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POR SU SITUACIÓN FRONTERIZA

Exposición de cartografía Extremadura reivindica su papel en la Guerra de la Independencia

La situación fronteriza convirtió al territorio extremeño en una zona clave en la contienda. Caja de Extremadura publicará doce trabajos sobre esta época

A.G. A. GILGADO

Sábado, 3 de mayo 2008, 13:07

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La clausura ayer de la exposición 'Cartografía de un espacio en guerra. Extremadura 1808-1812)' fue otro de los actos con los que se conmemoró el bicentenario de la Guerra de la Independencia en la región. La sala de exposiciones de la Diputación ha acogido una muestra de planos y documentación cartográfica sobre el material que utilizaron los ejércitos y soldados entre 1808 y 1812. El 3 de mayo de 1808 los 3.500 habitantes de Mérida amanecieron, como en el resto de España, abatidos por la incertidumbre que sembró el levantamiento contra los franceses del día anterior en Madrid. La mayoría eran jornaleros agobiados por la mala situación económica que dejó varios años de sequía y ahora temían el escarnio de las tropas invasoras. Algunas semanas después, el uno de junio, se constituye la Junta de Gobierno Local en la que se insta a los vecinos a armarse, se reclutan jóvenes por las casas y se pide ayuda económica a los más pudientes. La Guerra de la Independencia se gestaba en las casas de los más humilde.

La escena se puede intuir gracias al trabajo 'Una ciudad en Guerra. Mérida 1808-1812' elaborado por Alfonso Rodríguez Grajera, profesor de Historia de la Universidad de Extremadura, y Magdalena Ortiz Macías, directora del Archivo Histórico Municipal de Mérida. El trabajo de Rodríguez Grajera y Magdalena Ortiz ha merecido el primer premio de investigación histórica Jose María Calatrava que ha convocado Caja de Extremadura y que ayer se entregó en el salón de plenos de la Diputación de Badajoz.

Los dos autores empezaron a preparar este trabajo en diciembre del año pasado. Todos estos meses sumergidos en los libros de actas municipales, en la documentación local que se conserva de la época y en los legajos del archivo provincial de Badajoz les ha valido para que el jurado les otorgara el galardón por unanimidad y para embolsarse los 6.000 euros de los que estaba dotado el premio.

Tanto el profesor Alfonso Rodríguez como Magdalena Ortiz reconocen que la abundancia de fuentes fue una ayuda, de hecho, uno de los problemas que surgió se debió a la «gran cantidad» de fuentes que han tenido que consultar. En su trabajo pretende rescatar del anonimato a las personas que sufrieron «la miseria» durante el conflicto bélico. Además del análisis ganador, al concurso también concurrieron otros 21 proyectos más. Lo que los organizadores y el jurado interpretan como toda una reivindicación del papel de Extremadura en la Guerra de la Independencia. También lo dijo Magdalena Ortiz pocos minutos después de recoger su premio. «Existe mucha información sobre lo que aconteció a nivel general, pero hay que investigar lo que sucedió en los pueblos pequeños de Extremadura y cómo sobrevivió la gente normal, que al fin y al cabo fueron los que sufrieron los efectos de la guerra».

Alonso Rodríguez ha comprobado en esta investigación como los documentos le delataban la incertidumbre de los vecinos de Mérida en torno al dos de mayo. «Las autoridades municipales no sabían al principio qué hacer».

Situación económica

Un efecto determinante para alzarse en armas en Mérida fue la obligación de abastecer al ejército francés. Algo que la población local no podía soportar por su mala situación económica. Por eso Magdalena Ortiz habla de héroes anónimos que lucharon contra los abusos. Y reclama más interés para ellos.

Precisamente para profundizar en esta línea Caja de Extremadura publicará, junto a la obra ganadora, once trabajos más presentados al concurso. De esta manera se analiza la Guerra de la Independencia en localidades como Badajoz, Cáceres, Llerena, Coria, Trujillo, Plasencia y las batallas de Medellín y La Albuera.

Esta nueva colección de obras que publica Caja de Extremadura pone de relieve, según Jesús Medina, presidente de la entidad, que Extremadura fue «un punto clave y estratégico» en la Guerra de la Independencia como demuestra la presencia de algunos de los militares más «importantes» del Imperio Napoleónico en las distintas batallas y sitios que se dieron en el territorio extremeño. El argumento de Medina también lo suscribe Emilio La Parra López, catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Alicante e invitado a los actos que se celebraron ayer en el salón de plenos de la Diputación de Badajoz. En la publicación con motivo de la exposición 'Cartografía de un espacio en Guerra Extremadura 1808-1812', La Parra destaca que la posición geográfica de Extremadura la convirtió en un espacio clave en el contexto 1808-1812. Sin embargo los acontecimientos en la región no arrancan el 2 de mayo de 1808. El profesor localiza los primeros enfrentamientos de consideración en diciembre de 1808, a los que se uniría el saqueo e incendio de Malpartida de Plasencia y la primera ocupación de Plasencia por los franceses.

Uno de los protagonistas fue el General José Galluzo, al mando del Ejército de Extremadura. Al frente de sus tropas tenía dos objetivos, según cuenta Emilio La Parra. Por un lado se afanó en defender los puentes de Almaraz y del Arzobispo sobre el Tajo y por otro en cerrar todas las vías de acceso. En el otro bando el protagonismo fue para el general francés Francois-Joseph Lefebvre, duque de Danzing, quien inició la la ofensiva francesa hasta Trujillo. La Guerra de la Independencia llegó a tierras extremeñas con ellos dos. La primera gran batalla se libró en Medellín el 28 de marzo de 1809. Entre las once de la mañana y las cuatro de la tarde murieron 300 franceses y 12.000 españoles, según publica el profesor La Parra. Otra fecha clave fue La batalla de la Albuera, el 16 de mayo de 1811, que contribuyó a cambiar el curso de la Guerra. En este caso tomaron parte más de 21.000 soldados franceses y 35.284 efectivos del bando anglo-hispano-portugués. Más de 10.000 hombres perecieron en aquel cuerpo a cuerpo según publica La Parra.

Los acontecimientos de Medellín y La Albuera sólo conforma una mínima parte de las historias de guerra que se vivieron en Extremadura aquellos cuatro años.

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