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SERGIO LORENZO
Viernes, 22 de agosto 2008, 10:52
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Crece el número de trabajadores denunciados en el centro de menores Julián Murillo de Cáceres y también el número de trabajadores que denuncian a sus compañeros por, según ellos, castigar a los niños que tienen que cuidar.
La primera denunciante fue una trabajadora de 27 años, que lleva ocho años cuidando a niños en distintos centros, y que sólo llevaba unas semanas trabajando en el Julián Murillo cuando decidió quejarse a la Junta de Extremadura (que es quien tutela a los menores), de la atención que daban algunos trabajadores a los niños acogidos en el centro, niños que tienen entre 1 y 6 años de edad.
Tras la denuncia la joven se dio de baja al considerar que no podía estar ya en este centro desempeñando su trabajo.
Zarandear
Después de que la Junta pidiera a la Fiscalía y a la Diputación que abriera una investigación, otras tres trabajadoras han denunciado que en el centro Julián Murillo hay trabajadores que están castigando a los niños.
Según estas denuncias, realizadas todas por trabajadoras de la Junta de Extremadura, hay funcionarios de Diputación que no educan debidamente a los niños, ya que les castigan sin cenar, aseguran que han llegado a zarandear a algún niño, que les han pegado en la cabeza, y les han amenazado con tirarles a la piscina. Una de las denunciantes asegura que una niña de poco más de dos años fue castigada a estar subida en un armario.
Inspección
Un hecho que llama la atención es que unos días antes del verano, la Fiscalía de Menores de Cáceres realizó una inspección en el Centro Julián Murillo. Todo pareció normal y entonces no hubo trabajadoras que denunciaran anomalías en el trato a los niños.
Se da la circunstancia de que los denunciantes son empleados de la Junta de Extremadura, y los denunciados son trabajadores de Diputación, algunos de los cuales llevan muchos años trabajando en este lugar.
28 educadores
La Confederación General del Trabajo de Cáceres señala que no tiene justificación hablar de enfrentamientos entre colectivos de trabajadores de Junta y Diputación, y que a partir de una denuncia «puntual, y aún no verificada, no se puede poner en duda la profesionalidad y buen hacer del colectivo de educadores del Julián Murillo». En la actualidad hay 28 educadores en el Julián Murillo, que tratan directamente a 29 niños de entre 1 a 6 años.
La Fiscalía de Cáceres ha iniciado la investigación que seguramente durará varios meses, en los que tomará declaración tanto a los trabajadores que denuncian como a los denunciados. También ha extremado la vigilancia en el Julián Murillo la Diputación de Cáceres, que podría adoptar la medida de cambiar de destino, temporalmente, a los seis trabajadores que están bajo sospecha.
Lo cierto en esta polémica, y seguramente lo más importante, es que ninguno de los niños acogidos en el Julián Murillo ha tenido que ser tratado en el servicio de Urgencias por tener alguna lesión sospechosa de maltrato.
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