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Blanca junto con un compañero de trabajo en Austria./ HOY
La vida laboral en el extranjero
BADAJOZ

La vida laboral en el extranjero

Las becas 'Quercus' permiten a los recién titulados extremeños trabajar en un país europeo durante seis meses y perfeccionar o aprender idiomas

TANIA AGÚNDEZ

Sábado, 5 de abril 2008, 13:08

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BLANCA Ayuso es una emeritense que ha decidido iniciar su vida laboral en Austria. Y como ella, otros 32 jóvenes están disfrutando ya de una beca 'Quercus'.

Estas becas permiten realizar prácticas profesionales en el extranjero tanto a los titulados por la Universidad de Extremadura como a aquéllos que residan en la región aunque posean el título de otras universidades españolas. Los jóvenes pueden trabajar en otro país europeo durante seis meses con el objetivo de comenzar su inserción en el mercado laboral.

Blanca, licenciada en Comunicación Audiovisual por la UEx, estará trabajando hasta agosto en el departamento de prensa y comunicación de una empresa austriaca en la que trabaja para los actos que se organizan en relación con la Eurocopa de 2008. Para ella no es un gran problema vivir en el extranjero ya que no es la primera vez que lo hace. Ya estuvo hace dos años viviendo y estudiando en Francia con otra beca, en esta ocasión la 'Erasmus'.

Ahora ha escogido como destino Austria tanto por razones personales como profesionales. «A parte de que es un país que me llama mucho la atención, sobre todo por su cultura y su idioma, también me vine aquí porque mi novio es austriaco», confiesa Blanca.

El trabajo soñado

Víctor Vega es otro joven de Badajoz licenciado en Administración y Dirección de Empresas que está de becario en el Reino Unido. Trabaja como responsable del departamento de ventas de la empresa SMTXTRA. Su trabajo consiste en mantener un contacto continuo con fabricantes. «La mejor parte del trabajo, o por lo menos la que a mí más me gusta, es que a menudo tengo que viajar: ahora nos vamos 15 días a Hungría y a Rumanía a una feria de componentes electrónicos; en mayo me voy a Brasil, México, Texas... a visitar clientes. Así que ya ves, a una persona como yo, a la que le encanta viajar, este es el trabajo soñado», dice emocionado Víctor.

Para ellos son muy importantes los idiomas. Además de estar interesados en perfeccionar los que hablan, ambos también piensan que el don de lenguas es una cualidad muy importante que se exige mucho hoy en día, sobre todo al acceder al mercado laboral. «Para mí, la experiencia está siendo buenísima, porque tenemos la oportunidad de aprender o mejorar otro idioma, adentrarnos en el mundo laboral, conocer otra cultura, conocer sitios, personas, además es algo muy positivo para nuestro currículum, porque el hecho de conocer otra lengua y tener experiencia en el extranjero es hoy día muy valorado por las empresas», indica Víctor.

Experiencia positiva

«Yo solicité esta beca porque me encanta aprender idiomas y porque creí que era una oportunidad única para tener otros puntos de vista y conocer otros modos de vida. Además, poder realizar tu trabajo en un país extranjero siempre es una experiencia enriquecedora», manifiesta Blanca.

Además, no tarda en animar a más jóvenes titulados para que soliciten estas becas: «Es una aventura, te lo pasas bien y estoy aprendiendo a la vez que estoy desempeñando mi trabajo. Es verdad que puede resultar un poco duro al principio por el hecho de que hay que adaptarse a los horarios, al idioma, a la cultura... pero también estoy conociendo diferentes formas de trabajar y de organización laboral».

El mayor inconveniente que encuentra Blanca a la hora de vivir fuera de España es adaptarse al idioma y a la comida. «Me cuesta mucho y creo que nunca me podré acostumbrar. Puedo pasar sin siesta, pero aquí se come a las doce del mediodía, ¿y eso es horrible! Mientras que mis compañeros comen yo me tomo el café», confiesa Blanca.

Sin embargo, para Víctor «sólo hay un problema: que en realidad como se vive en España no se vive en ningún sitio». «Yo ya he vivido también Italia y en Alemania y cada vez valoro más el hecho de vivir en allí», reconoce.

Proyectos futuros

Respecto al futuro, ambos tienen planes diferentes. Para Blanca, seis meses es tiempo suficiente para aprender el idioma y adquirir experiencia. «Y si realmente luego quiero quedarme, tras ese periodo de tiempo puedo entrar directamente en el mercado laboral, porque he tenido bastante tiempo para aprender», apunta.

Víctor tiene bastante claro que aún le quedan unos años por vivir fuera de España. «Sé que ésta es una experiencia pasajera, aunque quiero estar unos años más en el extranjero. Ahora tengo 24 años, soy joven, y quiero seguir engrosando mi currículum para poder optar, cuando vuelva a España, a un buen puesto», aclara. Y puede que Víctor continúe con su sueño. «La empresa -confirma sonriendo- ya me ha ofrecido quedarme con un contrato serio, dicen que ganaré bastante bien».

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