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Dos caballeros luchan en una evocación del día de San Jorge del año 1229 en que fue reconquistada la ciudad.|MARISA NÚÑEZ
Los caballeros de San Jorge desafían a la lluvia y evocan un campamento militar
CACERES

Los caballeros de San Jorge desafían a la lluvia y evocan un campamento militar

La I Jornada Medieval de San Jorge no pudo celebrar algunos talleres, pero recreó en la plaza de las Veletas las batallas de la conquista

REDACCIÓN

Domingo, 20 de abril 2008, 15:03

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La plaza de la Veletas se convirtió ayer en un campamento militar medieval ¯eso sí, con coches aparcados por todos lados, que deslucían el espectáculo y el esfuerzo de los organizadores¯ en una evocación del día de San Jorge del año 1229 en que fue reconquistada la ciudad. «Seguimos adelante, con la misma incertidumbre que tuvieron ellos al entrar en la ciudad», aseguraba con plena convicción Gabriel Ferrá, presidente del recién creado colectivo 'Fratres de Cáceres', un grupo de jóvenes que se reconocen fascinados por el medievo.

La incertidumbre no era por si la jornada traía el triunfo o la derrota en la batalla, como hace casi ocho siglos, sino por la inestabilidad climatológica, que dejó ayer abundantes lluvias sobre la ciudad. Con tanta agua, esta primera Jornada Medieval de San Jorge se vio recortada en sus contenidos, pues no se pudieron desarrollar algunos de los talleres previstos de letra gótica o armería, entre otros.

Pero los caballeros de Fratres de Cáceres y de Baucán, un grupo de Toledo que desde 2004 también se dedica a la evocación histórica de esta época, sí celebraron luchas de espada y sirvieron vino caliente para mejorar los cuerpos. A ellos se sumó también la empresa cacereña de recreación medieval San Borondón, con sus personajes de dama, guerrero o pedigüeño. Por la noche, si el tiempo lo permitía, estaba previsto celebrar una procesión de antorchas.

«Utilizamos espadas, pero con una mentalidad moderna, es decir, sin ánimo de hacer daño a nadie», aseguraba Toño Ruiz, responsable de Baucán, nombre tomado del estandarte de los templarios. La técnica de las batallas la han aprendido consultando documentos de la época.

Ruiz reconoce que esta afición de volver a las esencias medievales es reconfortante. «Es una manera de contrarrestar las banalidades de hoy en día».

Explica que su actividad consiste en «traer a la memoria unos hechos y unos episodios de los que no podemos renegar, nos gusten o no, estemos o no de acuerdo. El manejo de las espadas es un arte y una herencia de nuestros antepasados, igual que los monumentos, con la diferencia de que los monumentos los podemos contemplar todos los días, y las recreaciones de batallas, no».

Ayer sí era el día de ver las batallas, pero la lluvia impidió una presencia masiva de público en las Veletas «Seguiremos adelante», decían los caballeros, perfectamente ataviados con sus mallas y su capa negra, la cruz roja en el pecho y las espadas de casi dos kilos de peso preparadas.

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