El laboratorio agropecuario analiza más de 230.000 muestras alimentarias

El Laboratorio Agroalimentario y Análisis de Residuos de la Junta de Extremadura ha conseguido la acreditación que concede la Entidad Nacional de Acreditación (ENAC) en reconocimiento a su competencia técnica para la realización de ensayos físico-químicos de aguas, productos lácteos, aceites, abonos y fertilizantes, así como análisis microbiológicos de aguas.

Esta acreditación, recientemente adquirida, es un requisito imprescindible para el reconocimiento nacional e internacional de su actividad, pues permite garantizar su competencia en el control oficial de productos agroalimentarios y mejorar el servicio que presta a la sociedad, según informa el Gobierno regional. Este laboratorio, especializado en el análisis de productos agropecuarios, lleva más de 30 años desempeñando una importante labor en el sector agroalimentario extremeño.

En sus instalaciones de Cáceres se realizan análisis de aguas, suelos, fertilizantes, miel, polen, aceite, leche, quesos y piensos, además de otros alimentos, productos vegetales o biocidas, de modo que sólo en el último año se han realizado más de 230.000 análisis de estas materias.

Este dato pone de manifiesto su gran importancia como instrumento de apoyo tecnológico a la industria y a particulares, especialmente agricultores, ganaderos y empresarios del sector, además de diversos órganos de la Administración, tanto autonómicos como locales y nacionales. Para todos ellos, el Laboratorio desempeña un papel fundamental, ya que a través de su actividad analítica contribuye a comprobar la composición de los alimentos y materias primas en las etapas de producción, fabricación y comercialización y, así, verificar el cumplimiento de la legislación vigente detectando cualquier intento de práctica fraudulenta.

Como laboratorio oficial, este centro expide certificados oficiales de análisis y participa de manera activa en proyectos de I+D con la Universidad de Extremadura, así como en numerosas campañas y programas oficiales de control de la calidad de las aguas, ayuda y regulación de mercados, prevención de fraudes y vigilancia de residuos de pesticidas. Entre otras funciones, gestiona el registro de laboratorios privados que realizan análisis y controles de productos agroalimentarios en Extremadura.