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¿Qué ha pasado hoy, 28 de marzo, en Extremadura?
BEATRIZ SAN ROMÁN PERIODISTA ESPECIALIZADA

«La adopción no es un brebaje que supla y cure carencias»

Hablará en Badajoz sobre los retos a los que se enfrentan los padres y los educadores de los niños adoptados internacionalmente

ARACELY R. ROBUSTILLO

Sábado, 19 de abril 2008, 04:18

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Beatriz San Román es madre de una niña de origen Haití. Tras su adopción, se dio cuenta de que había muchas cosas que necesitaría consultar en alguna suerte de 'manual' o contrastar sus vivencias con otros padres, pero comprobó que había poca o ninguna bibliografía del tema en español. Así que decidió escribir un libro gratis 'on line' para todos aquellos padres que estuvieran en su misma situación, 'La aventura de convertirse en familia'.

Licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid y especializada en comunicación, familia y asuntos sociales, pensó que podría serle de ayuda compartir sus experiencias con su hija con las de otros padres. Dando un paso más, la periodista se puso a reflexionar sobre las necesidades y los retos a los que se iba a enfrentar a la hora de escolarizar a su pequeña y escribió 'Adopción y escuela'. Esta tarde hablará de su contenido en el Colegio Oficial de Abogados de Badajoz en una charla-coloquio para padres y educadores.

-¿Qué temas tratarán hoy?

-Cada año se incorporan al sistema educativo español unos 5.000 niños adoptados internacionalmente. Ellos se van convirtiendo en un colectivo emergente en las escuelas que plantean, además, nuevos retos en dos áreas: en lo que se refiere a la integración de nuevos modelos familiares y con respecto a la correcta interpretación de sus conductas y sus necesidades. De todo eso charlaremos esta tarde en Badajoz.

-¿Por qué que es tan importante el entorno escolar?

-Pues porque la escuela es, de alguna forma, una microsociedad en la que los niños, además de matemáticas, aprenden otras muchas cosas sobre las relaciones humanas y sociales. La presencia de niños adoptados hace que surjan muchas preguntas que los docentes, por ejemplo, deberían estar preparados para contestar. En el libro, intento dar unas pautas muy prácticas para que los profesores puedan responder a la curiosidad natural de los alumnos al tiempo que protegen las historias personales de los orígenes de cada niño.

-¿Cuáles serían los desafíos y las necesidades de los alumnos adoptados?

-Lo primero que hay que aclarar es que la adopción no es causa, ni supone ningún factor de riesgo, de los problemas de escolarización. Sí lo son algunas de las vivencias que son comunes en el pasado de nuestros niños. Muchos de ellos vienen de instituciones donde han sufrido muchas carencias, impensables para nosotros, de manera que les falta la estimulación y la atención que necesitan para desarrollarse de un modo sano durante sus primeros años de vida, que es cuando más lo necesitan. Eso deja huellas en su desarrollo cognitivo y emocional. Pensar que van a llegar a nuestro país y se van a incorporar al curso que prescriba su edad y seguir las actividades del colegio como los demás niños, es ciencia ficción y lleva a una espiral de frustración para todos. La adopción marca un punto importante de inflexión en la vida de un niño pero no es un brebaje mágico que supla y cure todas las carencias de su pasado de golpe.

-¿Dónde tendrían que incidir los padres?

-Necesitamos formación e información para entender a nuestros hijos, porque sólo de esa forma le podremos ayudar de manera positiva. Las autoridades que nos otorgan la responsabilidad de velar por un niño que ya existe tienen la obligación de vigilar que estemos preparados para afrontar los retos de su crianza. Sería deseable que tuviéramos más profesionales, por ejemplo, que nos echaran una mano en el periodo de la post-adopción.

-Usted ha dicho en alguna ocasión que hay muchos mitos que hay que romper, ¿cuáles?

-Tendemos a ver este tipo de adopciones como un largo camino burocrático que culmina con el momento feliz de la llegada del niño a casa y creemos que, a partir de ahí, todo sería igual que en cualquier familia 'normal'. Todo eso son mitos que tenemos de alguna manera interiorizados, pero si conseguimos pensar en la adopción desde el punto de vista del niño y entendemos que las huellas que ha dejado en su desarrollo un pasado lleno de carencias no desaparecen de un plumazo, daríamos un paso importante en el ejercicio de una paternidad responsable.

-En los últimos tiempos han aparecido en los medios de comunicación casos de abandonos de niños adoptados, ¿cómo lo interpretaría?

-Queda mucho por investigar y profundizar todavía, pero yo creo que hay diversos factores que intervienen en este tipo de comportamientos. Es cierto que hay niños que, por sus vivencias, vienen emocionalmente muy dañados, porque la vida les ha enseñado que los adultos no son de fiar y resultan más difíciles. También es cierto que la preparación de los padres es muy escasa, en este sentido, cuando no inexistente en algunas comunidades autónomas. De manera que hay muchas familias que encuentran muchas diferencias entre sus expectativas y la realidad. Es decir, entre el niño soñado e idealizado y el niño real, con sus problemas y sus dificultades. Ahí nos queda, a todos, una importante labor pendiente.

-¿La adopción internacional, por parte de gente famosa, ha podido poner 'de moda' esta práctica?

-Yo no diría que se adopta 'por moda', pero sí es cierto que, de alguna manera, nos hemos tomado el tema, como sociedad, muy a la ligera. Pensamos que la adopción es como la compra de una mascota, y no es así. Lo que es real es que ha habido un incremento de las cifras de adopción tras las que no hay una realidad de formación e información suficientes como para que sean responsables.

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