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CICLISMO

Dessel sorprende a los favoritos en unas montañas interminables

BENITO URRABURU EFE

Miércoles, 23 de julio 2008, 02:39

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Lance Armstrong, ganador de siete Tours de Francia, afirmó que «Alberto Contador es el mejor ciclista del mundo ahora mismo», y como el Tour es el lugar en el que los mejores compiten en la mejor carrera del mundo, según el ex ciclista estadounidense, «es un error que Astana no esté allí».

Armstrong aseguró a Cyclingnews que el protocolo de medidas que ha adoptado el Astana esta temporada es el mismo que ha seguido el CSC, y, sin embargo, la organización del Tour sólo concedió crédito al equipo danés. El americano ve a Cadel Evans como el máximo favorito al triunfo final, y ve a los hombres del CSC (Carlos Sastre y Frank Schleck), a Denis Menchov y a Christian Vandevelde como los máximos rivales del australiano, según declaró.

Se mostró sorprendido del rendimiento del austríaco Bernard Kohl, del que confiesa no saber quién es. «Quizá algunos no esperaban ver tan bien a Christian, pero yo sé de primera mano que él es muy fuerte y que va a más en el transcurso de las carreras», comentó Lance de su ex gregario Vandevelde.

Asimismo, resaltó de su antiguo compañero su experiencia y su capacidad para regular el esfuerzo, que no le impide mover la carrera, como hizo el domingo. Además, no pasó inadvertido para el tejano el hecho de que Evans no pareció ir muy fuerte en una subida sencilla como Prato Nevoso, y lo ve como un aviso para Alpe D'Huez, donde el Tour se acabará para el que no vaya bien. Los Alpes siguen siendo los Alpes. El paso del tiempo no ha hecho mella en ellos. Si acaso, han mejorado sus carreteras. La Lombarda y la Bonette-Restefond son unas subidas interminables, de las que parecen no acabarse nunca. Los que han cambiado son sus protagonistas, los corredores. En Jausiers vencía el francés Cyril Dessel. En un momento de incertidumbre, entre el final de un ciclo y el inicio de uno nuevo, con sólo un equipo capaz de mover la carrera según sus intereses, el CSC, hay mucha gente que tiene que limitarse a estar. Ni Rabobank, ni el Silence, ni el Garmin tienen la entidad suficiente como para poder plantear nada que no sea estar pendientes de lo que hace el CSC.

El equipo de Carlos Sastre seguirá asumiendo riesgos, aún a costa de perderlo todo. Los demás, Evans, Kohl o Menchov esperarán sus movimientos. Otra cosa no pueden hacer. De las tres plazas que tiene el podio, a día de hoy parecen contar con una fija. El líder, Frank Schleck, reconocía que habían perdido una gran oportunidad de hacer más diferenciasto».

Los elementos jugaron contra el CSC. Carlos Sastre y Frank Schleck coincidieron en que «el viento que pegaba de frente en los tres últimos kilómetros de La Bonette dificultaba cualquier intento de poder atacar». Esa debió de ser la razón principal de que todo el mundo se estuviese quieto. La etapa quedó sellada desde su inicio, con una escapada muy amplia, de la que saldría el ganador, Cyril Dessel, un veterano corredor francés de 33 años que fue sexto en la general del Tour en 2006, en el que estuvo varios días de amarillo. Una toxmoplasmosis le ha tenido parado durante mucho tiempo con problemas físicos e incluso en su equipo se planteó no traerle al Tour. Se ganó la plaza en el Dauphiné Liberé.

Escapada numerosa

En ese grupo que se formó, CSC colocó a Voigt y Aversen, todo un anuncio de lo que pensaban hacer. «La idea fue de Carlos, no mía» decía Frank Schleck, que también explicaba en Jausiers que Bernard Hinault le había dado en Brest unos consejos para utilizar en las bajadas que le vinieron muy bien. «Me dijo como había que moverse y la verdad es que me han resultado prácticos». A Menchov no se los ha debido de dar nadie.

Seguro que Carlos Sastre, que le conoce muy bien, se acordaba de lo sucedido en el puerto de La Colladiella, en Asturias, cuando iba con él y se quedó cortado en el momento que Heras se lanzó en la bajada de ese puerto y le dejaron cortado. Entonces se quedó sin equipo y ahora, al Rabobank no se le ha visto en carrera, si descontamos a Freire y a Flecha. Los demás van muy justitos.

