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ARANTZA PRÁDANOS
Viernes, 1 de febrero 2008, 10:18
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A ojos profanos parecen piedras vulgares; ciento cincuenta gramos de roca que no van a ninguna parte. Si se mira más de cerca ya se aprecia algo especial en su brillante costra. Ahí donde los ven son retazos del cosmos, fragmentos de meteorito llegados del más allá, codiciados por expertos y coleccionistas de medio mundo. 'Puerto Lápice' primero de España y octavo de Europa está inscrito en los anales de la Sociedad Meteorítica Internacional con el nombre de esta localidad de Ciudad Real en cuyas inmediaciones acabó, triturado, su largo vuelo estelar.
'Puerto Lápice' tiene entusiasmados a los investigadores españoles que han sudado para recuperar sus pedazos. Tienen entre manos el primer bólido 'eucrita' localizado en España, el octavo en todo el continente, y uno de los pocos detectado en el mundo, la mayoría en la Antártida. Los eucritas son una rareza meteorítica, un tipo poco común de 'acondritas', ricos en piroxeno y plagioclasa formados en asteroides. En síntesis, basalto procedente de objetos planetarios diferenciados, como la Luna, Marte y, sobre todo, Vesta.
Según Jordi Llorca, de la Universidad de Cataluña, se trata de una de las pocas rocas espaciales sometidas a un proceso ígneo -enfriada y solidificada- y puede encerrar información valiosa. «Podemos estudiar qué edad tiene, y es importante porque los asteroides se formaron al mismo tiempo que la Tierra. También queremos saber si procede de Vesta o de otro cuerpo celeste, y si chocó con otro asteroide», señaló.
A 350 millones de kilómetros de la Tierra, Vesta es una enorme fábrica de meteoritos. Es el segundo cuerpo más masivo del 'cinturón de asteroides', una región difusa entre Marte y Júpiter llena de rocas voladoras. La corteza basáltica de 'Puerto Lápice' hace pensar que es uno de sus 'hijos' descarriados, como la mayoría de los eucritas, aunque ahora los expertos saben que no es la única posibilidad. La NASA lanzó en septiembre la sonda 'Dawn' para estudiar el cinturón en un plazo de ocho años.
Cazameteoritos
El primer eucrita español no aterrizó en silencio. Fue avistado el 10 de mayo de 2007 por media España. La bola de fuego sobrevoló Albacete, Ciudad Real, Toledo, Cuenca, Valencia, Murcia, Sevilla y Madrid con gran aparato lumínico y sonoro, fruto de su masa al entrar en la atmósfera, unos 50 kilos, y de la velocidad, 20 kilómetros por segundo. Para interesados, el impacto debió de desprender energía equivalente a una centésima de kilotón de TNT (trinitotolueno).
El despliegue alertó a cazameteoritos de todo el orbe. Resulta que al interés científico de los meteoritos se superpone el valor crematístico. El coleccionismo y la compraventa de rocas estelares mueve un dineral y los raros, como éste, se pueden cotizar a más de mil euros el gramo. El oro ronda ahora los 925 dólares la onza (31.1 gramos) en los mercados internacionales. Calculen.
Al equipo español que presentó 'Puerto Lápice' en la sede del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) le llevó tres meses reunir una veintena de fragmentos en las lindes de Toledo y Ciudad Real. Buscadores de otros países, EE. UU., Francia, Austria, Canadá, Uruguay pueden haber recuperado y sacado del país otros 40. Hay un «cierto vacío legal» que alienta a los negociantes, subrayó Josep María Trigo, físico del Instituto de Ciencias del Espacio (CSIC), y miembro del equipo, junto con Llorca y José Mª Madiedo, de la Universidad de Huelva.
Los tres firmaron ayer un convenio con el Museo Nacional de Ciencias Naturales, al que cedieron una muestra de 'Puerto Lápice' para su colección permanente. Con otras investigarán y el resto se donarán a instituciones que garanticen su conservación.
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