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ATENTO. El ojo observador de Smith captó la imagen de la España más cruda del siglo pasado. / EFE
Eugene Smith, el mirón comprometido
'FOTOENSAYOS'

Eugene Smith, el mirón comprometido

Una exposición reúne los ambiciosos 'fotoensayos' del maestro americano. Smith halló la esencia de la España real y misérrima, en Deleitosa, una aldea de Cáceres en la que se instaló

MIGUEL LORENCI

Miércoles, 4 de junio 2008, 20:02

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Su permanente ambición fue elaborar 'ensayos fotográficos'. W. Eugene Smith (1918-1978) fue uno de los grandes maestros de la fotografía del siglo XX, uno de los más atípicos y comprometidos. Siempre utilizó este singular 'mirón' el objetivo como un arma capaz de remover conciencias y crear empatía o antipatía. Así se constata en la muestra 'Más real que la realidad' que acoge desde este miércoles y hasta el 27 de julio el Centro de Arte Fernando Fernán-Gómez (Plaza de Colón s/n) uno de los platos fuertes de la XI edición de PhotoEspaña. Con patrocinio de la Fundación Banco de Santander, recoge en más de 250 imágenes el grueso de los 'fotoensayos' de Smith , comenzando por su cruda visión de la España de la autarquía franquista que tituló 'El pueblo español' (Spanish Vllage).

En los primeros 50 el gobierno de EE.UU decide aproximarse a la dictadura anticomunista de Franco. Smith obtendrá las bendiciones y permisos del régimen para retratar la España de los vencedores.

Pero acabará retratando una España paupérrima, arcaica y temerosa del dictador, abandonando el país 'por piernas' y escamoteando a las autoridades franquistas los carretes con sus estremecedoras imágenes bajo la carrocería del coche.

Deleitosa, en Cáceres

Tras recorrer 10.000 kilómetros en busca de un pueblo 'ideal', Smith había hallado la esencia de la España real -atrasada y misérrima- en Deleitosa, una aldea de Cáceres en la que se instaló. Asistió a funerales y labores del campo, retrató al los poderes fácticos, -empezando por la Guardia Civil, con una tripleta de tricornios que son emblema de este trabajo-, al cura, a los maestros y al alcalde. Pero también a los miserables campesinos, a los terratenientes y a las autoridades garantes del los valores del régimen.

Unas imágenes tan elocuentes como crudas pero que según el propio Smith no expresaban la extrema dureza de la vida en la España de aquel tiempo y mostraban, por tanto, una realidad más benévola.

Es la primera vez que este reportaje que el franquismo prohibió y que 'Life' publicó en 1951 se exhibe completo en España. Es toda una declaración de intenciones que anticipa la forma de trabajar de Smith en unos 'fotoensayos' que depura en series como 'El médico rural' -la labor de un medico en Colorado-, 'La comadrona' -una mujer negra que asiste a los partos en comunidades marginales y barrios deprimidos de Carolina del Sur- y 'Un hombre piadoso' -que muestra el trabajo del doctor, pensador y premio Nobel alemán Albert Schweitzer en el castigado corazón de África.

Se ofrece también su visión de Pittsburg una vez que es expulsado del 'staff' de 'Life' en 1954 tras el 'fotoensayo' sobre Schweitzer y su apuesta por proyectos de mayor riesgo con el respaldo de Magnum.

Denuncia

Un manera de actuar desde el compromiso que Smith llevó a sus últimas consecuencias con 'Minamata' una denuncia en imágenes de la contaminación con cloruro de mercurio de un lago de Japón en los primeros años 70 que casi le cuesta la vida. Smith convivió durante varios años con los atribulados pescadores que enfermaban y perdían sus recursos por la contaminación de la poderosa empresa química Chisso. Smith se enfrentó incluso físicamente a las autoridades y a la policía japonesa.

En una de aquellas algaradas fue golpeado y arrojado al suelo y se fracturó dos vértebras. El incidente le dejaría graves secuelas que, junto a su adicción a al alcohol y las drogas y sus mala situación económica, marcaría la decadencia de su labor. «Lo sacrificó todo por su obsesión y su deseo incesante de verdad le llevó a vivir una vida plagada de insatisfacciones y frustraciones» resume la comisaria de la muestra, Enrica Viganó.

Verdad trucada y perfecta

Viganó justifica el título de la exposición en el afán no oculto de Smith de manipular las imágenes para hacerlas «más verdaderas». «Quiere convertirlas así en más reales que la realidad», explica la comisaria italiana. Recordó como a Smith no le dolían prendas a la hora de repetir una imagen, modificar la escena, pedir nuevas poses a sus modelos, recortar la toma o variar el encuadre en la ampliadora, ensombrecer o iluminar determinadas partes en el cuarto oscuro «manipulando para convertir en más reales unas imágenes que por sí misma, quizá no hubiera llegado al alma de las personas».

«La misma obsesión por la perfección que arruinó su vida llevó a buscar la imagen perfecta, no objetiva, pero sí honesta» a un gran fotógrafo para quien «la fotografía es sólo una débil voz que, a veces, puede conducir nuestros sentidos hacia la conciencias».

La muestra incluye un documental sobre la desigual y accidentada carrera de Smith , con pasajes sobre su trabajo como corresponsal en la segunda guerra mundial para Life desde 1939 o su presencia en Haití.

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