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REGIONAL

El alza del gasóleo despeja el futuro de la refinería Balboa

El proyecto de Alfonso Gallardo pretende aprovechar el déficit nacional de gasóleo para hacerse un hueco en el mercado

L. EXPÓSITO

Viernes, 14 de marzo 2008, 01:59

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La tendencia energética se ha agudizado, lo que parece consolidar la viabilidad económica de la refinería de Alfonso Gallardo. Casi desde el momento en el que el proyecto fue anunciado, el promotor explicó que pretendía centrar su producción en el gasóleo, para aprovechar la situación del mercado. Ya entonces se atisbaba que la demanda de carburantes para motores diésel estaba en aumento, mientras que la de gasolina se reducía.

Cuatro años después, la realidad es como se había previsto. Tres de cada cuatro vehículos de España consumen gasóleo, mientras que las refinerías españolas son excedentarias de gasolina. La situación ha provocado que por primera vez el precio del diésel haya superado al de la gasolina.

La Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP) agrupa a las grandes petroleras que operan en España. Según sus últimos datos, el país debe importar cada año en torno a 14 millones de toneladas de gasóleo ya refinado, producto del que es deficitario. Por contra, es excedentario en gasolina, de la que se exporta tres millones de toneladas anuales.

Según se ha dicho, la intención de la futura refinería Balboa es ayudar a eliminar el déficit de productos petrolíferos que existe en España, especialmente gasóleos, queroseno (combustible utilizado en aviación) y gases domésticos. De este último producto, se espera producir 264 millones de litros al año de GLP (propano y butano), cantidad muy superior al consumo anual de la región.

Seis millones anuales

Según anunció en su día Juan Carlos Rodríguez Ibarra, la planta producirá seis millones de toneladas anuales de productos petrolíferos, de los que la mitad de ellos serían gasóleos, con una facturación anual de más de 5.700 millones de euros.

A tenor de los datos que maneja AOP, las posibilidades que tiene una refinería de inclinarse por un producto concreto son limitadas. Así, por término medio, el 38,2% del destilado de un barril de petróleo acaba siendo gasóleo, mientras que el 18,5% se convierte en gasolinas y naftas. El peso relativo del queroseno ronda el 6,5%; y el de los asfaltos y lubricantes se sitúa en el 17,8%.

Sea como fuere, lo cierto es que las refinerías vuelven a parecer un negocio estratégico. Uno de los argumentos recurrentes para denunciar que el de Gallardo es un proyecto desfasado es que sería la primera refinería que se construyera en décadas en toda Europa. Nuevas quizás no haya, pero lo cierto es que falta carburante, y los grandes operadores se han lanzado a una carrera para ampliar las plantas existentes. Es el caso por ejemplo de la que hay en La Rábida, junto a Huelva. Allí Cepsa se gastará 1.144 millones de euros para producir 3,2 millones de toneladas al año más de queroseno y gasóleos.

En Cartagena, Repsol ha anunciado el «proyecto industrial más grande» de España. Invertirá 3.250 millones para que la planta produzca 220.000 barriles al día, de los que la mitad serían de 'combustibles limpios'. El proyecto incluye un oleoducto entre la localidad murciana y Puertollano.

Galp también ha decidido potenciar sus instalaciones en el puerto portugués de Sines con una nueva refinería junto a la actual. Estará enfocada fundamentalmente a la producción de gasóleo y costará en torno a los mil millones de euros.

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