibilidad, que es más inquietante cuando se presenta en un horizonte nada lejano en el tiempo, fue apuntada recientemente en una conferencia de Eudald Carbonell, dentro del programa cultural de Puertas Abiertas de la candidatura Cáceres 2016. El especialista en paleoecología humana abundó en las tesis que ya presentara en su novela 'El nacimiento de una nueva conciencia'. No se trata de poner una fecha de caducidad, como ya se ha especulado algunas veces desde los tiempos de Nostradamus; los científicos apuntan varios fenómenos que conllevarían la destrucción de nuestra especie: la caída de un meteorito de tan solo un kilómetro de diámetro; un desastre nuclear, por desgracia, tampoco escapa a lo posible; otros consideran factible la aparición de alguna enfermedad que afectaría insalvablemente al sistema inmunológico de los humanos como consecuencia de los cambios medioambientales que son cada vez más rápidos y perniciosos, con la consiguiente dificultad de adaptación de la especie. Se trata de usar el conocimiento y la tecnología para ser conscientes de que la deriva de nuestra civilización no va por buen camino. De nada sirve que los sistemas políticos y economistas tachen de agoreros y pesimistas a los científicos. Carbonell, destacado estudioso de la evolución humana, señala la superpoblación como causa del «colapso de especie», que podría producirse incluso en el presente siglo. La Humanidad necesitó un millón de años para llegar a los mil millones de seres en el siglo XIX, y en tan solo doscientos años seremos 10.000 millones. Hacia 2050 serán patentes las carencias energéticas y alimentarias, que multiplicarán las enfermedades y patologías que ya existen hoy. No es ciencia-ficción: el casquete del Ártico se descongelará por completo en 2012 mientras sigue ampliándose alarmantemente el agujero en la capa de ozono. Si la mentalización de Occidente ya era débil para emprender acciones correctoras para la contaminación, la eclosión económica de India y China puede ser la puntilla para nuestro querido planeta azul. Reflexionemos.

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