El Museo de Cáceres afronta en su 75 aniversario la reforma de su recinto

Si fuera un ser humano, a sus 75 años el Museo de Cáceres afrontaría su longevidad y disfrutaría de una plácida jubilación. Pero el museo, a los 75, parece encarar una segunda juventud con proyectos y ganas de crecer. Este año empezarán las obras de reforma del edificio, lo que previsiblemente ampliará el recinto y le dará nueva vida. Este anuncio lo hizo ayer su director, Juan Manuel Valadés, durante los actos lúdicos de esta efemérides. «El Ministerio de Cultura está redactando un pliego de condiciones para convocar el concurso de proyecto arquitectónico, lo normal es que empiecen las obras en este año 2008». Esta reforma parece ya una deuda histórica, una promesa eternamente incumplida. El proyecto, que depende del Ministerio de Cultura, lleva años presupuestado pero faltaba precisamente eso, su redacción definitiva. Tal y como precisó Valadés, el Ministerio ya ha adjudicado el estudio arqueológico dentro de proyecto de reforma. Cuando se complete esta ampliación de espacios se liberarán tres salas que pueden acoger de 150 a 200 piezas de arqueología medieval, tanto árabe como cristiana. La última reforma se acometió en el año 1976.

Y para el cumpleaños, grandes fastos. Una exposición con documentos que certifican el paso de la historia desde su apertura en 1917 en el Instituto de Segunda Enseñanza y su inauguración en la Casa de las Veletas en 1933. Bailes regionales y una masiva reunión con invitados llegados de puntos distantes. De Madrid, de Tarragona o de Córdoba. Una gran familia hecha con todas las personas que han dirigido este centro cultural desde su fundación. La jornada comenzó precisamente con el descubrimiento de una placa conmemorativa en homenaje a todos ellos. Ayer, la hija de Miguel Ángel Orti Belmonte, Concepción Orti, acudía con sus hijos, sus nietos y una cámara digital a un acto entrañable. Fotos para recordar. Los actos del museo rememoran un viaje llena de historias personales. Algunos de los que ayer asistieron a esta fiesta vivieron, como Alfonso Callejo, hijo de Carlos Callejo, o la propia Concepción Orti, entre esos muros. Son los secretos de un museo, que pueden conocerse mejor a través de la exposición y del catálogo editado, en el que se recogen historias curiosas y el resumen de una vida que comenzó, también como la humana, gateando, con un espacio más reducido y mucho menos personal -al principio sólo el director y el portero-. Hubo dos mesas redondas con directores y personas ligadas al museo en las que se desgranó todo este pasado.

A la inauguración de la muestra, que estará abierta hasta el 13 de abril en la Casa de los Caballos, acudieron ayer una representación amplia del mundo cultural de la ciudad, además de la alcadesa Carmen Heras y la consejera de Cultura. Leonor Flores hizo un resumen de la evolución de este recinto, que pasó a manos de la Junta de Extremadura en 1989.

Exposición

'En delicada forma', nombre de la exposición en referencia a las palabras del primer director, Orti Belmonte, que llegó a un acuerdo con el Patronato para «no abrir el Museo hasta que no pueda presentarse en delicada forma» ayuda a apreciar el contenido y el continente de este centro de cultura que tiene como eje central y atracción máxima un aljibe árabe, además de las secciones de arqueología y etnografía que plasman las raíces de la ciudad y de la región y la de Bellas Artes, en las que se recoge un amplio recorrido que incluye arte medieval, moderno y contemporáneo. Posee obras de Miró, Picasso, Saura, Oteiza o El Greco -el Jesús Salvador- entre otros.