«La idea surgió por un concurso de innovación »

Todo surgió a raíz de un concurso de premios a la innovación que organiza la empresa en la que trabaja, el Centro Tecnológico Agroalimentario de Extremadura (CTAEX).

Junto con su padre, que en aquel tiempo trabajaba en el sector lácteo, y su marido, María Patricia Guerrero se puso a realizar una búsqueda sobre un nuevo producto, el helado de yogurt de tomate. Pensaron que la idea sería interesante, pues agrupaba el tomate como un producto extremeño con el helado de yogurt como algo innovador. Y con este género quedaron primeros en el concurso de la empresa.

Hacer ensayos

«Después empezamos a desarrollarlo y a hacer ensayos. Como a la gente le gustaba y les pareció buena idea decidimos patentarlo». Desde que presentaron la solicitud en el 2004 hasta el pasado año que le fue concedida la patente, han tenido que ir superando una serie de pruebas, pasando unas fases, en las que estiman que han podido pagar en torno a 1.000 euros.

Ahora, obligados a explotar la patente, se plantean de qué manera hacerlo. «Estamos en una fase en la que no sabemos qué hacer. La gente nos aconseja que vendamos la patente, pero hasta el momento nadie se ha interesado en ello y tampoco hemos contactado nosotros con ninguna empresa». Hacer frente a tantos gastos hace que tanto María Patricia como otros inventores retrocedan a veces en sus ideas iniciales, y se planteen de forma distinta la forma de explotación, Estos licenciados en Tecnología de los Alimentos e inventores del helado de yogurt de tomate aseguran que intentarán sacarle el mayor rendimiento a la idea.