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Los dos toreros extremeños de la terna, Antonio Ferrera (d) y Miguel Ángel Perera (i) salieron a hombros de la plaza. / CASIMIRO MORENO
Ferrera y Perera, profetas en Almendralejo
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Ferrera y Perera, profetas en Almendralejo

El mal manejo del estoque privó de trofeos al tercero de la terna, el sevillano Manuel Jesús, 'El Cid', en la segunda corrida del Salón del Vino y la Aceituna

JUAN ÁNGEL

Lunes, 7 de abril 2008, 11:17

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Una vez más se demostró qué es lo que quiere el personal. Se anuncia un cartel con tres matadores de tirón y las plazas se llenan. Anuncian medio pelo, y en los tendidos media entrada. Se cumple aquello de que al final lo barato sale caro.

Ferrera, el Cid y Perera venían de haber toreado en la Maestranza la última semana. Los dos primeros con dos muy buenas actuaciones ante los victorinos y el tercero cortando dos orejas el sábado. Como suele decirse en estos casos estaban las espadas en alto. Almendralejo era buen sitio para seguir en la pelea, y los tres se emplearon en ella.

Se lidiaron toros de Domingo Hernández que es prácticamente lo mismo que los anunciados de Garcigrande. Corrida de muy diferentes tipos y hechuras. Muy alto y grandón el primero, casi de juguete el segundo, bajo de agujas el sexto. Derrocharon nobleza y no duraron mucho en la muleta.

Fácil en banderillas

Castaño y alto fue el primero de Ferrera al que recibió con dos largas de rodillas. Tomó un picotazo cabeceando y fue pronto en banderillas donde Ferrera se mostró fácil. Estaba justito de fuerzas y lo llevó a media altura en el tercio con la derecha. Tomaba el toro la muleta protestando. Por el izquierdo tardeaba en el primer muletazo y el torero lo esperó para sacarle los naturales que acabó robándole entre los pitones, pues el toro buscaba tablas. La espada le privó de trofeos.

Cinco buenas verónicas dio al sexto que tomó por lo pechos al caballo y dio en el suelo con el jaco y el picador. Quedó el toro crudo para banderillas donde Ferrera lució al quiebro, de espaldas y por dentro.

Muchos pies tenía el toro al que inició faena en los medios con pase cambiado por la espalda. Había fijeza en el toro y Antonio le dio mucha distancia para sacarle tres buenas tandas. Cambió de mano pero también acabo la prontitud de embestida del toro por lo que los naturales fueron espaciados y de uno en uno.

Volvió a la diestra y acortó distancias para sacarle una serie en redondo entre pitones a toro ya negado a embestir para finalizar con manoletinas. Espadazo fulminante, y dos orejas de premio.

Castaño y diminuto fue el primero de 'El Cid'. Fue además toro escarbador. Una serie de suaves naturales fue lo único que aguantó el toro que acabó sin humillar y parado. Mal con la espada, saludó.

El quinto no se empleó en el capote. Toro alto que empujó bien en el caballo y fue bien picado. En banderillas aplaudieron a El Boni por poner dos pares traseros. Esto está así.

A media altura y con mucho temple lo llevó 'El Cid' al fijo y noble toro en tres series entre las que dio tiempos al noble toro. Mando en la muleta del sevillano sin obligar al toro por abajo. Faena de gran ritmo y excelentes los naturales. Siempre a más. Más corto de recorrido por el izquierdo y algo tardo hicieron que los naturales surgieran en series de dos. Otra vez la tizona fue la cruz de este Cid torero y lo privó de un merecido premio.

Faena de esfuerzo

Alto también era el primer toro de Perera que lo recibió fácil con el capote. No se empleó en el caballo y en banderillas cortó y echo la cara arriba. Sin molestarlo y junto a tablas comenzó el torero su faena para irlo desengañando y llevarlo al tercio. Protestó en todos los terrenos. A base de llevarlo muy tapado le sacó dos tandas y amagó con irse a tablas. Miguel Ángel le acortó distancias y le robó lo poco que tenía. Faena de esfuerzo por sacar lo poco que había y evitar las ganas de rajarse. Junto a tablas tuvo que matarlo. Estocada y premio de una oreja.

El sexto, negro, más bajo y montadito, no se quedó en el capote. Llegó suelto al picador de puerta, huyó y se pegó una voltereta. Atendió a todo en banderillas y escarbó al comienzo de faena, pero era pronto al cite.

En el platillo le comenzó la faena el de Puebla del Prior con tres cambiados por la espalda ligados sin moverse. Se distanció luego mucho y llamó al toro que acudió presto a la llamada para ser embarcado adelante y llevado muy largo en los muletazos. Tres veces se repitió la historia. Sin molestar al toro y a media altura. En las siguientes si hubo ya sometimiento. Se sintió el toro demasiado castigado y tuvo menos entrega por el pitón izquierdo aunque seguía la muleta al lento ritmo que le imponían. Acabó agotado el toro, y vencido, se retiró a tablas donde murió tras estocada. Todo el conjunto se premió con dos orejas.

Con los trofeos conseguidos Ferrera y Perera salieron a hombros. Fueron profetas en su tierra.

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