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El complejo hotelero Romero Mérida abre varias de sus dependencias
MERIDA

El complejo hotelero Romero Mérida abre varias de sus dependencias

La cafetería, varios salones, restaurantes y una tienda de productos ibéricos ya ofrecen sus servicios junto a la A-66

M. ÁNGELES MORCILLO

Jueves, 17 de abril 2008, 10:35

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Un autoservicio de 500 metros metros cuadrados y con capacidad para 400 personas; una sala de banquetes para mil comensales; 2.800 metros cuadrados de superficie por cada planta, y son dos; un aparcamiento para 380 coches y 80 vehículos pesados; 83 habitaciones; 88.000 metros cuadrados de superficie total y una inversión de más de 9 millones de euros.

Cifras que dan vértigo. Difíciles de imaginar, pero reales. Estas son algunas de las características que definen el complejo hotelero Romero Mérida, que la pasada semana ya puso a disposición del público algunas de las instalaciones que van a formar parte de un ambicioso proyecto hotelero y de ocio, de los mayores del país. Concretamente dan servicio la cafetería, una tienda de productos extremeños, varios restaurantes y salones para banquetes y grandes celebraciones.

El sueño se hace, poco a poco, realidad de la mano de José Romero, que lleva más de 40 años en el negocio y que ya tiene otro hotel abierto en Villafranca de los Barros.

El Romero Mérida tiene tres restaurantes para comer a la carta. Cada uno está decorado con un color distinto y se les conocerá por su nombre. Cada uno tiene capacidad para unas 40 personas. La sala de banquetes cuenta con una capacidad para mil comensales. Las dependencias se pueden dividir según el número de invitados.

El hotel estará en uso en varias fases. En pocos días se van a poner a disposición de los clientes unas 40 habitaciones, con 31 metros cuadrados cada una. Más adelante se abrirán las 50 restantes.

El complejo también dispone de una gasolinera, que abrirá en breve, y de varias pistas deportivas, una de tenis, dos de pádel y una gran piscina.

En esta primera fase la plantilla de trabajadores está formada por unas 30 personas. La cafetería es una de las dependencias que más personal precisa, pues está abierta las 24 horas del día. Más adelante, con la apertura del resto del complejo, podría llegar a las 70 personas.

Un lugar diferente

José Romero afirma que ha querido construir «un lugar diferente y casi único a nivel nacional, que se convierta en un complejo de ocio completo que pueda ser una referencia para el turismo que venga a visitar la comarca de Mérida. Incluso pueden ser unas instalaciones a tomar en cuenta a nivel nacional».

En cuanto a los accesos al complejo y las vías de comunicación que tiene alrededor, se ha apostado por un punto adecuado de la autovía en la que haya un cambio de sentido. Así podrán acceder a él tanto los que vengan del norte como los de la zona sur del país. Aparte del acceso por la autovía se puede entrar por antigua Nacional 630 y hasta por un camino agrícola que arranca de Calamonte.

La inversión, de cifras astronómicas. «Bastante grande, pero se ha hecho porque el complejo lo merece. Supera los 9 millones de euros», confirma Romero.

La gente que aparca y entra a la cafetería a tomar algo se queda impresionada de las dimensiones de las instalaciones. «Estamos teniendo una buena aceptación, que será mayor cuando se complete la señalización concreta del lugar», explica. Los clientes también se quedan gratamente impresionados con la vista que se tiene en la cafetería. Desde ella se puede ver hasta unos 20 kilómetros de distancia.

Para poner en pie este proyecto se ha invertido, además de mucho dinero, mucho tiempo. Desde que se gestó la idea hasta la actualidad, cuando se abren las primeras instalaciones, han pasado cinco años. Hubo una primera etapa en la que se gestionaron los terrenos y los trámites burocráticos y de papeleo que duró unos tres años, más otros dos de obras. «Es un proyecto en el que hay que tener las pilas puestas todos los días y que no es nada fácil. Hay que echarle mucho coraje y tiempo», explica Romero.

Una cocina inmensa

La cocina da una idea de la magnitud del proyecto. Es una de las dependencias más impresionantes del complejo, con una superficie de unos 1.000 metros cuadrados entre cámaras frigoríficas y útiles de trabajo.

El centro ofrece a los clientes cocina internacional elaborada por cuatro cocineros. Cuando los fogones estén a pleno rendimiento trabajarán en ella unas 20 personas.

La cocina dispone de dos cámaras de productos terminados, una de congelación y un cuarto frío de repostería. Tiene dependencias diferenciadas, como una cámara de carne con su sala de trabajo en frío, una de pescado también con su sala de trabajo en frío, otra de verduras, otra de bebidas con almacén grande, un acceso para la entrada de mercancía, un aparcamiento subterráneo de mil metros cuadrados, un tren de lavado de vajilla y otra de vajilla de cristal.

La cocina central es eléctrica, de inducción, y dispone de baño maría, marmita, plancha, freidora, hornos y mesas calientes y frías. También se han habilitado 800 metros cuadrados para almacenes, vestuarios y lavandería.

Aparte de la cafetería, en la que en cualquier momento del día o de la noche se puede pedir de comer, hay otra cocina que se basa en alimentos hechos a la parrilla.

No tiene pérdida. El complejo hotelero Romero Mérida está situado en la A-66, carretera que une Mérida con Sevilla. En el primer cambio de sentido, en la salida 630, se encuentra uno de los proyectos empresariales más ambiciosos de la comarca.

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