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El vino se ha convertido en un símbolo de distinción social. Imagen de una cata en Cáceres. / HOY
El Gobierno estudia vetar la reforma si no consigue 400 millones anuales
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El Gobierno estudia vetar la reforma si no consigue 400 millones anuales

El consumo sigue cayendo en España, con una media de 25 litros al año En otros países mediterráneos como Francia e Italia se alcanzan los 50

J. A. B.

Viernes, 14 de diciembre 2007, 11:01

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El Gobierno de España estudia vetar la reforma de la organización común del mercado (OCM) del vino, que se negociará desde el lunes próximo en Bruselas, si ésta no le garantiza un presupuesto cercano a los 400 millones de euros anuales -en la actualidad recibe 450 millones, si bien habrá un recorte para todos los países-. Esa es la principal hipótesis que manejan en estos momentos en el Ministerio de Agricultura, donde reconocen que «estamos en un momento muy difícil» para el sector nacional por un doble motivo: de un lado, porque las reivindicaciones españolas chocan con las de otros Estados miembros, de otro, porque si no hay acuerdo la Comisión continuaría con su política de eliminación de unas ayudas que se extinguirían en 2010.

Esta disyuntiva complica sobremanera la capacidad negociadora del departamento que dirige Elena Espinosa, hasta el punto de que a la hora de hablar de los posibles apoyos que tendría dentro de la Unión, el secretario general de Agricultura, Josep Puxeu, afirmó ayer de manera tajante que «España cuenta con España, que es el primer país productor de Europa por superficie vitivinícola». No obstante, apuntó que también se colabora «estrechamente» con otros dos potencias del sector, como Francia e Italia. Esta última también ha elevado su nivel de exigencias y puede ser otro escollo contra el acuerdo, junto al posible mantenimiento de la 'chaptalización'. Alemania, gran productor y consumidor de vino, lidera a una veintena de países europeos que quieren que dicha técnica siga subvencionada, pero españoles, italianos y franceses se oponen porque precisan esos fondos para otros programas de ayuda al sector. Es el caso de las destilaciones y el almacenamiento -a las que también quieren desviar las subvenciones dirigidas a la destrucción del producto-, y el mosto. A su vez, el Ministerio pide que garantice un pago por hectárea a los productores y que el dinero previsto para el desarrollo rural se use en medidas sectoriales como la promoción del enoturismo.

Arranques «excesivos»

En esta tesitura hay que entender el planteamiento aprobado por el Parlamento ayer. Aparte de pedir un informe «antes de 2012» con el fin de analizar la situación del sector «antes de proceder a cualquier liberalización desde 2014», juzga «excesivo» el arranque previsto de 175.000 hectáreas de viñedo, medida que según los empresarios y bodegueros españoles es «un auténtico desatino» ante la competencia creciente de Australia, Nueva Zelanda y Estados Unidos (California).

Mientras, el consumo de vino en España baja año tras año. Según datos de Avimes, la media está situada en 25,7 litros por persona y año, de los cuales 15 litros son de vino de mesa y el resto corresponde a denominaciones de origen. Estas cifras contrastan con los 50 litros que, según esta asociación, se consume en otros países mediterráneos como Francia, Italia y Portugal.

A su juicio, la falta de información y de promoción y los altos precios son las principales causas del descenso de la demanda nacional, «y también los principales motivos de que podamos estar afectados por una reconversión mayor que los viñedos de otros países de nuestro entorno».

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