No parece que a día de hoy pueda ganar Menchov el Tour. Si lo hiciese no será desde luego por los desvelos de sus compañeros. En ese grupo donde estaban Aversen y Voigt también se encontraba Popovych (Silence), y tres hombres del Caise d' Epargne, Iván Gutiérrez, Nicolás Portal y David Arroyo, otros tres del Lampre, Cunego, Tiralongo y Szmyd, Hincapie y Siutsu (Columbia), Flecha y Freire (Rabobank), entre otros.

El ganador de la contrarreloj de Cholet, Stefan Schumacher también iba con ellos. Se marchó solo en La Lombarda y le cogieron a seis kilómetros de la cima de La Bonette.

Llegaron a tener cerca de diez minutos de ventaja, es decir lo que quiso el CSC. De esa escapada saldría el ganador. Quedaban los primeros de la general. Vandevelde se quedó. Valverde estuvo con los primeros. Evans se mostró muy recuperado.

El tercer día de montaña alpino, con el final en Alpe D?Huez, debe de ser otra cosa. Las fuerzas en este Tour son un bien escaso, que no están para regalar. ¿Atacar o aguantar? No será una decisión fácil.

Nadie quería bajar a por ella. Tuvo que esperar a que le diesen otra. También se cayó Arnaud Coyot (Caisse d' Epargne). Este miércoles deberían de producirse otro tipo de caídas, en la general.

El profesor titular de Fisiología de la Universidad de Extremadura (UEX) Marcos Maynar ha asegurado que el trabajo que desarrollan él y el laboratorio que dirige pretende defender a los equipos ciclistas de los corredores que pudieran haberse dopado y, por tanto, perjudicarles en una competición.

El médico ha realizado estas declaraciones después de que la cadena de televisión alemana ARD le acusara de ofrecer sus servicios para «controlar» el dopaje de cada corredor.

Maynar ha explicado que la Unión Ciclista Internacional (UCI) exige este año a los equipos el pasaporte biológico de cada uno de sus corredores, una especie de estudio de los esteroides que se generan de forma endógena (DHA, testosterona, etcétera), que se detectan a través de la orina.

De esta forma, el profesor español ha precisado que se puede llevar a cabo un perfil esteroideo, que en caso de alterarse en un momento dado, podría indicar que un deportista ha consumido ese tipo de sustancias de forma exógena.

«Algunos equipos, como el CSC -ha subrayado-, ya realizan esos controles internos que nosotros ofrecemos, y me parece muy bien, porque dentro de una competición, son los laboratorios oficiales los que se encargan de controlar a los corredores, pero fuera de ella tienen que buscarse laboratorios que realicen esas técnicas».

En su opinión, «como en cualquier otra faceta de la vida, los ciclistas tienen una serie de grandes exigencias cuando llegan al terreno profesional, y se olvidan que es el entrenamiento el mejor medio para poder mejorar el rendimiento».

Para Maynar , es este hecho el que propicia que algunos ciclistas opten por el consumo de sustancias prohibidas, para lograr mejoras pecuniarias en su contrato, o dar el salto a un mejor equipo, y da lugar a situaciones «egoístas».

«Si les cogen, no sólo pagan ellos, sino el resto de compañeros y miembros del equipo», ha advertido.

En este sentido, ha incidido en que muchos médicos no quieren saber nada de temas relacionados con el dopaje, como el control de hematocrito, algo que desde hace más de diez años hacen en su laboratorio de química cualitativa.

«Por eso informamos a los equipos Pro-Tour de que estábamos a su disposición», ha apuntado, pero nadie se ha puesto en contacto con ellos. A su juicio, todas las acusaciones vertidas en los últimos días contra él proceden de medios alemanes, «porque hace dos años pillaron a un laboratorio alemán con las manos en la masa, con transfusiones sanguíneas, y ahora quieren pringar al resto».

Asimismo, ha manifestado que el verdadero escándalo de esta edición del Tour se encuentra en la «Cera», una sustancia que se suma al receptor de «Epo» y aumenta la producción endógena de ésta, para retardar la llegada de la fatiga y mejorar el rendimiento deportivo, «una forma artificial de oxigenarse», ha señalado.

«No se debe mezclar a la UEx en este tipo de casos, cuando lleva varios años a la vanguardia de la lucha contra el dopaje y de los perfiles esteroideos», ha concluido.

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