Vázquez invita a que se investiguen los márgenes de ganancia de los intermediarios del ibérico

Las medidas que están llevando a cabo los productores de cerdos ibéricos para salvar la crisis que está atravesando el sector pueden desembocar en acciones ilegales. Así lo considera el Jurado de la Competencia de Extremadura, el órgano oficial responsable de velar por la libre concurrencia en la región.

Su presidente, Celestino Vegas, opina que la nueva Ley de Defensa de la Competencia, aprobada el año pasado, afirma taxativamente que están fuera de la ley las «recomendaciones colectivas para alterar el precio de las cosas». Con estas palabras, se refiere al plan de choque que ha iniciado la Asociación de Productores de Ibérico de Extremadura, un nuevo grupo que en pocos meses ha aglutinado a los criadores de más del 50% de la producción porcina extremeña.

En su 'hoja de ruta', este colectivo ha comenzado a recortar la producción y a retirar animales del mercado para reducir costes. Además, también pretende apostar por la calidad transformando y comercializando los productos bajo marca propia.

Sin embargo, Vegas afirma que esta práctica es contraria a la ley si se lleva a la práctica. «El artículo 1 de la citada ley es muy claro, no se pueden hacer recomendaciones colectivas para alterar los precios. Iría en contra de la libertad de mercado que marca la Constitución».

Vázquez invita a que se investigue por qué no sube el precio del ibérico en origen

Por su parte, el consejero de Agricultura, Juan María Vázquez, coincide en que el sector del ibérico está atravesando una crisis, al igual que el ganadero en general, y dijo que "no es ninguna consigna ni ningún delito" autorregular el sector cuando hay más oferta que demanda.

El consejero apuntó que las crisis suelen ser cíclicas aunque reconoció que hace tiempo que no se producía una crisis "tan profunda y tan duradera" que se agrava con la crisis económica internacional.

En este sentido confió en que el sector ganadero debe aprovechar este momento de crisis para "salir de ella fortalecidos" mediante el establecimiento de estructuras productoras y transformadoras que permitan que, en el futuro, la crisis no venga de forma "tan profunda", como se hizo en su momento en el sector del tomate en la región.

De la misma manera, invitó al Jurado de la Competencia de Extremadura a que investigue por qué no sube el precio del ibérico en origen si este tipo de carne se sigue consumiendo.

Así pidió que el tribunal investigue en las cadenas de distribución, que están "concentradas", en vez de en los productores que se encuentran "muy dispersos" en la geografía.

De momento el órgano no puede intervenir

Por el momento, el órgano sólo ha tenido conocimiento de esta práctica a través de los medios de comunicación, por lo que aún no puede intervenir. Además, «este Jurado tiene una función divulgativa además de sancionadora. Esta legislación es nueva y creemos que aún es bastante desconocida. Por eso, opino que los promotores de esta idea desconocen que lo que proponen es contrario a la legislación. Si no, no hubieran anunciado en prensa sus intenciones. Aunque el desconocimiento de la Ley no exime de su cumplimiento, nuestra función también es informativa y preventiva de que estas situaciones no se den», asegura. Este órgano tiene competencia sancionadora en el ámbito de la comunidad extremeña. Es decir, puede imponer las multas que estime oportunas si considera que se vulnera la ley, siempre que la infracción no supere los límites regionales.

Además, el también concejal socialista en el Ayuntamiento de Badajoz cree que se trata de una materia novedosa, por lo que habrá que clarificar posiciones. Muchas prácticas usuales rozan o directamente vulneran la norma, como podría ser el caso de las lonjas agroalimentarias situadas a lo largo del país y que publican precios de referencia de los distintos productos.

El consejero de Agricultura, Juan María Vázquez, también ha incidido en la necesidad de reducir algunas cabañas ganaderas, como la del ovino. Sin embargo, Vegas cree que no son dos situaciones equiparables. «No es lo mismo dar una opinión de carácter general. La lógica dice que la reducción de oferta provoca una subida en los precios, pero eso debe marcarlo la libre regulación de los mercados. Lo que no se puede hacer es alcanzar un acuerdo para reducir la producción con la intención de provocar una subida de precios».

Los ganaderos

Las palabras de Vegas han sorprendido a los miembros de la Asociación de Productores de Ibérico, sobre todo en un momento en el que están buscando soluciones para salir adelante de esta difícil situación.

«Nosotros no estamos pactando la reducción de las producciones, a pesar de que eso pudiera ser la interpretación que se podría dar de las informaciones que han aparecido en los medios sobre el plan de choque que hemos iniciado. Lo que estamos haciendo es intentar clarificar y organizar nuestras producciones para hacer frente a la crisis y poder comercializar nuestros animales. Hay gente que está sacrificando los animales para retirarlos y sacarlos cuando el mercado esté mejor, pero eso es la organización que hace cualquier empresa y cualquier cooperativa agroganadera», asegura el presidente de este colectivo, Javier Solano.

«Nosotros -insiste Solano- no le estamos diciendo a nadie lo que tiene que criar o no. Para empezar, ni siquiera sabemos de forma fiable cuáles son las producciones regionales. Si se reduce lo que se está produciendo es porque los ganaderos no pueden pagar el mantenimiento de los animales y están intentado disminuir sus pérdidas, no para que suban los precios. Yo mismo ha tenido que reducir el tamaño de mi explotación porque no puedo hacer frente a los gastos».

Crisis

El sector del ibérico viene atravesando una profunda crisis desde el verano pasado, debido a una doble causa. Por un lado, los precios que perciben los productores están en mínimos históricos debido a la sobreproducción que sufre el sector.

Los altos beneficios obtenidos en los últimos años atrajeron a muchos nuevos productores. Los había de dentro de la región pero especialmente se apuntaron al carro del dinero fácil algunas comunidades sin tradición en este producto. De hecho, zonas como Murcia, Aragón y Cataluña, sin un sólo metro cuadrado de dehesa, presentan fuertes producciones de porcino ibérico.

Esta situación ha agudizado la ya de por sí dura crisis por la que atraviesa la ganadería, especialmente el ovino. Los precios de los piensos se han disparado en el contexto mundial de lo que ya se conoce como crisis alimentaria. Otros costes también se han encarecido, lo que no ha tenido correlación en los precios que los ganaderos reciben por los animales que crían.