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ECONOMIA

Corbacho cree que autorizar 65 horas laborales acercaría a la UE al siglo XIX

España trata de recabar el apoyo de otros países para frenar la ampliación del tope de horas de trabajo semanal que proponen el Reino Unido y Alemania

AGENCIAS

Martes, 10 de junio 2008, 03:16

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España trata en estos momentos de recabar el apoyo de otros países de la UE para frenar la posible ampliación hasta 65 el tope de horas de trabajo semanal, una propuesta que para el ministro español de Trabajo, Celestino Corbacho, acerca a Europa «más al siglo XIX que al siglo XXI». El ministro, que abandonó Luxemburgo rumbo a Ginebra antes del fin de la reunión con sus homólogos comunitarios, cargó con dureza contra la reforma de la directiva de Tiempo de Trabajo que los Veintisiete trataban de sacar adelante al cierre de la presente edición.

«Creo que es una regresión en la agenda social, me ha sorprendido mucho que se hable de 65 horas laborables a la semana y que además se diga que es un avance social», indicó. Para Corbacho, esta medida es «algo que a los ciudadanos y a las ciudadanas les va a costar entender».

«Que Europa no se sorprenda después si los ciudadanos se distancian cada vez más» de la Unión, ha advertido en declaraciones a los periodistas.

El ministro explicó que era posible la introducción de modificaciones al texto presentado por la Presidencia de turno eslovena y promovido por el Reino Unido Y Alemania -al que España se opone, pero que es considerado positivo por una mayoría de países-, pero afirmó que probablemente éstas no afectaran «al tema de fondo, que son las 65 horas».

«Regresión» social

Corbacho aseguró que el Gobierno «sólo reconsideraría su posición si las enmiendas que hubiera fuesen de fondo», porque cree que el nuevo tope de 65 horas que sería posible en caso de acuerdo entre el empleado y el empresario supone «una regresión en la agenda social».

Por ello, España trata de recabar apoyos en contra de la directiva, después de que los que fueran sus principales aliados -Francia e Italia- hayan cambiado su postura en los últimos meses. Corbacho admitió, no obstante, que era poco probable que el texto pudiera ser bloqueado, pues hay una clara mayoría de países a favor.

El ministro criticó que, tal y como estaba planteada la propuesta de la directiva, la negociación entre el trabajador y el empresario sobre la jornada laboral sería individual y «nunca de carácter colectivo». Además, denunció la «contradicción» que supone el texto, pues una de sus bases debería ser «garantizar la salud y la calidad de vida de las trabajadoras y los trabajadores».

Por ello, Corbacho aseguró que España va a trabajar para que la propuesta sea modificada en su tramitación en el Parlamento Europeo e instó a los eurodiputados a que tengan en cuenta las elecciones europeas que tendrán lugar el próximo año, en las que tendrán que pedir el voto a los ciudadanos. «Espero que el Parlamento Europeo no acepte esta propuestas tal como puede salir de aquí», añadió.

El sector sanitario

En cuanto a la situación del sector sanitario, que ha acelerado la negociación de los países, Corbacho dijo que todos reconocen que hay sectores que necesitan una singularidad de horario, pero aseguró que las guardias de los profesionales deberían considerarse tiempo de trabajo.

El Tribunal de Justicia de la UE ha reiterado en distintas sentencias que los periodos inactivos de las guardias deben ser considerados dentro de la jornada laboral, frente a la posición de la mayoría de países que lo rechaza por el coste que la medida implicaría para los sistemas públicos de Sanidad.

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