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Bochornoso espectáculo en la corrida del Aniversario en Madrid
TOROS

Bochornoso espectáculo en la corrida del Aniversario en Madrid

Ni toros ni toreros brillaron en una tarde que fue un despropósito, y al final fue tal el fiasco que no se salvó ni el apuntador

EFE

Miércoles, 4 de junio 2008, 20:02

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Un bochornoso espectáculo de toros impresentables inauguró ayer la Feria del Aniversario, continuación del ciclo de San Isidro después de un día de descanso, ésta como una pesadilla por la escasa entidad del ganado.

Ha tenido que ser con las figuras. ¿Qué tienen las llamadas figuras para montar con tanta facilidad y descaro un espectáculo tan bochornoso?

El miércoles algún nombre que ha participado directamente en el desaguisado de corrida que ha tenido lugar en la monumental madrileña acompañará en Bruselas al colectivo taurino agrupado bajo la sugerente denominación de 'La Mesa del Toro' para reivindicar en el Parlamento europeo la importancia, raigambre y esencia del más culto y auténtico de los espectáculos.

No es nueva la lucha contra los 'antis' de una Europa que haciéndose pasar por culta se pone en contra de la tradición taurina. Hasta ahora la única defensa era el desprecio. Pero hay quien ha decidido pasar al ataque, como si hubiera algo que temer. Cuando en verdad, la única amenaza a la Fiesta, se ha dicho mil veces, viene desde dentro mismo del espectáculo. Por ejemplo, la agresión con esta corrida de ayer.

Muy mal

Impresentable, indecente corrida para Madrid. La peor con diferencia en mucho tiempo. Habría que ver los toros que rechazaron los veterinarios en los reconocimientos previos antes de aprobar los que han saltado finalmente al ruedo venteño. Esta vez los críticos del tendido 'siete' tenían razón, y bien a gusto se despacharon protestando.

Diría más de un torero que no le han permitido centrarse en su labor con gritos y descalificaciones constantes. A unos más que a otros, porque los eternos protestones tampoco juegan limpio, son parciales, extremadamente partidistas.

Al 'Juli' le han reventado los dos proyectos de faena cada vez que uno de sus toros amagaba con caerse. A Aparicio y Castella le han consentido mucho más. Se nota con quién y contra quién están. Pero ha sido igual, porque al final fue tal el fiasco, que no se salvó ni el apuntador.

Aparicio reaparecía a los dos meses y medio de su último paseíllo en esta misma plaza, cuando resultó herido grave, y hacía entonces diez años que no toreaba aquí. Se le ha tratado con respeto hasta que el mismo torero se ha desconectado del compromiso. Ni se ha acoplado, ni ha tenido intención de dar el paso adelante. Y eso que se le celebró mucho un pasaje con la muleta al primero, toreando con desmayo, cadencia y cierto gusto, pero a un animal moribundo.

Bonitos lances también de Aparicio en el recibo al cuarto, por cierto, una raspa de toro. En la muleta dio el paso atrás, y la impresión final fue que quizás en otras manos con más disposición hubiera valido el animal.

Sin fortuna

El primero del 'Juli', chico, flojo y manso, lo tenía todo, quedándose corto y echando la cara arriba, tambaleante, una porquería de toro. El hombre quiso torearlo, ¿pero para qué? Y lógicamente se lo censuraron. En el quinto, el toro con más presencia, sin ser una exageración, había que andar muy listo, llevándole muy tapado y obligándole a humillar. Protestó mucho el toro, pero se impuso el torero, aunque la faena no tuvo ningún fondo.

Y Castella, simulacro de faena en su endeble primero, que anduvo más por el suelo que de pie. En el sexto, el que más dio de si en la tarde, el primer tramo de la faena fue esperanzador. Apertura con dos cambios por detrás, y tres series por la derecha con cierta solidez.

En el toreo al natural no tragaba el toro, a punto de llevarse por delante al torero, y a partir de ahí 'rajándose' también. Estaba Castella en un proyecto de arrimón cuando le sonó un aviso, y finalmente tampoco anduvo certero con la espada.

Corrida de muy poquita cosa. A ver si rectifican a partir de mañana, porque no es de recibo que esto pase siempre con las figuras. Están por venir Cayetano, Manzanares, Morante, Perera, Tomás, Cid, Talavante... ¿No será esto de ayer parte de una estrategia colectiva?

La respuesta, hoy mismo.

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